Desde la Costa Brava, donde empieza esta historia, a las salvajes islas Azores nadando entre delfines o hasta las paradisíacas Maldivas con tiburones ballena y mantas oceánicas pasando por las distintas rutas del Mar Rojo en Egipto con inmersiones entre corales llenos de vida y los pecios más emblemáticos de la Segunda Guerra Mundial. Son sólo algunas de las expediciones de buceo que ofrece Odicean, una idea que nació en septiembre de 2022 de la mano de Pol Vives, María Barbena y Pol Ramos, tres jóvenes catalanes con ganas de muchas aventuras pero, sobre todo, de concienciar y promover la protección y conservación marina.
A punto de cumplirse un año del nacimiento de Odicean, sus fundadores hablan con EL ESPAÑOL para explicar las claves de su éxito, un proyecto único en el mercado del sector porque combina viajes de ocio —es sólo la punta del iceberg—, comunicación y divulgación.
"Odicean nace por la pasión que tenemos por el mar", asegura a este periódico Pol Vives, quien desde muy pequeño ya sintió esa conexión con el azul, lo que le llevó a estudiar después Biología, al igual que su tocayo Pol Ramos. "Mi madre siempre dice que aprendí antes a nadar que a andar", cuenta Ramos, que ya desde chico ayudaba a su familia a montar el equipo de buceo cuando todos iban al agua. Los documentales de Jacques Cousteau, el oceanógrafo más famosos del mundo, hicieron el resto.
María Barbena también hunde sus raíces en el mar: de familia de pescadores, sus recuerdos de infancia la llevan al puerto de Mataró, "de barco en barco y jugando a ser piratas". Se graduó en Publicidad y Relaciones Públicas, pero tras un año viajando por el Sudeste asiático se dio cuenta de que con sus conocimientos de comunicación podía "aportar mucho valor al océano".
Los tres se conocían de veranear en L'Escala, uno de los pueblos con más encanto de Girona. Sus padres les transmitieron "el amor y el respeto por el azul". Con la unión de sus perfiles profesionales, que suma conocimientos en el sector de empresa, comunicación y ciencia, los Pol y María decidieron dejar sus trabajos de oficina para emprender y montar Odicean.
"Un proyecto enfocado en la creación de contenido audiovisual y experiencias de buceo alrededor del mundo con el único objetivo de divulgar y concienciar a cuantas más personas mejor", como ellos lo resumen. Los tres son conscientes de que le deben al mar todo lo que les ha dado y pelean para compartir ese regalo con todo el mundo.
Buceadores concienciados
A primera vista, Odicean puede parecer una agencia de viajes, una de tantas, que pone en contacto personas que buscan cruceros de buceo en grupo. Pero lo cierto es que esa conexión que se establece con el mar pretende despertar conciencias, para que quienes se sumen a sus expediciones empiecen poco a poco a tomar acción y mejorar su relación con los océanos. "Buceadores hay muchos, pero buceadores concienciados en proteger lo que vemos debajo del agua no hay tantos", destaca Vives.
Sin ir más lejos, el pasado mes de mayo los Pol arroparon a Olivia Mandle, una joven activista de 16 años que lucha por los derechos de los animales. La joven entregó en el Congreso de los Diputados más de 154.000 firmas para conseguir liberar a todos los delfines en cautiverio en España. Es decir, para acabar de una vez con los delfinarios. Convertida en embajadora del Pacto Europeo del Clima, Mandle lamenta que la "reciente Ley de Bienestar Animal ha dejado a los delfines de lado", y por ello pide a los legisladores que modifiquen la norma para prohibir la captura y cría de cetáceos en cautividad.
En esa transformación de buceador en activista, o pequeño activista -toda acción por pequeña que sea cuenta, sobre todo porque no hay dos planetas Tierra- es fundamental la labor de las redes sociales. Más allá de que quien se une a sus aventuras por el mar presumirá en Instagram de unos reels de infarto bajo el agua, la comunicación en redes busca, además de captar clientes lógicamente, que el mensaje de conservación llegue a todos los rincones posibles. "La tierra es tres cuartos agua y nuestra labor es enseñar lo que se esconde bajo la superficie e informar sobre la urgente necesidad de protegerlo para cuidar así del planeta".
Odicean Academy
Por resumirlo con un ejemplo, si uno contrata un viaje con Odicean para bucear entre tiburones en Maldivas, debe saber que además de las inmersiones también se incluyen explicaciones sobre la problemática de esta especie, charlas sobre cetáceos y conservación marina, etc. "Más que un proyecto es una filosofía de vida", sostienen.
Además de los Pol y María, en este barco también reman otros colaboradores, como Alejandro Capo, Charlie Sarria, David Martín, Veli Álvarez o Carlota Bruna. Todos ellos aportan a Odicean desde el activismo medioambiental, la biología marina o su experiencia como buceadores profesionales.
Además de las expediciones, los Pol y María acaban de poner en marcha Odicean Academy, un espacio de formación online para aprender sobre buceo, vídeo y fotografía submarina, biología y conservación. Y para 2024, prometen nuevas rutas de buceo. ¿Dónde? Habrá que estar atentos a sus redes.