La climática y la feminista "son dos agendas que necesariamente van de la mano: lograr la plena igualdad entre hombres y mujeres es una cuestión transversal, que afecta a todos los desafíos que tenemos encima de la mesa y especialmente al cambio climático". Así lo asegura la directora general de la Oficina Española de Cambio Climático, Valvanera Ulargui (Madrid, 1973). De ahí la importancia de reivindicar el ecologismo este 8 de marzo en el que se celebra el Día Internacional de la Mujer. 

Ulargui está a la cabeza del órgano directivo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), dependiente de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente, responsable de desarrollar las políticas relacionadas con el cambio climático. Y sabe bien que el mayor reto al que ya se enfrenta la humanidad es la lucha clímatica.

Por eso, afirma, "si pensamos que necesita una respuesta que implica un cambio de modelo trascendental, vamos a necesitar todo el talento existente; no se puede obviar que las mujeres suponemos más del 50% de la población mundial y no nos podemos permitir perder todo este talento".

No es de extrañar, por tanto, que "cada vez haya más referentes de mujeres que se juegan el tipo por defender el medio ambiente y que, además, lo pelean y lo luchan con todas las herramientas que tienen a su alcance", especialmente en los países en desarrollo, admite esta licenciada en Derecho que lleva desde 1998 dedicando su tiempo y trabajo a la protección de nuestro entorno.

Al preguntarle por su referente, esa mujer que la inspira a seguir luchando contra el cambio climático, Ulargui asegura que podría darnos una lista de mujeres a las que admira. Pero es tajante: "Hay que poner en valor a todas las mujeres anónimas que luchan día a día por un mundo mejor, respetuoso con el clima…".

Especialmente, hace hincapié en reconocer a "las mujeres de los países en desarrollo; las científicas que han contribuido a los informes del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC), ampliando la visibilidad de la agenda de género; a las emprendedoras, que están desarrollando proyectos innovadores en cambio climático y que a lo mejor no abren las portadas de periódicos o de telediarios que se merecen…". En definitiva, a todas aquellas que, muchas veces desde el anonimato, hacen que un futuro sostenible sea posible.

MITECO

El informe del IPCC, una semana después

"Este nuevo informe nos tiene que ayudar, nos tiene que servir de fuente, de reflexión, de inspiración, no solamente en el plano nacional, sino también en el internacional, de cara a la COP 27, que va a ser una cumbre centrada en los que temas de adaptación y de pérdidas y daños". Ulargui se refiere al sexto informe de evalución del IPCC, publicado el pasado lunes 28 de febrero

Dice del texto que "llega en el momento idóneo para inspirar políticas públicas tanto a nivel nacional como internacional". Porque, admite, "es necesario actuar ya y acelerar el ritmo de la transformación". Y añade que el IPCC lanza un mensaje que "a lo mejor es más complejo de entender, pero que es vital: la necesidad de construir países mucho más seguros y menos vulnerables al cambio climático".

Ulargui hace especial énfasis en la "cara positiva" de la evaluación del organismo de Naciones Unidas: "Dice cómo de beneficiosas son las políticas y las medidas de adaptación, ya que generan beneficios para la salud de las personas, la de los ecosistemas y la de nuestras economías".

Pregunta: Algunas regiones del planeta ya han sufrido pérdidas irreversibles por culpa del cambio climático según el informe. ¿Y en España?

Respuesta: El clima en España ya ha cambiado, no estamos gestionando riesgos futuros, sino que tenemos que gestionar riesgos presentes e impactos debidos a un cambio climático tangible por todos nosotros. Y los que estamos ya cerca de los 50 hemos sido testigos de cómo se ha ido transformando el clima en los últimos. Muchos de los cambios ocurridos difícilmente serán reversibles en el corto plazo, incluso muchos van a provocar pérdidas duraderas en el tiempo.

"Es necesario actuar ya y acelerar el ritmo de la transformación"

Ulargui pone varios ejemplos, como son el ascenso del nivel del mar o en el incremento de la temperatura, que, recuerda, "ha menguado los recursos hídricos en parte de las cuencas". También hablar de la tendencia a las grandes lluvias torrenciales que sufre nuestro país y que, advierte, "antes se daban en un período de tiempo mucho mayor y ahora cada vez son más recurrentes; hay más y con menos margen, lo vemos en las danas, por ejemplo, del último año".

P.: ¿Nos podría poner un ejemplo específico?

R.: Si pensamos en sectores como la agricultura o el turismo, que son actividades esenciales que dependen expresamente de los rasgos del clima, ya se están produciendo muchas medidas de adaptación para ir reduciendo esos posibles impactos. ¿Qué nos dice la ciencia? Que en las próximas décadas estos factores que afectan especialmente a España, como el ascenso del nivel del mar o de las temperaturas, seguirán en una progresión ascendente si no somos capaces de reducir la temperatura.

Además, el IPCC hace mención especial al punto caliente de cambio climático donde se encuentra España y toda la región mediterránea. El calentamiento del Mediterráneo es superior a la media… Ahora, hay que trabajar a partir de esos conocimientos, porque el conocer nos ayuda a poner encima de la mesa políticas mejor informadas.

P.: El estrés hídrico es una de una de esas grandes amenazas de nuestro país. ¿Qué mecanismos tenemos en España para para adaptarnos?

R.: Un rasgo característico del clima mediterráneo –y probablemente el más común de nuestra geografía– es precisamente la irregularidad en las lluvias y la aparición frecuente de las sequías. En este sentido, ya tenemos una cultura para frenar o dar respuesta a estos fenómenos. Ya contamos con amplia experiencia y también con recursos importantes para abordarlas. Un ejemplo son los planes especiales de sequía que tiene cada una de las cuencas y que se activan en momentos específicos, cuando los indicadores llegan al nivel de alerta.

"Conocer nos ayuda a poner encima de la mesa políticas mejor informadas"

P.: ¿Qué nos falta, entonces?

R.: Vamos a necesitar adquirir concienciación en lo que nos dicen los modelos climáticos, que proyectan para nuestra región un incremento en la intensidad y la duración de las sequías. La tendencia general va a ser de cambio de cultura para ir adaptándonos a condiciones más extremas.

Por ello, estas soluciones, que ahora responden a situaciones coyunturales, deben completarse con soluciones de carácter estructural, como puede ser una mayor eficiencia en el uso de los recursos, no solamente de ahorro y eficiencia sino del fomento de sistemas de reutilización y desalación allí donde sea viable, o el ajuste de los recursos disponibles y de las demandas para dar respuesta también a los escenarios que están por venir.

Adaptándonos al futuro

"Las medidas que se están llevando a cabo en España buscan activar un marco de seguridad para anticipar, reducir impactos y garantizar la seguridad de nuestro país", explica Ulargui cuando se le pregunta sobre la posibilidad de aprovechar los planes de adaptción al cambio climático para prevenir otros problemas de escasez, como a los que nos podríamos enfrentar con la guerra en Ucrania. 

Y puntualiza: "Y no es solamente seguridad física ante los impactos empíricos del cambio climático, sino que conllevan claramente una agenda transversal que nos aboca a una mayor seguridad económica y social". Por tanto, asegura, "se reducirá también el impacto en las desigualdades dentro de nuestro país y en nuestros sectores económicos".

Ulargui pone de relieve que "cuanto menos dependamos del exterior, por ejemplo, de fuentes de combustibles fósiles, mayor será nuestra capacidad de reaccionar y más seguro será nuestro sistema". Todo, aclara, a base de invertir en la economía sostenible nacional.

"Los planes de España buscan activar un marco de seguridad para anticipar, reducir impactos y garantizar la seguridad de nuestro país"

La Ley de Cambio Climático, por ejemplo, "fue la primera en incorporar en el ordenamiento jurídico la necesidad de activar la adaptación a los efectos del cambio climático, con los que ya convivimos, y que busca también reducir esa vulnerabilidad que tienen los colectivos que están en primera línea de riesgo", aclara. Y quienes ven las fauces de la emergencia climática no son otros, dice, que "los sectores económicos más afectados" y "las mujeres, los niños o las personas mayores".

Por eso, asegura, "tenemos que ser capaces de generar una nueva economía donde los beneficios ambientales también sean económicos y sociales para España".

Pregunta: Los planes para luchar contra la emergencia climática necesitan tiempo, pero muchas normativas están supeditadas a los plazos de tiempos electorales. ¿Le preocupa que se puedan llegar a tumbar las medidas?

R.: Una de las primeras medidas que tomó este Gobierno fue la transversalización de las políticas ambientales y sociales. Y una de las primeras decisiones del Consejo de Ministros de esta legislatura fue la declaración de emergencia climática. Esta, lo que nos dice es que tenemos que ponernos en el centro de la acción del Gobierno la lucha contra el cambio climático, la transición ecológica y la transición energética a través de medidas sectoriales en todos los ministerios.

Es decir, toda la política del Gobierno tiene que ser coherente y activa en pro de la lucha contra el cambio climático y de esa transición energética y eso es lo que se está trabajando. Un claro ejemplo no solamente es todo el marco normativo que se ha puesto encima de la mesa, sino además y sobre todo la Ley de Cambio Climático, que se visibiliza muy bien esa necesidad de tener una política o visión a largo plazo y hacerla coherente con los objetivos a corto. Es decir, cómo conseguir una España neutra en emisiones de CO2 en el año 2050 a través de una agenda y de una transformación que tiene hitos importantes, en 2025 y en el año 2030.

Eso, asegura Ulargui, es los que la ciudadanía está demandando. Por eso, confiesa que cree que "el miedo o el peligro del cortoplacismo ya está superado". Y es que, reconoce,  "las medidas que se ponen en la mesa están validadas también por el Pacto Verde Europeo".

Porque, al fin y al cabo, en lo que llevamos de década ya hemos vivido varias situaciones críticas, como la pandemia o, ahora, la guerra de Ucrania, pero "la agenda que siempre sale reforzada es una agenda positiva de desarrollo en términos de energías renovables, más eficiencia, más biodiversidad, más justicia social", afirma. Y concluyo: "Es la solución a muchos de los retos que todavía tenemos encima de la mesa".

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