Jorge Moreno (Madrid, 1992) trabaja en el Basque Centre for Climate Change, concretamente en el proyecto europeo H2020 Paris Reinforce para el cambio climático. Este ingeniero aeronáutico, casi doctor, está investigando la relación entre cada uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Gran fan de los arreglos y reparaciones de prendas u objetos personales, su inteligencia aplicada puede remover más de una idea preconcebida y fomentar una forma de pensar más global. Claramente, puede ser uno de nuestros líderes del futuro.
Dices que uno no nace sabiendo, ¿por qué?
Cuando eliges una carrera universitaria, tienes 17 o 18 años. Estás expuesto a muchos entornos que a lo mejor no te permiten conocerte a ti mismo ni tomar bien una decisión tan importante. Incluso aunque te guste la materia.
¿Cuándo entraste en contacto con la problemática del cambio climático?
Pronto sentí que las salidas que me ofrecía la carrera aeronáutica no eran para mí. Y que no iba a estar lo suficientemente motivado para conseguirlas. Cuando acabé, explorando un poco, estudié una serie de cursos. Al final conseguí una beca para estudiar en Londres un máster de Ingeniería Medioambiental, y eso fue lo que me ayudó a reencaminar mi carrera profesional.
¿Este máster te abrió los ojos?
Sí, era muy transdisciplinar. Estudiaba con gente que venía de carreras distintas a la mía, como Filología. Sin embargo, me gustó que todos tuviéramos la perspectiva de entender el cambio climático como algo muy transversal. Me dio una visión general de cuáles eran los retos principales y me permitió acceder a otros lugares. La ciencia tiene el complejo de aportar más a estos temas que las humanidades.
Históricamente, los científicos han estado en su torre de marfil, dedicándose a investigar cosas que sólo les importaban a ellos. Para avanzar, es necesario que la ciencia que se investigue sea relevante para la sociedad.Y a la vez que haya un proceso que le permita a la ciudadanía acercarse a ello.
¿En qué consiste tu investigación personal?
En analizar los impactos que tendrían las estrategias de mitigación y reducción de gases de efecto invernadero en los ODS y cuáles son las conexiones con ellos. Es un poco estudiar la relación entre el ODS 13 (acción por el clima) con el resto de objetivos.
¿Estás viendo que tendemos a lugares comunes en el asunto del cambio climático?
Sí, recientemente se viene simplificando el cambio climático a los gases de efecto invernadero. Adoptar una estrategia para reducir estos gases puede no ser compatible con otros ámbitos y tener consecuencias negativas. Es decir, un gestor, un político o un empresario, a pesar de tener toda la buena intención, podría estar haciéndolo francamente mal.
¿Por ejemplo?
Se han propuesto muchas soluciones naturales, como plantar un montón de árboles. También soluciones tecnológicas que no se sabe si a gran escala van a poder ser realizables. Hay una serie de consecuencias que es importante tener en cuenta para poder elegir la estrategia correcta.
Una estrategia basada en que la sociedad sea más responsable en el consumo consigue reducir muchísimo los impactos medioambientales
¿Cómo se puede estudiar el impacto de una estrategia de antemano?
Trabajo con unos modelos que simulan la implementación de determinadas políticas medioambientales. Estos prevén cuál va a ser el transcurso de los próximos años, y si nos van a permitir cumplir con el Acuerdo de París, reducir el aumento de la temperatura y analizar las consecuencias en los otros ODS.
¿Todo está relacionado entonces?
Un informe reciente alertaba de que la crisis climática y la crisis de la biodiversidad son las dos caras de la misma moneda. No se pueden orientar las estrategias hacia una sin que la otra tenga consecuencias.
Es importante analizar el papel de la biodiversidad, el acceso al agua, a la comida… muchas soluciones pasan por los biocombustibles, y eso pone más presión al suelo, lo que hace que sea más difícil. El problema es de tal magnitud que una única solución simple no va a solucionarlo, hacen falta muchas soluciones diferentes a pequeña escala.
Entonces, no siempre está bien plantar árboles.
Hay una visión de que un árbol es la solución a todo, pero hay muchos ecosistemas para los que es perjudicial tenerlos. Existe biodiversidad que crece a raíz de tener una luz, y que haya árboles impide que llegue, o incrementa las posibilidades de incendios.
Lo que no es deseable es alterar los ecosistemas. Si en una región no ha habido árboles nunca, ponerlos ahora no crea automáticamente un ecosistema rico en biodiversidad. Como ocurre en otros sistemas de bosques que llevan años ahí.
¿Con qué entra en conflicto?
Con suelos que se usan para agricultura, por ejemplo. Si quitamos campos de cultivo para poner árboles, estamos haciendo que haya menos espacio disponible para los alimentos. Hay una serie de conexiones que me parece muy interesante analizar desde la perspectiva de cambio climático.
¿Gana aquí lo cuantitativo entonces?
El ámbito que yo manejo es más cuantitativo para el impacto que tienen determinadas políticas a lo largo del tiempo. Hay otras que son más sociales o de entender qué dinámicas pueden llevar a determinados grupos de población a aceptar estrategias de mitigación de gas efecto invernadero.
Los gobiernos tienen que incentivar los comportamientos para reducir los niveles de consumo
¿Crees en los ODS?
Los ODS son una continuación de los Objetivos del Milenio. Cuando en 2030 siga habiendo retos, seguramente se cree una agenda similar o mejorada, que nos marque las líneas del desarrollo sostenible.
¿Una de esas líneas podría ser cómo abordar los desafíos que precipita que haya refugiados climáticos?
La expresión refugiado climático no es correcta. Por un lado, la palabra refugiado implica que hay una cobertura legal que en realidad no hay. Por el momento, la Convención de Ginebra no contempla los desplazamientos motivados por causas climáticas. Además, la palabra climático alude exclusivamente a cambios en el clima.
Desde la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), estamos intentando hacer una campaña de sensibilización que amplíe el concepto, pues lo que son es desplazados medioambientales, porque no tienen cobertura legal. Pero no solo migran por causas climáticas, hay otras que tienen que ver con la degradación del medioambiente.
La gran mayoría de personas se mueven desde un entorno rural hacia las ciudades, dentro de un propio país. Hay casos en los que estos desplazamientos no se producen por el aumento de la meteorología extrema, sino porque muchas veces compañías extractivas hacen grandes proyectos y perjudican el medio de vida de estas poblaciones. Hay casos en Latinoamérica y África. Muchas veces esto se hace en nombre del progreso e incluso de las renovables.
En cuanto a las responsabilidades, ¿qué opinas?
Sería interesante, más que pasarse la patata caliente de unos a otros, ver cuáles son las conexiones entre los grupos. La manera en que consumimos tiene mucho impacto en las empresas.
Consumir es un acto político. Cuánto consumimos y a quién tiene un impacto muy grande y las empresas lo saben. Por eso dedican una gran parte de sus recursos a publicidad.
Con los años, ¿mejorará esta situación?
Pienso que sí. Hace años había mucha publicidad de tabaco. Las empresas sabían que era perjudicial para la salud, pero primaban los beneficios económicos. Con el tiempo se fue regulando. Ahora con el cambio climático pasa algo parecido.
Hay actividades que son muy perjudiciales para el medio ambiente, pero que se anuncian libremente. Hace décadas que las empresas americanas extractoras tienen informes que demuestran que los gases están provocando cambios en el clima. Sin embargo, no hicieron nada con ellos porque eso les restaría beneficios.
¿Qué podemos hacer como consumidores?
Como consumidores tenemos mucho poder. Sin embargo, los gobiernos tienen que redirigir un poco e incentivar los comportamientos para reducir los niveles de consumo que estamos teniendo. Así como limitar un poco la actividad de las empresas cuya prioridad está en los beneficios.
El gobierno tiene que acompañar, para que vayamos asumiendo que hay una serie de comportamientos que son más comprometidos con el medioambiente que otros.
El problema del clima es de tal magnitud que una única solución simple no va a solucionarlo
Según tus datos, ¿nuestro comportamiento es parte clave de la solución?
En los estudios que estoy haciendo para mi tesis, estoy viendo que una estrategia basada en que la sociedad tenga un consumo más responsable consigue reducir muchísimo los impactos medioambientales.
¿Y la sociedad, qué apoya y qué no?
En Francia o en Suiza recientemente se está viendo que las medidas enfocadas a reducir el impacto medioambiental y frenar el cambio climático no llegan a realizarse porque la sociedad no las apoya.
En Francia está el ejemplo de los chalecos amarillos y en Suiza el referéndum de la ley de cambio climático. Involucrar a la ciudadanía en estos procesos es primordial para incrementar la legitimidad de este tipo de políticas.
¿Qué hay de los investigadores? ¿Qué responsabilidad crees que no asumen?
Muchas veces nos quejamos de lo precaria que es la situación de los investigadores. Creo que no es nuestra culpa, pero debemos poner de nuestra parte en cuanto a comunicar mejor y hacer los temas más atrayentes, que atraigan también más financiación.
Estuviste trabajando en un think tank asociado a la ONU.
Sí, viene a ser como un centro de investigación pero que a la vez tiene tareas de divulgación y de concienciación. En este caso concreto analizábamos el progreso de los países hacia los ODS. Recabábamos datos sobre indicadores y hacíamos informes, buscando una visión integral y holística de los retos de la agenda 2030.
¿Qué países iban más avanzados en el logro de los ODS?
En los ODS hay objetivos medioambientales, económicos y sociales. Los países muy avanzados social y económicamente tenían los mayores impactos medioambientales. Los países nórdicos estaban arriba del ranking, pero en algunos casos tienen una gran industria extractiva o son peores en otro aspecto.
El problema está en que a nivel europeo se exijan unos estándares medioambientales altos y luego no se pongan trabas a la importación de países donde hay estándares más bajos.
¿Crees que la borrasca Filomena fue consecuencia del cambio climático?
Algo tuvo que ver seguro, es muy osado decir que Filomena se produjo por el cambio climático, pero que ha influido está claro. Hay datos más que objetivos, por ejempplo, que estos últimos años se ha registrado mayores temperaturas en la Tierra.
Yo creo que los hechos son innegables. Pero no es bueno reducir las consecuencias del cambio climático a algo tan concreto.
¿Algo o alguien que admires?
Sigo mucho a Yayo Herrero, una ingeniera técnica agrónoma y antropóloga con una labor de comunicación tremenda.
Dices que tenemos la escala de valores desordenada, ¿por qué?
Sí, la escala de valores la tenemos un poco desordenada y nos damos cuenta en situaciones como la pandemia. ¿Qué echábamos de menos cuando estábamos encerrados? A la gente, vernos, tocarnos…
En la imagen que abre esta entrevista, Jorge Moreno sostiene el cartel correspondiente al ODS 13 (acción por el clima). Define su biografía en cuatro sustantivos que serían: suerte, motivación, diversidad e ilusión. Aunque también añadiría autonocimiento, pues es clave para "tratar de salir un poco de tu zona de confort y ver dónde te sientes más a gusto", explica.
Suelen preguntarle si no tiene sentimientos negativos, ya que todos reman en contra haciendo más dificil su lucha. Sin embargo, responde que para su trabajo "es imporante no caer en el pesimismo".