El 24 de marzo, Senegal celebró unas elecciones presidenciales. Unos comicios que debían haberse celebrado el 25 de febrero; su anulación por parte del todavía presidente Macky Sall, supuso una decepción u provocó una movilización de la sociedad civil, hambrienta de cambios. Finalmente, el Tribunal ratificó la nueva fecha.
Para Mame Cissé Diop, a esa primera decepción le siguió otra: “Yo esperaba que este proceso electoral fuera una oportunidad para que las mujeres se pongan las pilas y para que tengamos un número mucho mayor de mujeres participando". Finalmente, no será así y de las 6 candidatas iniciales, solo una pudo ser elegida: Anta Babacar, candidata del partido Alternativa para la Próxima Generación de Ciudadanos (ARC, por sus siglas en francés).
Mame Diop, pertenece a la ONG senegalesa FODDE, coordina proyectos en los que se trabaja para fomentar la participación de las mujeres, también en la esfera política. Algo que no es nada fácil, especialmente en las zonas rurales. "Se ha aprobado la ley de paridad (2012), y nos felicitamos por ello, esto ha permitido respetar la paridad en ciertos niveles de la administración local. Pero seguimos teniendo problemas sobre cómo se incorporan las mujeres a las listas”.
Mame explica que en muchas ocasiones las mujeres son utilizadas para alcanzar la paridad en una lista y cumplir la ley, pero no tienen la capacidad, ni la formación, porque son elegidas por los propios representantes electos que “las utilizan para que vayan a aplaudirles en sus mítines”. Y recuerda: "Si no tenemos mujeres del nivel adecuado, no podrán desempeñar el papel que se espera de ellas a nivel de las autoridades locales".
Cuando Mame habla del “nivel adecuado” no se refiere a la necesidad de ostentar un título, sino a conocer cómo funciona la administración y sobre todo a las “ganas” de servir a su comunidad. “En las zonas rurales hay mujeres que no han ido a la escuela, pero que entienden muy bien cómo funciona todo y que desempeñan un papel muy bueno como autoridad local".
Mame cree que el interés de las mujeres senegalesas por la política está aumentando “porque ven cómo afecta a sus vidas”. Pero en una sociedad en la que los factores socioculturales y patriarcales están muy arraigados, las mujeres "no se atreven a dar el paso, tienen miedo de los demás, no han sido educadas así, temen ser reprendidas en su casa".
A pesar de eso, la imagen de mujeres ejerciendo la política no está mal vista. Al contrario, "cuando ves a mujeres elegidas, es motivo de orgullo. Son un modelo para otras mujeres". Por eso muchas veces las invitan a los talleres para fomentar la participación que llevan a cabo.
Aunque sabe que no solo es cuestión de querer, sino de poder. Llevar a cabo una campaña exige de muchos medios económicos, que la mayoría de las veces corren por cuenta de las personas candidatas. Y ahí se ve aún más que las mujeres y los hombres no están en igualdad de condiciones.
Por eso, "pedimos que se refuercen las capacidades económicas de las mujeres. Las mujeres necesitan medios económicos para hacer campaña", subraya Mame. Es ahí cuando se ve el papel fundamental que juegan algunas ONG senegalesas: "La sociedad civil está muy implicada. Hay ONG que trabajan para reforzar las capacidades de las mujeres. E incluso hay organizaciones que apoyan las candidaturas de mujeres, ayudándolas a obtener los recursos materiales que necesitan para hacer campaña y ayudándolas con técnicas de comunicación para hablar en público, debatir, etc.".
La situación socioeconómica en Senegal ha empeorado en los últimos años, los jóvenes, y especialmente las mujeres, han tomado conciencia de la situación y “cada vez vemos a más mujeres tomar la decisión de huir de Senegal en busca de mejores oportunidades en otros lugares. Ellas ya no tienen miedo de afrontar el desierto o el mar”. La región de la Casamance es conocida precisamente por la alta tasa de migración “En algunos pueblos ya no verás ningún joven, es desolador. No hay una política adecuada para animar a las mujeres y a los jóvenes a permanecer en su país", se queja Mame.
Tras las elecciones, sigue sabiendo que las cosas están lejos de cambiar para las mujeres, a pesar de los pequeños avances. Y zanja: “Las mujeres tienen que saber que su papel no es cocinar, no es aplaudir a los hombres. Tienes que interesarte por la política. Tienes que ir a hablar, participar en debates, pedir que te incluyan en las listas, pedir que te den cargos. Si no lo pides, nadie lo hará por ti”.
*** Carol García es coordinadora de comunicación en Alianza por la Solidaridad-ActionAid.