Es evidente que estamos inmersos en una situación de no retorno en cuanto a protección medioambiental se refiere. Nos encontramos en un escenario límite motivado, en gran medida, por la falta de concienciación que como sociedad hemos arrastrado durante décadas. Ha sido demasiado tiempo el que hemos mirado hacia otro lado. Afortunadamente, aunque más tarde de lo esperado, hemos superado esa falta de sensibilidad ambiental.
De hecho, los temas relativos a preservación del planeta llevan años siendo una de las cuestiones que más preocupan a los españoles. Según los resultados del último barómetro del CIS, el cambio climático continúa situándose como uno de los ámbitos que más inquietud nos generan.
Al igual que en otros desafíos, estamos ante un reto que necesita del compromiso y la acción conjunta de todos los actores sociales. Administración pública, sector privado y ciudadanos. Cada uno de nosotros, desde nuestra posición y competencias, tenemos el deber de activar las herramientas y acciones oportunas que frenen, o al menos contrarresten, los efectos de la que ya es considerada la principal amenaza del bienestar medioambiental; el cambio climático.
En este sentido, las empresas ejercemos un papel esencial en este propósito común. Somos quienes debemos capitanear el que, podemos llamar, el plan de rescate. Dicho de otro modo, ser ejemplo de que podemos ser la solución al problema. Y, para abordar este papel, se hace imprescindible un ejercicio de autoevaluación.
Aunque para muchos pueda resultar prescindible, es esencial que seamos conscientes del impacto real de nuestra actividad, además de cuantificarlo, pues solo de esta manera seremos capaces de diseñar iniciativas realmente eficaces y marcarnos objetivos reales, a la vez que ambiciosos, que contrarresten nuestra huella ambiental.
Precisamente, en este contexto de autoanálisis, y tomando como base el firme compromiso adquirido por parte de Pascual de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, desde la compañía se puso el foco en una de las conclusiones de los informes del IPPC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático).
Estos indican que la actividad ganadera supone un 14,5% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Y el metano, en concreto, juega un papel importante en todo esto, tanto que en España la mitad de las emisiones de este gas provienen de los eructos de las vacas. Así, como fruto de dar respuesta a esta cuestión, surge Mesta, la primera plataforma en España de proyectos de reducción de emisiones de metano en el sector primario.
En concreto, Mesta es una nueva sociedad creada por Pascual Innoventures junto con 7R Ventures, cuyo propósito es acelerar la transición ecológica en el sector primario y, para ello, se dirige a compañías que quieran reducir o compensar sus emisiones con proyectos locales y de impacto a corto plazo.
De este modo, materializamos nuestra responsabilidad de ser parte de la solución al problema puesto que gracias a nuestro conocimiento y más que avalada experiencia en el sector, hemos sido capaces de diseñar un proyecto que es extrapolable a otras ganaderías más allá de las de Pascual.
Y, por tanto, contribuimos a que el sector a nivel global se posicione como una industria comprometida que se involucra de manera activa para neutralizar sus emisiones. Una tarea que, a su vez, impacta en la actividad los ganaderos pues mejora su producción y crear nuevas líneas de productos bajos en emisiones que les proporcionan más beneficios.
Los resultados cosechados hasta el momento por Mesta en proyectos de Pascual son garantía de que estamos en el camino correcto de cara a acelerar la transición hacia la neutralidad climática de nuestra cadena de valor. De hecho, la piedra angular de Mesta se basa en un proyecto en el que Pascual lleva trabajando durante los últimos años que toma como nombre de Alivac.
Esta iniciativa, puesta en marcha en colaboración con el Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI), gira en torno a la alimentación de precisión de las vacas y la relación directa con la reducción del impacto ambiental en el vacuno de leche, lo cual está ratificado por un reciente meta-análisis realizado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
En concreto, con Alivac se mejora la alimentación de las vacas proporcionándoles un complemento alimenticio natural, basado en la nutrición de precisión, que consigue reducir las emisiones de metano en rumiantes significativamente, pero sin perjudicar su salud y bienestar.
Gracias a los avances cosechados con este proyecto y al lanzamiento de Mesta, Pascual ha logrado reducir sus emisiones de metano un 10% por cada una de sus vacas en la ganadería de Fuentespina, ubicada en la provincia de Burgos. Además, en esta misma explotación ganadera, se ha instalado recientemente un digestor de biogás, que convierte los residuos de las 250 vacas lecheras que pasan por la finca en energía renovable.
Otro ejemplo lo encontramos en Palencia. En este punto, el equipo de la ganadería de Quintanadiez de la Vega está proporcionando estos suplementos alimenticios a 260 vacas lecheras de la explotación y haciendo un seguimiento de su progreso hacia sus niveles de emisiones objetivo. Con ello, se están reduciendo los niveles de emisión de metano por encima del 10%.
Lejos de conformarnos con estos ya reseñables avances, los objetivos que nos hemos marcado en Mesta son ambiciosos. No podían ser menores, el desafío que tenemos por delante así lo demanda. Por ello, nos hemos propuesto eliminar 4.800 toneladas de CO2 equivalente durante 2023 y llegar a las casi 40.000 toneladas de CO2eq evitadas para 2030. Ya estamos trabajando en conseguirlo ejecutando los proyectos que tenemos en marcha y ayudando a nuevos actores que quieren ser parte de esta reducción de emisiones de metano en otras explotaciones ganaderas.
Por otro lado, además de la alimentación de precisión, en Mesta vamos un paso más allá y también ponemos el foco en la compensación de emisiones generando créditos de carbono de calidad para terceros a través de la tecnología blockchain Trinity AgTech.
En definitiva, tal y como apuntaba al inicio, ser parte de la solución a los problemas medioambientales es parte esencial del sector empresarial y Mesta es, precisamente, un claro ejemplo de esta tarea tractora que tenemos encomendada.
***Diego Paradinas es CEO de Mesta.