La Plataforma Tecnológica Española de la Construcción y Railway Innovation Hub ha lanzado ‘La Estación del Futuro’, una iniciativa colaborativa en la que han participado 41 entidades (empresas, centros tecnológicos y universidades) para generar un documento-guía que asienta los cimientos de cómo deben ser las estaciones del futuro.
[¿Cuál será el auténtico motivo de semejante enfado?]
Y, todo ello, teniendo muy presente las demandas que realizan los ciudadanos. Se trata de un nuevo ejemplo que evidencia la necesidad de colaboración entre plataformas, que da como resultado una valiosa contribución a la industria, y en la que hemos tenido la oportunidad de aportar conocimiento.
Como resultado, 'Estación del Futuro' aborda los retos para mejorar, actualizar y crear las estaciones que los viajeros solicitan: cero emisiones, ágiles, confortables y que aseguren una buena calidad de servicio. Así lo reflejó la última encuesta realizada por Free Now y así lo han reflejado los investigadores que toman como ejemplo las estaciones de tren japonesas que funcionan como una localización urbana más, ofertando ocio y comercios e incluso espacios de trabajo e invitando así a los usuarios a disfrutar de la experiencia más allá del mero medio.
No olvidemos que, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), más de 322,5 millones de pasajeros utilizaron el transporte público en España el pasado mes de julio, un 22,8% más que en el mismo mes del año 2021. La demanda del ferrocarril incrementó un 35%, posicionándose cómo la segunda opción a la que más se recurrió, pero ¿qué camino deben seguir las estaciones ferroviarias para ser referentes?
Las estaciones son grandes focos de innovación tecnológica y que, con el soporte de las herramientas adecuadas (IA, digitalización), puede dar una rápida respuesta a las necesidades más imperiosas. Estas son, esencialmente, dos: la experiencia de usuario y sostenibilidad. Aunque sobre este último punto es importante tener en cuenta que el método de transporte más eficiente energéticamente hablando en términos de energía final es el ferroviario.
Los usuarios ya son conscientes de que las estaciones han dejado de ser algo más que un simple lugar de paso o intercambio, y es fundamental analizarlos -cómo ya se hace en otros países anteriormente citados- para conocer qué expectativas y necesidades debemos satisfacer. Debemos recordar que la primera impresión que un viajero tiene de una ciudad es su estación, un aspecto fundamental a tener en cuenta a la hora de analizar la importancia y papel de las estaciones de tren.
La Inteligencia Artificial, clave para las estaciones del futuro
Una de las soluciones pasa por la implantación de Inteligencia Artificial que permita tomar decisiones en tiempo real, generando esa seguridad, eficiencia energética y confort que demandan los clientes. Gracias al Big Data, por ejemplo, podremos obtener el patrón de comportamiento de los pasajeros en las terminales, ayudando incluso a predecir sus tiempos de llegada. Con dicha información se podrá contar con los recursos necesarios para evitar tiempos de espera o aglomeraciones, mejorando la experiencia de usuario.
Ahondando en el uso de la IA, combinado con el conocimiento de los edificios inteligentes, se podrá incrementar la capacidad de racionalizar, optimizar e innovar el funcionamiento de los edificios y, por ende, la utilización eficiente de los recursos energéticos.
Según un informe de la Agencia Internacional de la Energía, los sistemas de iluminación y calefacción, ventilación y aire acondicionado representan alrededor del 65% del consumo total de electricidad de edificios comerciales. Y es probable que estos sistemas también representen un porcentaje significativo del consumo eléctrico de una estación de ferrocarril.
Algunas estaciones ya han implementado medidas de eficiencia energética, como la iluminación LED, los sistemas de automatización de edificios, el uso de energías renovables como la eólica, solar o hidroeléctrica. La aplicación de las tecnologías es un paso necesario para acercarnos a los objetivos de reducción de consumo y, a su vez, de ahorro de costes.
Aquí entra en juego, de nuevo, la transformación digital a través de la aplicación de tecnologías de medida y comunicación en las protecciones eléctricas, puesto que estas últimas como puntos de medida -tanto de variables eléctricas como valores de uso y eventos con fecha y hora- hacen posible optimizar y mejorar el mantenimiento remoto y local.
Adaptar aparatos ya existentes y probar tecnologías de medida y comunicación para futuras implementaciones dentro de la estación debería ser un hecho consumado. Hablamos de tener la oportunidad, en tiempo real, de conocer la salud de los activos y que el personal indicado pueda estar informado y actuar inmediatamente en caso de alarma.
En definitiva, no solo es una obligación adaptar las estaciones actuales con soluciones existentes para mejorar la sociedad en general, sino que, gracias al trabajo de empresas punteras de carácter nacional e internacional e instituciones, contamos hoy con una guía que permitirá que las futuras estaciones estén a la altura de las más punteras a nivel mundial.
Contamos con las herramientas y los recursos. Solo nos falta ponernos manos a la obra.
*** Virginia Saiz García, es gestora de cuentas de innovación de Innovation Account Manager Ayming.