Entre las decoradas paredes del Casino de Madrid, un año más, su majestad la reina doña Sofía ha presidido los Premios Sociales de la Fundación Mapfre. Este galardón es un reconocimiento a las empresas que apoyan a las personas en un momento en el que parece que el mundo hace más por separarse que por unirse.
Antonio Huertas, presidente de la fundación, dijo en su discurso: "Estamos dilapidando millones de euros que deberíamos estar destinando al progreso y al desarrollo de la humanidad", en un guiño a los conflictos de Ucrania y Oriente Medio.
Y ha recordado, una vez más, que la razón de los premios y de la fundación es apoyar a "personas e instituciones que no se rinden, que sea cual sea el entorno, estaban, están y estarán ahí mientras sigan siendo necesarias".
En un puesto honorífico, la dramaturga Núria Espert (Barcelona, 1935) ha recibido el premio especial a toda una vida profesional José Manuel Martínez Martínez. Esta actriz de teatro, cine y ópera, y directora de escena ha tenido una excepcional trayectoria, por su dedicación al arte, y por su compromiso y solidaridad con causas sociales.
Ha representado más de ochenta montajes teatrales, una decena de largometrajes y nueve óperas. Espert ha demostrado una pasión por el teatro clásico, manteniendo siempre vivos los ideales del humanismo. Sus interpretaciones en obras como Yerma o Las criadas, así como su dirección en La casa de Bernarda Alba y Madame Butterfly, han sido aclamadas por la crítica y por el público, consolidando su reputación como una de las figuras más destacadas de la escena interpretativa internacional.
Después de tan prolífica carrera ha querido agradecer el papel de toda esa gente que ha contribuido a que una niña de Hospitalet de 12 años saliera de Cataluña para subirse a las tablas en Madrid. Y al público "que ha acompañado mi crecimiento, perdonado mis errores y disfrutado con emoción los aciertos".
Otro de los galardonados ha sido el proyecto Moda-Re de Cáritas, que fomenta la inserción de personas vulnerables en el trabajo. También la organización Special Olympics consigue el reconocimiento de una población invisibilizada, pero que muchas veces demuestra la esencia del ser humano. Y la empresa familiar de Ibéricos Joselito, que reivindica el papel del campo.
Reciclar ropa, reinventar personas
Moda re-, impulsada por Cáritas España, es una cooperativa de iniciativa social sin ánimo de lucro que gestiona el ciclo completo de la ropa usada. Inspirados en lo que fueron los roperos de las diócesis, nació este proyecto que se encarga de la recogida, reciclaje, donación y venta, y además la inserción laboral del personal.
Manuel Bretón, presidente de Cáritas España, cuenta a EL ESPAÑOL | ENCLAVE ODS que este proyecto tiene dos patas, el textil y el otro el social. Por un lado, recogen anualmente más de 44 millones de kilos de ropa en toda España, y por otro, crea empleo para más de 1.400 personas, de las cuales un 55% están en riesgo de exclusión social.
"Moda Re- consigue apoyar al trabajador en su itinerario laboral. Esto incluye también aspectos como formación en idiomas, habilidades digitales o crear un curriculum", dice Bretón. Y además, su labor permite reducir las emisiones de CO₂ y el consumo de agua, reforzando así su compromiso con la protección del medio ambiente
Acostumbrados al 'no' ahora es 'sí'
Special Olympics es una organización deportiva internacional que trabaja para transformar la vida de personas con discapacidad intelectual y romper estereotipos, y buscan la integración a través del deporte. De todas las actividades que desarrolla se benefician más de 3 millones de deportistas, como Valentina García.
García recogió el premio por ella y por todos los deportistas que tiene detrás. "Tengo una discapacidad intelectual, y aunque el camino ha sido siempre fácil, y haya tenido que hacer frente la incomprensión de muchos, nunca he dejado que esa realidad defina mis posibilidades. Tengo la certeza que puedo ofrecer tanto como cualquier otra persona".
El impacto de Special Olympics se extiende más allá del ámbito deportivo, incluyendo iniciativas sociales, de salud y educación. En este sentido, garantizan que la atención sanitaria sea inclusiva y accesible y asegura la formación adecuada para que los profesionales médicos brinden un trato de calidad a los pacientes.
Daniel Evangelista, presidente de Special Olympics por Europa Eurasia, decía por su lado que la población que está acostumbrada a escuchar 'noes' ahora escucha 'síes'. Y afirma que tiene mucho que enseñar en valores y sentimientos: "Ellos tienen algo que nosotros necesitamos, ¿seremos valientes para reconocerlo o seremos tan débiles y cobardes de reconocer la verdad?".
La dehesa en equilibrio
La empresa familiar Joselito se ha llevado el galardón de mejor iniciativa en el sector agropecuario. Se le ha reconocido el compromiso con la producción responsable, tanto en el ámbito social como medioambiental.
Pero José Gómez, Joselito de sexta generación, argumenta que este premio es por algo que ellos llevan haciendo desde siempre: cuidar la dehesa, la naturaleza y la gente del campo. Por ejemplo, ellos no plantaban árboles solo por reforestar, sino por el simple hecho de que si no lo hacían, dentro de 100 años no habría encinas en la dehesa. Es su modo de vida. Solo por eso plantaron 500.000 árboles, apoyando todos los valores ecosistémicos.
Otro buen ejemplo de ello es el proyecto Dehelife, cuyo objetivo es restaurar la tierra y preservar la biodiversidad del suelo, especialmente ante la enfermedad de ‘la seca’, el principal problema de las dehesas, que amenaza la viabilidad de la ganadería extensiva de cerdo ibérico y sus productos asociados.
En el ámbito social, actualmente, apoya a más de 1.000 familias en el ámbito rural dando trabajo, viviendas, asistencia sanitaria privada y formación de calidad, todo ello para asegurar el futuro en el campo, y del campo.