La eficiencia energética y la descarbonización de las oficinas son objetivos de los que dependerá, en gran medida, el futuro de los edificios. El camino de la transición ecológica incluye necesariamente a las empresas, ya que, en un contexto marcado en Europa por la incertidumbre en lo que a disponibilidad de la energía respecta, la optimización de recursos es clave para la supervivencia de cualquier compañía.
Nuestro país, aunque en vivienda se queda a la cola del bloque —el 87% de los hogares tienen una calificación energética E, F, o G, según UCI—, sí que está logrando esta tarea de adaptación en términos generales. España ocupa el octavo puesto de la lista global de eficiencia energética del International Energy Efficiency Scorecard. Además, también presume de sostener algunos de los buques insignia de la arquitectura del siglo XXI.
Uno de ellos protagoniza una de las estampas más míticas del skyline madrileño y es, aseguran su propietaria Mutua Madrileña, el rascacielos más sostenible jamás erigido sobre nuestra geografía. Si alguna vez ha recorrido el paseo de la Castellana, es muy probable que no haya podido evitar alzar la mirada para observar esta imponente obra de 30 plantas a la que muchos conocieron antaño como el enchufe de Madrid. Son las Torres Colón, y en ellas están las oficinas del futuro.
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Construidas entre 1967 y 1976 por el arquitecto madrileño Antonio Lamela y los ingenieros Leonardo Fernández Troyano, Javier Manterola y Carlos Fernández Casado, estos edificios gemelos están realizados a partir de una estructura suspendida y en su momento, hasta la construcción de la Torre Picasso en 1989, albergaron las oficinas más altas de la capital.
Desde entonces, las Torres Colón han sido objeto de numerosas reformas, las más ambiciosas anunciadas en diciembre de 2019 por Mutua Madrileña junto al estudio de arquitectura luis vidal + architects. El proyecto de rehabilitación de su estructura, desarrollado por la empresa Calter, comenzó en 2020 y ahora, con las obras finalizadas, recibe el premio a la mejor actuación en proyectos de ingeniería, otorgado por el Colegio de Ingenieros de Caminos de Madrid.
Una joya 'verde' arquitectónica
Con una superficie de 20.298 metros cuadrados distribuidos en 30 plantas, así como con un parking con 123 plazas, las torres han sido reforzadas en su estructura y la reforma ha servido para realzar las características del edificio suspendido, adaptándolo para integrar las nuevas necesidades del siglo XXI, principalmente orientadas a la sostenibilidad y el bienestar de las personas.
Además, la reforma, cuyo objetivo ha sido cumplir "una exigencia de sostenibilidad y de compromiso con el medio ambiente", ha transformado las torres en un edificio de consumo casi nulo. Estas consumirán aproximadamente un 60% menos de energía que un inmueble de similares características, con la totalidad del consumo eléctrico con origen renovable y casi un 10% de la energía autogenerada en el inmueble.
Además, adelanta Mutua Madrileña, las Torres Colón contarán con las certificaciones internacionales más exigentes. En concreto, el inmueble obtendrá las certificaciones Well Platino y Leed Oro. "Ambos sellos acreditan la implementación de las mejores prácticas en diseño y construcción, poniendo especial atención en la eficiencia energética y en los aspectos relacionados con la salud y el bienestar de los usuarios de Torres Colón", explican.
Entre las muchas acciones realizadas para conseguir este nivel de excelencia destacan el incremento de un 40% de la ventilación natural, el uso de la luz natural y materiales sin componentes volátiles y una fachada de alta eficiencia capaz de mejorar el comportamiento térmico y acústico del edificio. Además de contar con espacios exteriores ajardinados, su sky office con terraza permite disfrutar de una espectacular vista 360º sobre la ciudad.
Comprometido con el futuro
Otro hito que convierte las Torres Colón en un edificio referente en sostenibilidad es que aplicará principios de economía circular para optimizar la gestión integral de residuos. "El fomento de proyectos que limiten nuestro impacto y el de sus clientes en el medio ambiente constituyen de esta manera otro eje de actuación de Mutua Madrileña, huyendo del esquema tradicional extraer-usar-tirar hacia una nueva cultura en la que no quepa el residuo", afirma la entidad aseguradora.
Este compromiso se acreditará con la certificación ZWTL (Zero Waste to Landfill), sistema de gestión de residuos que garantiza el control, seguimiento con total trazabilidad del proceso, y valorización de los mismos. Toda la cartera de edificios comerciales de Mutua Madrileña también cuenta con esta certificación.
En 2023, el grupo logró certificar la totalidad de sus edificios con las certificaciones ambientales ISO 14001 e ISO 50001, pasando de los 14 edificios acreditados que tenía en 2022, hasta los 27 que tiene hoy. El primero garantiza la eficiente gestión de los inmuebles del grupo y confirma su compromiso con la gestión responsable de sus edificios. Por su parte, el ISO 50001 convierte a la aseguradora española en la que más edificios certificados tiene bajo esta norma, la mayoría de gran altura y todos ellos ubicados en Madrid.