Tras más de una década de negociaciones, los países miembros de la ONU alcanzaron el pasado 4 de marzo un "histórico" acuerdo para establecer un tratado que proteja los océanos.
El documento llega tras una maratoniana ronda de negociaciones que comenzó el pasado 20 de febrero con "voluntad de llegar a la meta final" y que tenía previsto su cierre el viernes 3, pero continuó durante toda la noche y la jornada del sábado, con más de 35 horas seguidas de discusiones, para limar las últimas diferencias, según ha adelantado EFE.
Esta conferencia intergubernamental ha buscado y conseguido concretar un nuevo tratado sobre la alta mar para garantizar la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad marina en las áreas situadas fuera de las jurisdicciones nacionales.
Cabe recordar que el último acuerdo internacional sobre la protección de los océanos se firmó tras la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar en 1982.
Como explica la BBC, las especies marinas que viven fuera de las zonas protegidas en los últimos años se han visto amenazadas por el cambio climático, la sobrepesca y el tráfico marítimo. De acuerdo con la Unión Internacional para Conservación de la Naturaleza (UICN), la última evaluación de estas especies alertó que el 10% están en peligro de extinción.
El Tratado Global de los Océanos, como explica EFE, sienta las bases para establecer zonas marinas protegidas. Este debe facilitar que se cumpla la promesa internacional de salvaguardar al menos el 30% de los océanos para el año 2030, alcanzada en la COP15 de Biodiversidad.
"El barco ha llegado a la costa", ha anunciado la presidenta de las negociaciones, Rena Lee. Sin embargo, la adopción formal del acuerdo tendrá que esperar a que los grupos técnicos garanticen la uniformidad de los términos empleados en él y se traduzca a las seis lenguas oficiales de la ONU.
El nuevo tratado pondrá límites a la pesca, las rutas de navegación y actividades de exploración, como la minería de aguas profundas, en la que se extraen minerales de un lecho marino a 200 metros o más de profundidad, adelanta la BBC.
Cambio real en el mar
Desde Greenpeace apuntan que este "histórico" tratado supone una victoria monumental para la protección de los océanos y una señal importante de que el multilateralismo aún funciona en un mundo cada vez más dividido.
“Hoy es un día histórico para la conservación y una señal de que en un mundo dividido, proteger la naturaleza y las personas puede triunfar sobre la geopolítica. Elogiamos a los países por buscar compromisos, dejar de lado las diferencias y emitir un tratado que nos permitirá proteger los océanos, aumentar nuestra resiliencia al cambio climático y salvaguardar las vidas y los medios de subsistencia de miles de millones de personas”, ha declarado Pilar Marcos, responsable de Océanos en la delegación de Greenpeace en Naciones Unidas.
Y añade: “Por fin podemos pasar de las palabras a un cambio real en el mar. Los países deben adoptar y ratificar formalmente el tratado lo más rápido posible para que entre en vigor y poder crear los santuarios marinos que nuestro planeta necesita. El tiempo sigue corriendo para poder alcanzar el objetivo de protección 30x30. Nos queda media década y no podemos ser complacientes”.
Por su parte, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha señalado en un tuit que se trata de “una de las noticias más deseadas de la semana” y ha expresado su satisfacción: “Por fin, acuerdo para la protección de la biodiversidad más allá de las aguas jurisdiccionales. Ha costado demasiados años y el océano lo necesita”.
La Comisión Europea también ha celebrado este domingo 5 de marzo el acuerdo alcanzado y ha asegurado que la Unión Europea trabajará para que sea ratificado rápidamente y para ayudar a los países en desarrollo a implantarlo.
Un océano saludable
La alta mar es el hábitat más grande de la Tierra y el hogar de millones de especies. Actualmente, solo está protegida un 1%, pero el nuevo tratado proporcionará, como adelanta EFE, un camino para establecer áreas marinas protegidas en estas aguas.
Además, el documento será una herramienta clave para conseguir el objetivo pactado en Kunming-Montreal de al menos un 30 % de protección de los océanos del mundo de cara a 2030.
Este es el nivel mínimo de protección que los científicos advierten que es necesario para garantizar un océano saludable, recuerdan desde la High Seas Alliance.
Según Minna Epps, directora del programa global Marino y Polar UICN, el tratado abre el camino para que la humanidad finalmente brinde protección a la vida marina en nuestro único océano.
"Su adopción cierra brechas esenciales en el derecho internacional y ofrece un marco para que los gobiernos trabajen juntos para proteger la salud global de los océanos, la resiliencia climática y el bienestar socioeconómico y la seguridad alimentaria de miles de millones de personas", dice.
Lucha por los recursos
Epps, además, explicó que el principal problema para alcanzar el acuerdo ha sido el reparto de los recursos genéticos marinos, que son el material biológico procedente de plantas y animales del océano, que puede tener beneficios para la sociedad como productos farmacéuticos, industriales y alimentos.
Según la BBC, las naciones más ricas disponen hoy de los recursos y la financiación para explorar las profundidades oceánicas, pero las más pobres quieren asegurarse de que los beneficios que encuentren se compartan de forma equitativa. Además, el investigador de la Universidad de Estocolmo, Robert Blasiak, afirma que el reto estriba en que nadie sabe cuánto valen los recursos oceánicos y, por tanto, cómo podrían repartirse.
En cualquier caso, de acuerdo con el medio británico, los países tendrán que reunirse de nuevo para aprobar el tratado y luego les quedará mucho trabajo por hacer antes de que el documento pueda aplicarse. La directora del equipo de gobernanza oceánica de Pews Trust, Liz Karan, declaró a la BBC que habrá que crear muchos órganos institucionales, como el Comité Científico y Técnico.