Una manada de lobos mató durante la pasada Nochebuena a 23 cabras de una explotación ganadera del municipio de Prádena del Rincón, perteneciente a la Reserva de la Biosfera de la Sierra del Rincón y situado en el extremo nororiental de la Comunidad de Madrid.
Tal y como ha informado la Unión de agricultores, ganaderos y silvicultores de la Comunidad de Madrid (Ugama) en una nota de prensa, el ganadero afectado, identificado con las siglas L.G.S., se levantó el día de Navidad sin poder localizar a 23 de sus cabras. Tras una intensa búsqueda durante el fin de semana, logró localizar a 8 cabras muertas y una malherida.
Ugama, según ha recogido la agencia de noticias Europa Press, ha denunciado “el drama que sufren a diario los ganaderos de la región, que tienen que soportar el ver a sus animales parcialmente devorados y vivos; animales, al parecer excluidos de la ley de derechos y bienestar de los animales”.
En este sentido, el comunicado de la Unión ha destacado que el rebaño atacado disponía de la protección de cuatro mastines y otros diversos medios frente al ataque de los lobos, pero cuando una manada se ceba con un objetivo, “no para hasta provocar el mayor daño posible”.
El ganadero, que prefiere mantener su nombre en el anonimato, ya había ganado una sentencia anterior por reclamación de daños patrimoniales a la Comunidad de Madrid. En la actualidad, sigue esperando a que se dicte sentencia en otra demanda judicial interpuesta por los mismos motivos, según ha recogido Europa Press.
“Según la orden de ayudas para compatibilizar la actividad ganadera con la existencia de lobos, perros asilvestrados y buitres de la Comunidad de Madrid, recientemente actualizada en noviembre de 2022, de las 23 cabezas desaparecidas sólo le serán mal indemnizadas las 9 encontradas", denuncian desde Ugama. Actualmente, la indemnización de la Comunidad de Madrid no supera los 60 euros por cordero o cabrito lechal que ha sufrido este tipo de ataques.
La organización critica la “desprotección y el desamparo” que sufre el sector ganadero por parte de una administración “insensible que establece normativas unilaterales e injustas”. Asimismo, añaden, hacen “caso omiso a lo dictado por el Tribunal Supremo, que además de crear jurisprudencia debería de servir para que las distintas administraciones adecuaran sus normativas”.
Todo ello para evitar que los ganaderos tengan que “recurrir reiteradamente a los tribunales, con el consiguiente gasto superfluo de ganaderos y contribuyentes, para obtener una indemnización acorde a las pérdidas sufridas por los ataques de lobos".
El debate en torno al lobo
En los años 60 y 70, el lobo ibérico estuvo a punto de extinguirse tras la caza sin control alguno de poblaciones con venenos, cepos o lazos y en cualquier época del año. La Ley de Caza de 1970 vino a terminar con ciertas prácticas y prohibió algunos métodos, como el veneno, lo que favoreció la relativa recuperación de la especie.
En la actualidad, son cuatro las comunidades que acogen el 95% de la población total de lobos de nuestro país: Galicia, Castilla y León, Asturias y Cantabria. Según las últimas estimaciones, hay entre 2.000 y 2.500 ejemplares en todo el territorio español.
El problema es que, al igual que ha ocurrido con el rebaño de L.G.S., la mayoría de los ejemplares de nuestro país habitan en parajes con una amplia actividad ganadera que denuncian habitualmente ataques indiscriminados de los lobos a sus animales.