El 90,8% de los jóvenes españoles de entre 18 y 35 años conoce el sida. Sin embargo, según el X Barómetro ‘Los jóvenes y el sexo’, realizado por Control, 1 de cada 5 continúa pensando que es una enfermedad mortal.
Pero la realidad es muy diferente. Los múltiples avances médicos de las últimas décadas han convertido al sida en una enfermedad con la que se puede vivir (y convivir). Eso sí, siempre y cuando haya un diagnóstico temprano y un correcto tratamiento.
La aceptación de la enfermedad sigue siendo complicada. “Contar con el apoyo de allegados y por supuesto de profesionales, ayudará positivamente a obtener una información adecuada y de calidad que ayude a eliminar los miedos e inseguridades acerca de la enfermedad", afirma Marta Recio, sexóloga y ginecóloga integrativa colaboradora de Control y una de las personas que están detrás del barómetro.
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Y añade: "Partiendo de la base de una buena comunicación, aceptar la convivencia con el virus contribuye a su normalización y, por lo tanto, a una mayor comprensión por parte de la persona no portadora, reforzando positivamente a la que lo padece".
Según el estudio, el miedo condiciona las relaciones sexuales de las personas con VIH. "Cuando la enfermedad entra en la vida de una persona, el miedo tiende a apoderarse de ella. Miedo que puede llevarlas a no querer mantener relaciones sexuales de una manera libre o fluida, como hasta ahora hacían, a pesar de tomar medidas de protección", explica Ana Blázquez, sexóloga y terapeuta de pareja.
Por eso, asegura, "muchas personas deciden esperar a poder tener una relación más estable, y con un vínculo, que comprenda, acepte y, sobre todo, sea capaz de ver más allá de la enfermedad. En los peores casos, otras tienden a sostener relaciones que no desean o son tóxicas para ellas, por miedo a no encontrar otra persona que les acepte teniendo esta enfermedad".
El barómetro realizado por Control, además, asegura que existe una falta de prevención en materia de salud sexual. Más del 71% de los jóvenes españoles no se ha hecho nunca una prueba para conocer si tiene VIH. Y eso cuando el 45,9% afirma no usar el preservativo para evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual (ETS).
Además, según Cegedim Health Data España, los contagios de VIH han aumentado en un 343% en los últimos cinco años. "Cuando surge en los 80 el boom de la enfermedad, hay toda una generación que se conciencia del SIDA y de las ETS", recuerda Blázquez.
Sin embargo, remarca, "de un tiempo a esta parte, nos encontramos con un colectivo, sobre todo el heterosexual, que siente que el SIDA y las ETS no van tanto con ellos, relajándose notablemente en el uso del preservativo".
Para Blázquez lo más preocupante ahora mismo es "el aumento, principalmente, de mujeres heterosexuales que, por múltiples factores (presión social, de la pareja, más miedo al embarazo que a las ETS y al SIDA), han mantenido relaciones sexuales sin preservativo, poniendo en claro riesgo su salud física y emocional".
Además, los datos del barómetro confirman que más del 23% de los jóvenes no se preocupa por el estado de salud sexual de la persona con la que mantiene relaciones sexuales. “Estamos viviendo una época de completa despreocupación por la salud sexual, empezando por la propia”, comenta Recio.
Y es que, asegura, son muchas las jóvenes que acuden a su consulta ginecológica cuando han pasado más de 2, 3 o incluso 5 años manteniendo relaciones sexuales de riesgo y "sin preocuparse ni realizarse estudios por ello". Parece, dice, que el embarazo es "lo único que realmente les preocupa y con la píldora del día después 'les vale'".
La ginecóloga insiste en que es "típico" escuchar frases como “a mí no me va a pasar”, “eso ya no existe” o “ellos me dicen que están sanos”.