Luchar contra la despoblación se ha convertido en una prioridad en los territorios rurales, donde los habitantes ven vaciarse a los pueblos, que poco a poco van quedándose sin tiendas, servicios básicos, gente... En definitiva, sin vida. Mientras, son muchas las personas, gran parte de ellas jóvenes, que se ven obligadas a irse a las ciudades para conseguir oportunidades. En este contexto, el emprendimiento es una de las mejores opciones para generar riqueza, empleo y dinamizar los pueblos, y en el que las mujeres buscan tener protagonismo.
Ya se ha terminado esa época en la que eran ellas las que regentaban los negocios locales, sin ser titulares de los mismos, que generalmente estaban a manos de hombres. Actualmente, el 20% de las mujeres de entornos rurales se encuentran inmersas en el proceso emprendedor, lo que significa que una de cada cinco de ellas se ha arraigado profesionalmente en su territorio.
Así lo muestra el informe Emprendedoras rurales en España publicado esta semana por Red GEM España. El Observatorio del Emprendimiento (Red GEM España) ha encuestado a 200 emprendedoras rurales de todo el país, para conocer la situación de las mujeres que emprenden, sus obstáculos y motivaciones.
El estudio ha sido realizado con motivo de la sexta edición del programa GIRA Mujeres de Coca-Cola, que forma a mujeres que tengan negocios rurales o estén empezando en el mundo del emprendimiento. La empresa eligió Arroyomolinos de León (Huelva), para la presentación. Un entorno que representa perfectamente la realidad del mundo rural y todas sus posibilidades.
Allí se encuentra trabajando AlmaNatura Lab, que también forma parte de este proyecto y ha rehabilitado el molino de Nuestra Señora de los Dolores, que hace décadas que dejó de producir aceite de oliva y estaba completamente derruido. Actualmente, es un espacio de formación completamente renovado y, en un futuro, esperan reabrir lo que fue el antiguo cine del pueblo, devolviéndole así la vida a esta población de menos de mil habitantes.
Los datos
El informe diferencia los tipos de emprendedoras por fases (emprendedora potencial, nueva, consolidada y que ha abandonado) para detallar al máximo la situación de las mujeres. En este sentido, Ana Fernández Laviada, presidenta Ejecutiva del Observatorio del Emprendimiento de España (GEM), destacó durante la presentación la necesidad de trabajar para aumentar el emprendimiento potencial entre las mujeres rurales, ya que son solo un 6,0% de las mujeres de poblaciones de menos de 10.000 habitantes, frente al 7,6% de los hombres y el 8,1% de las mujeres de núcleos urbanos.
Sin embargo, en lo que respecta a emprendimiento nuevo, las mujeres rurales son un 4,3%, la misma cifra que en hombres, y, aunque en emprendimiento consolidado disminuye (8,1% de mujeres frente al 9,1% de hombres), también abandonan menos (1,4% frente al 2,3%).
Sobre las motivaciones para emprender, una abrumadora mayoría (79%) afirmó que se debía a la escasez de empleo. Por su parte, un 36% lo hace para seguir con la tradición familiar y un 24% optó por el emprendimiento para "crear riqueza o tener una renta muy alta". Mientras que un 30% para "marcar una diferencia en el mundo".
En este sentido, destaca que el 86% de las emprendedoras rurales considera seriamente el impacto medioambiental. Además, a diferencia de los hombres, entre los que la cifra es menor según confirmó Fernández Laviada, dos de cada tres emprendedoras rurales anteponen el logro de los objetivos sociales y medioambientales al logro de objetivos de rentabilidad y crecimiento del negocio.
A nivel de sectores, las emprendedoras rurales están algo más presentes en el ámbito del consumo que las urbanas (53% frente 50%) mientras que el porcentaje de las emprendedoras urbanas al frente de negocios en el sector servicios a empresas duplica al de las rurales (32% frente al 16%). Mientras que el sector industrial es liderado por los emprendedores rurales (27%), teniendo una presencia similar la emprendedora rural (16%).
La falta de información
A la hora de formar parte del proceso emprendedor, uno de los mayores obstáculos manifestados por las mujeres rurales es el miedo al fracaso (que experimentó el 54% de las encuestadas), así como la falta de referentes (solo el 51% de ellas contaba con algún referente).
Ana Fernández Laviada, explicó que estas dificultades se deben a que “tradicionalmente, el medio rural ha presentado unas particularidades que han condicionado el papel de las mujeres", y que "a pesar de haber sido el sostén familiar, muchas han estado en desigualdad en cuanto a la propiedad de los bienes, la gestión o la toma de decisiones".
De esta manera, "su menor percepción de oportunidades y mayor miedo al fracaso, explican en parte su participación en menor medida que los hombres en las diferentes fases del proceso emprendedor”.
Pero si hay algún obstáculo que influya en la puesta en marcha de negocios rurales es, sin duda, la falta de información sobre cómo emprender. Así lo afirmaron las participantes de la mesa redonda posterior a la presentación del informe, que coincidieron en que un problema de base (que se da tanto en hombres como en mujeres) es el desconocimiento sobre las ayudas existentes para emprender en negocios rurales.
"Ayudas hay muchísimas, el problema es que no se conocen", declaró Marta Peñuelas, presidenta de la Asociación de Mujeres de Cuenca. Como emprendedora, Peñuelas añadió que falta una figura que se acerque a la ciudadanía y explique todas las opciones que hay en el mundo rural. Por ello, contó que su asociación está trabajando para dar charlas e información por los pueblos de la provincia manchega, que es la que más despoblación ha sufrido de España en los últimos 70 años.
Irene Martín, responsable de proyectos en la Red Española de Desarrollo Rural (REDR), confirmó esta situación y expuso que actualmente hay muchas opciones de financiación para proyectos en el medio rural. Algunas de ellas llegan a superar el 75% de la financiación inicial, mientras que otras están dirigidas especialmente a jóvenes.
Para saber cómo acceder a ellas, recordó que se puede contactar con los grupos de acción local de cada territorio, que se encargan de informar y asesorar al respecto. Eso sí, como también subrayó Susana Pérez Iglesias, presidenta de la Asociación Empresarias de Galicia, "la fuerte burocracia" a la hora de emprender es otro importante hándicap a la hora de emprender.
Importancia de la formación
Para superar estas barreras, las mujeres rurales demandan formación en mayor medida que los hombres. Además, a diferencia de las emprendedoras potenciales, que en su mayoría tienen entre 35 y 44 años; las emprendedoras ya consolidadas (que tienen entre 45 y 55 años de media) no suelen contar con niveles altos de estudios (el 40% tiene como mucho títulos de secundaria y menos del 20% llega a la Formación Profesional o grado universitario).
Ese es el objetivo principal de GIRA Mujeres, que busca fomentar la formación y la creación de redes de apoyo entre mujeres que visibilicen su papel activo dentro del emprendimiento rural. En sus seis ediciones han participado cerca de 20.000 mujeres, que han podido poner en marcha sus negocios o darles un mayor impulso gracias a los cursos proporcionados en GIRA.
Además, durante el proceso presentan sus proyectos y las ganadoras reciben 5.000 euros de capital semilla para materializar sus sueños o hacerlos crecer. También, una mentoría y acompañamiento de cuatro meses de la mano de Bridge for Billions, así como un curso online de ESIC en un área de negocio de la elección de cada una de las ganadoras.
GIRA Mujeres "es una vía para mejorar sus habilidades, conocimientos y preparación de cara a comenzar o rediseñar una iniciativa de emprendimiento", declaró Beatriz Arribas, responsable de Proyectos de Sostenibilidad de Coca-Cola Europacific Partners Iberia.
"Al poner foco especialmente en aquellas mujeres pertenecientes al entorno rural, que habitan en las regiones más afectadas por la despoblación, el programa fomenta el arraigo en el territorio y la apuesta por el impacto positivo y la actividad económica local, lo que ayuda a poner freno a la despoblación de la llamada “España vaciada”", añadió.