Rishi Sunak, primer ministro de Reino Unido, ha empezado su intervención de hoy en la 27 Conferencia de las Partes (COP27) de la Convención Marco de Naciones Unidas contra el cambio climático en Egipto con una pregunta: "¿Podemos convocar la voluntad colectiva para cumplir el objetivo de mantener la temperatura por debajo del 1,5 °C [respecto a niveles preindustriales]?".
Su respuesta ha sido clara: "Yo creo que sí". Solo, ha dicho, se necesita el compromiso y la voluntad de hacer las cosas "bien" para dejar de ver imágenes como las que se han visto este año: incendios fuera de control, inundaciones que destrozan comunidades enteras y catástrofes naturales de diferente índole.
Precisamente por eso, ha dicho el primer ministro británico, su país está decidido a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 68% para 2030.
"Las finanzas son complejas", ha reconocido el británico. Algo que, ha dicho, ha vivido de primera mano en las últimas semanas en su país. Sin embargo, ha insistido, "el Reino Unido está cumpliendo con su compromiso de destinar 11.600 millones de libras, y triplicaremos nuestro compromiso con la adaptación". Porque, ha insistido, "es lo correcto que hay que hacer".
Y ha remarcado: "Sabemos que la lucha contra el cambio climático es lo que hay que hacer como deber moral, pero también por la crisis energética. La diversificación de las fuentes energéticas invirtiendo en renovables es lo que hay que hacer para dejar de depender de Rusia y también genera trabajo".
Además, Sunak ha anunciado un acuerdo de 65 millones de libras con Kenia y Egipto para financiar varios proyectos verdes en ambos países. Porque, ha insistido, “la lucha contra el cambio climático puede ser una misión para crear empleo”.
Reino Unido y el clima
Hace apenas tres días, el primer ministro británico prometía que Reino Unido “liderará la lucha climática”. A su llegada a Sharm el-Sheikh ayer domingo aseguró, además, que esta batalla podría convertirse en una “misión global para crear nuevos trabajos y un crecimiento limpio”.
El primer ministro, tal y como se publicaba este fin de semana en el diario británico The Telegraph, ha asegurado que la lucha contra el cambio climático es más que un “deber moral”. Para Sunak, es también clave para la “prosperidad y seguridad” del país.
Sin embargo, los expertos climáticos del país aseguran, tal y como recoge la BBC, que ha habido “una dejadez” en el país respecto a la urgencia de la crisis medioambiental. Algo que, afirman, se ha notado especialmente en el último año, desde la última cumbre del clima celebrada en suelo británico.
Y es que en las últimas semanas, el que fuera presidente de la COP26 en Glasgow, Alok Sharma, quien cogió por bandera la lucha climática, ha sido apartado de la comitiva de la nueva cumbre. Pese a ello, Sunak ha hecho un guiño a su trabajo el año pasado en la cumbre del clima y le ha agradecido su compromiso y esfuerzo.
Además, este año, el máximo embajador climático de Reino Unido, el rey Carlos III, tampoco participará en la cumbre.
Con todo, según Greenpeace, en 2020 Reino Unido consiguió reducir prácticamente al mínimo la utilización de energías fósiles para generar electricidad. Una década antes, el 40% de la energía del país provenía del carbón.
Sin embargo, los ecologistas reconocen que, aunque sea un “buen comienzo”, “queda mucho camino por recorrer para que el carbón y el gas desaparezcan por completo del país”.