El cambio climático hizo que las condiciones de sequía del verano de 2022 en el hemisferio norte fueran al menos 20 veces más probables, según un nuevo estudio de World Weather Attribution (WWA).
Los científicos descubrieron que la influencia del cambio climático en el aumento de las temperaturas es el principal factor que impulsaba el mayor riesgo de sequía este verano. Pese a los datos, los investigadores señalan que cuantificar la contribución exacta del cambio climático a la sequía es un reto.
Esta complejidad significa que los resultados tienen un amplio rango posible y que las estimaciones de la influencia del cambio climático en el estudio son conservadoras: la influencia real de las actividades humanas es probablemente mayor.
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En una rueda de prensa virtual, los autores han presentado los resultados del estudio donde se observan relaciones entre el cambio climático y la guerra. Sin duda las sequías han dado lugar a un elevado precio debido a la escasez junto con el conflicto armado. Algo en lo que ha hecho hincapié en reiteradas ocasiones Friederike Otto, profesora de Ciencias del Clima en el Instituto Grantham del Imperial College de Londres.
"En Europa, las condiciones de sequía provocaron una reducción de las cosechas, seguido de una ola de calor provocada por el cambio climático que también destruyó las cosechas, en un momento en el que los precios mundiales de los alimentos ya eran extremadamente altos debido a la guerra en Ucrania", ha apuntado Otto.
Un ejemplo de que el verano del hemisferio norte de 2022 es un buen ejemplo de cómo los fenómenos extremos causados por el cambio climático pueden desarrollarse también en grandes regiones en períodos de tiempo más largos.
Durante el verano, los incendios en Europa fueron los peores registrados. China emitió su primera alerta nacional de sequía, y más de la mitad de los EEUU estaba en alerta por desertificación.
Maarten van Aalst, director del Centro del Clima de la Cruz Roja y Media Luna Roja y profesor de Clima y Resiliencia ante Desastres en la Universidad de Twente se ha sumado a este pensamiento y ha insistido en que "el calor y la sequía en Europa este verano no solo causaron decenas de miles de muertes directas, sino también agravó la crisis del costo de vida, agravando los impactos de la guerra de Ucrania”.
Para cuantificar el efecto del cambio climático causado por el ser humano en los déficits de humedad del suelo, los científicos analizaron datos meteorológicos y simulaciones por computadora para comparar el clima actual y el de finales de 1800.
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Los científicos calcularon que se puede esperar una sequía como la de este verano alrededor de una vez cada 20 años en ambos regiones en el clima actual, que se ha calentado por las emisiones humanas de gases de efecto invernadero.
Esto significa que, si los humanos no hubieran calentado el planeta, la sequía agrícola en el hemisferio norte solo se hubiese esperado una vez cada 400 años o menos. Sin embargo, en Europa ha ocurrido alrededor de una vez cada 60 u 80 años.
Conclusiones de los expertos
Dominik Schumacher, investigador del Instituto de Ciencias Atmosféricas y Climáticas de la ETH Zúrich, en Suiza, ha dicho que el análisis muestra "las severas condiciones de sequía del verano pasado en gran parte del hemisferio norte fueron impulsadas por el cambio climático inducido por el humano".
También ha hecho mención al estudio y sus resultados en los que confirman el dato de que las condiciones de sequía del verano de 2022 en el hemisferio norte fueran al menos 20 veces más probables por culpa del ser humano y su influencia en el cambio climático.
"Hemos visto grandes incrementos en las altas y extremadas temperaturas y sin duda ha sido el conductor principal de la sequía", ha declarado.
Un futuro que sin duda dará lugar a sequías de verano cada vez más fuertes y más frecuentes.
Sonia Seneviratne, profesora del Instituto de Ciencias Atmosféricas y Climáticas de ETH Zúrich y autora principal del informe del IPCC, ha hecho mención a que la sequía viene a relacionarse más con las altas temperaturas que se han dado este verano que a la falta de las precipitaciones.
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“El verano de 2022 ha demostrado cómo el cambio climático inducido por el hombre ha ocasionado las sequías ecológicas en regiones densamente pobladas y cultivadas del hemisferio norte", ha añadido la profesora Seneviratne.
Sin duda, lo que resume el estudio es en parte lo que declaró Maarten van Aalst y es que el calor y la sequía en Europa este verano no solo causaron decenas de miles de muertes directas, sino también "agravaron la crisis del costo de vida y los impactos de la guerra de Ucrania”.
Un ejemplo de que estamos siendo testigos de la huella del cambio climático no solo en peligros específicos, sino también "en la cascada de los impactos en todos los sectores y regiones”, añadió van Aalst.
Además, en su intervención en la rueda de prensa ha dejado claro que es un problema que no solo ha afectado a los países más pobres, sino que se podría decir que "las grandes potencias han sido las más damnificadas".