Correos ha cubierto con una enorme bandera arcoíris la entrada a su sede principal en el centro de Madrid. Con este gesto, la compañía ha querido mostrar su apoyo a la lucha por los derechos del colectivo LGTBIQ+, cuyas reivindicaciones se conmemoran cada mes de junio en toda España.
La gigantesca pegatina, que cubre todo el frontal de la fachada del palacio de Cibeles que da al paseo del Prado, lleva sobreimpresionado el logo de la empresa. Esta bandera será visible al paso de la marcha del Orgullo, que tendrá lugar este sábado 9 de julio a partir de las 19:00 horas, tras dos años sin celebrarse debido a la pandemia de la covid-19.
En el interior del edificio también se ha habilitado un mostrador donde se volverá a poner a la venta el sello especial conmemorativo del Orgullo LGTBI. Aquel que hace dos años levantó una gran polvareda mediática y generó controversia en redes sociales.
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Sin embargo, todo ese ruido contribuyó a que su difusión fuese todavía mayor y la iniciativa de la empresa pública llegara mucho más lejos. Incluso la cadena internacional de noticias CNN le dedicó espacio a la noticia.
Tal y como reveló en su día el portal de negocios Invertia, Correos invirtió poco más de 12.000 euros en la campaña. Sin embargo, varios expertos en publicidad aseguraron que para alcanzar el impacto que finalmente tuvo la iniciativa de los sellos, la compañía tendría que haber invertido en torno a medio millón de euros.
Un buzón conmemorativo
Otra de las acciones de respaldo al colectivo LGTBIQ+ que ha llevado a cabo Correos se encuentra la instalación de un buzón conmemorativo en el Pasaje Begoña de Torremolinos (Málaga). Un lugar con un profundo significado, ya que en 2019 fue declarado Lugar de Memoria Histórica y cuna de los Derechos y Libertades LGTBI.
Tal y como ha hecho público la compañía a través de un comunicado este miércoles, se trata del primer buzón que quedará vinilado permanentemente con los colores de la bandera arcoíris. En los años 60 y 70, Torremolinos se convirtió en un referente turístico europeo, y eso contribuyó a generar una atmósfera de tolerancia y libertad en plena dictadura franquista.