El ecosistema del Mar Menor está sentenciado a corto plazo a sufrir otra anoxia. Ninguna medida que se ponga en marcha ahora podrá evitar un nuevo episodio de mortandad masiva de especies durante la próxima estación estival. Así lo ha confirmado a este diario el profesor de investigación del Instituto Español de Oceanografía (IEO), Juan Manuel Ruiz: "No se puede hacer nada para evitar un fenómeno de anoxia para este verano".
De momento, el 'aperitivo' de la crisis ambiental que azota al ecosistema de la albufera, se está viviendo en la localidad de San Javier donde han aparecido cientos de peces muertos durante dos días consecutivos. La Consejería de Agricultura ha confirmado que entre el miércoles y el jueves, se han retirado 270 ejemplares en playas de Santiago de la Ribera: una pedanía de San Javier cuya economía se sustenta en buena parte del turismo, la hostelería y la restauración.
El tejido empresarial está que no pega ojo ante los efectos que puede causar en la campaña un nuevo estallido ambiental del Mar Menor. Motivos tienen para la preocupación, a la vista de los resultados que ofrece el muestro de agua y oxígeno que está llevando a cabo, a diario, un equipo del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Ambiental (IMIDA).
"El oxígeno bajo se detectó desde la Escuela de Vela Socaire hasta la playa de Colón, en una extensión cercana a las 15 hectáreas", tal y como precisa un portavoz de la Consejería. Los niveles aceptables de oxígeno suelen estar por encima de 4 miligramos por litro, mientras que se considera un nivel bajo la horquilla que oscila entre 1,5 y 3,5 miligramos por litro, y la media registrada en Santiago de la Ribera por los técnicos del IMIDA es preocupante: 3,3 miligramos. Es un claro síntoma de hipoxia que se ha saldado con la muerte de 270 peces y la apertura de una investigación por parte de agentes del Seprona de la Guardia Civil.
"Los valores mínimos se detectaron en la orilla, con 1,19 miligramos por litro, incrementándose a cien metros hasta 4,17 miligramos", según detalla la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente.
Los resultados de la última monitorización siguen arrojando niveles poco tranquilizadores. De los 28 puntos de medición que se han llevado a cabo, en dos de ellos se han detectado valores ligeramente inferiores a 2 miligramos por litro -en la zona cercana a la Escuela de Vela Socaire-. En el resto de puntos se ha registrado una media de oxígeno en el fondo de 4,44.
El profesor de investigación del Instituto Español de Oceanografía (IEO), Juan Manuel Ruiz, con amplia experiencia estudiando los fondos del Mar Menor y sus praderas de Cymodocea, considera que lo ocurrido esta semana en Santiago de la Ribera es un problema "localizado", pero advierte de que "no sabemos si es el síntoma de algo más gordo que va a venir" afectando a una mayor superficie del litoral.
De hecho, el científico recuerda que la temperatura del agua sigue subiendo, así como los niveles de clorofila y la presencia de nutrientes. "Las condiciones para la anoxia se dan y ya lo hemos dicho en nuestros informes", remarca Ruiz.
La solución principal pasa por actuar en los vertidos procedentes de la mala praxis de algunos propietarios de fincas del Campo de Cartagena, dedicadas a la agricultura, y en la gestión de las aguas grises de los núcleos urbanos. No hay base científica para otras actuaciones, como el dragado de las Golas de Marchamalo, ni garantía de que ninguna medida sea revulsiva a corto plazo. "Hay que poner el foco en el origen de los nutrientes, si se disminuye la carga el ecosistema puede ir remontando".
Desde Ecologistas en Acción, Pedro Luengo, coincide con la valoración que se hace en el IEO sobre lo sucedido: "Se trata de una hipoxia localizada porque los peces que han aparecido muertos son pequeños y de fondos someros, tipo zorro, junto a algunas quisquillas y crustáceos, pero no sabemos cómo evolucionará la situación: nadie descarta que se produzca una anoxia generalizada".
Este episodio de hipoxia se ha producido coincidiendo con la celebración este domingo, del Día de la Biodiversidad, lo que ha llevado a Greenpeace a mostrarse muy crítica con la 'sopa verde' en la que se ha convertido el ecosistema marmenorense. "El regadío intensivo del Campo de Cartagena durante las últimas décadas ha provocado un flujo continuo de agua cargada de nitratos que ha ido al Mar Menor, lo que ha producido su eutrofización y su colapso ambiental", critica la organización. "A ello, se suma el continuo incremento de las macrogranjas en la Región de Murcia".
De momento, desde que el miércoles aparecieron peces muertos en las playas de Santiago de la Ribera, el Gobierno de la Región de Murcia no ha solicitado ninguna medida nueva al Ministerio de Transición Ecológica. El Ejecutivo autonómico mantiene un retén para la retirada de biomasa en playas, compuesto por 90 efectivos y 25 embarcaciones, que están sacando a diario noventa toneladas de algas.
El Partido Popular ha movido ficha en el Congreso de los Diputados y formulará una pregunta de control oral al Gobierno, con el objetivo de conocer si el Ministerio tiene previsto acometer alguna medida, con carácter inmediato, en la albufera murciana.
"El Mar Menor no puede soportar ni un minuto más este ruin juego electoral al que lo están sometiendo los socialistas", según ha criticado el senador del PP, Francisco Bernabé. Lo ha hecho este viernes, durante la visita que ha realizado a una playa de Los Nietos, acompañado por el senador Juan María Vázquez, el diputado nacional Juan Luis Pedreño y la concejal del Litoral del Ayuntamiento de Cartagena, Cristina Pérez.
"La ministra Teresa Ribera habla de soluciones verdes, basadas en la naturaleza, filtros y humedales, pero las tiene escondidas en el fondo de un cajón, igual que el Plan de Vertido Cero, la firma de un convenio de colaboración con el Gobierno regional, la designación de un Alto Comisionado o el proyecto del colector norte", tal y como ha enumerado Bernabé.
"Es inaudito que el Gobierno de España no actúe para poner fin a la entrada de agua por la Rambla del Albujón, ni para reducir el nivel del acuífero o para retirar los fangos y lodos de estas playas que son suyas".