La cifra es espeluznante. Cerca de 200.000 murcianos están afectados por alguno de los siete problemas más frecuentes en la estructura económica, laboral, sanitaria, educativa y social de esta autonomía. Así lo recoge el 'Informe sobre exclusión y desarrollo social en la Región de Murcia', elaborado por la Fundación Foessa y Cáritas, y donde se pone nombre a tales males.
El primer problema está en el mercado de trabajo: la inestabilidad laboral severa de la persona que debe mantener la economía familiar, afecta al 17,5% de la población de esta autonomía uniprovincial, que suma 1.516.055 habitantes. El siguiente contratiempo son los gastos excesivos de vivienda y las limitaciones a la participación política que en ambos casos perjudican al 13,7% de los ciudadanos.
En materia sanitaria, el informe detecta que el 11,7% de la población tiene dificultades económicas para algo tan básico como comprar medicamentos o seguir tratamientos médicos. La pobreza severa la sufren un 11,7% de los habitantes y el desempleo de todas las personas en edad activa para el mercado laboral que residen en un mismo domicilio, afecta a un 11,2% Todo ello, por no hablar del paro de larga duración (11,2%).
Tales problemas, según este estudio en el que han sido consultados 1.655 murcianos, vienen derivados de un mismo factor: "La ausencia de unos ingresos económicos mínimos para dar respuesta al conjunto de las necesidades de las familias". El director de Cáritas, José Antonio Planes, ha aprovechado la presentación de este informe que ha tenido lugar este jueves, en el Paraninfo de la Universidad de Murcia, para lanzar una advertencia: "Hay una parte de la población expulsada de la sociedad".
La metodología que ha seguido la Fundación Foessa para sacar esta foto fija de Murcia, se centra en diferenciar tres grandes ejes. Uno de ellos es el económico, donde se analizan las procesos que excluyen a los miembros de los hogares de una relación laboral normalizada, así como la privación de bienes básicos de consumo entre las familias y la calidad de los ingresos económicos para integrarse en la sociedad. En estas problemáticas, en la autonomía murciana se ha producido un incremento de tres puntos respecto a la media española: un 41% frente al 38% estatal.
"La dimensión en la que una mayor proporción de la población de Murcia presenta situaciones de carencia, es la relacionada con el empleo, que afecta al 31,4% de la población", según expone el estudio. "Esto es un drama y no podemos permitir que esta crisis siga aumentado", tal y como ha alertado el director de Cáritas, aprovechando que a la presentación han acudido la vicepresidenta del Gobierno de la Región de Murcia, Isabel Franco, el delegado del Gobierno, José Vélez, y el alcalde de Murcia, José Antonio Serrano, entre otros políticos.
Del análisis de los datos recabados, se pone de manifiesto que las menores tasas de exclusión social se dan en las áreas rurales y que el porcentaje aumenta en la urbe. El último estudio de estas características fue realizado en 2018, antes de que estallase el coronavirus, y en esta nueva edición, la Fundación Foessa y Cáritas alertan de que "el impacto" de la pandemia en el mercado laboral murciano ha sido "intenso", lo que se ha traducido "en un incremento de los niveles de exclusión social". De hecho, el estudio sitúa a Murcia "como una de las comunidades autónomas, en mayor medida, afectadas en el eje económico por problemas de exclusión social".
Temporalidad laboral
Las situaciones de inestabilidad laboral en los hogares han crecido de un 7,2% a un 15,5%, entre 2018 y 2021, de modo que este repunte deja a la comunidad murciana como una de las autonomías del país con el porcentaje más elevado. Valga como botón de muestra que la tasa de temporalidad en los empleos afecta a 3 de cada 10 contratos. Por contra, el 'Informe sobre exclusión y desarrollo social en la Región de Murcia' subraya que esta comunidad registra una evolución positiva" en la problemática vinculada a la vivienda.
Lecturas opuestas
Las lecturas que los políticos han realizado del estudio han sido diametralmente opuestas. La vicepresidenta del Gobierno regional, Isabel Franco, ha recordado que se han puesto en marcha 75 actuaciones contra la exclusión social y la Comisión Rectora para prevenir y luchar contra la pobreza se reúne periódicamente para seguir planteando soluciones para los colectivos más vulnerables. "El estudio de Foessa nos ofrece un mapa para saber en qué puntos debemos seguir interviniendo", tal y como ha resaltado Franco. "Nos importa muchísimo prevenir el aislamiento".
Mucho más crítico ha sido el alcalde de la capital del Segura, José Antonio Serrano, al afirmar que el "informe de 2018 recogía los mismos problemas que ahora: la realidad de Murcia no ha cambiado y uno de cada tres murcianos está en situación de exclusión social". Tal afirmación ha llevado al regidor socialista a subrayar que "no nos podemos engañar: hay que ponerse manos a la obra".
El delegado del Gobierno, José Vélez, ha alertado de que "muchos expertos consideran que la exclusión social se ha vuelto estructural en la Región de Murcia". Por todo ello, Vélez ha apostado por una medida: "Debemos empoderar a las personas en riesgo de exclusión social para que puedan desarrollar sus vidas y en esa cuestión juegan un papel fundamental las administraciones a todos los niveles".
El problema a la citada propuesta es que el estudio de la Fundación Foessa y Cáritas también advierte de que más de la mitad de población murciana (51%) "está afectada por una situación de exclusión social" en el eje de política y de ciudadanía, que es una de las variables analizadas y que hace referencia, entre otras dimensiones, a la participación política. Esto supone que una parte de la sociedad se queda fuera de las estrategias y acciones de los partidos.