
A pesar de los intentos de la UE, parece que España nunca será Holanda a nivel de movilidad.
España no es país para las bicis: cómo los gobiernos locales truncan las iniciativas europeas en pro del vehículo privado
Colectivos de Madrid, Valladolid o Palma denuncian desconexión, eliminación de carriles y falta de alternativas por parte de sus respectivos consistorios.
Más información: Decenas de personas reclaman en Valladolid mantener los carriles bici y bus: "Movilidad para todas"
Si usted pasea a orillas del río Amstel, recorriendo los canales de la ciudad de Ámsterdam, posiblemente el paisaje siempre esté adornado con una –o muchas– bicicletas. Los sonidos del timbre y el cambiar de los piñones son también comunes en ciudades como Berlín, Copenhague, Viena o, incluso, Helsinki.
Pero esta dinámica europea parece que aún no ha llegado a España. A pesar de los intentos de la UE por propiciar una movilidad sostenible a base de políticas públicas, planes estratégicos y distintos programas, los españoles nos seguimos resistiendo a cambiar el volante por el manillar.
Pero, ¿es algo simplemente cultural? Si hacemos una radiografía general de la situación de este medio de transporte en nuestro país, los datos parecen indicar que no. Desde 2020, el uso frecuente de la bicicleta no ha hecho más que aumentar.
En 2022, el 57,1% de las personas residentes en España —de entre 14 y 70 años— la utilizaban con cierta frecuencia, según los datos del Barómetro de la Bicicleta. Sin embargo, es en 2023 cuando se observa un descenso en las cifras. Coincide con el periodo de elecciones autonómicas que, en este sentido, marcaron un antes y un después en varias ciudades.
Ahora, dos años después, distintos colectivos y asociaciones ciclistas locales denuncian "carriles inconexos", eliminación o sustitución de estos por otros "de peor calidad" y la "falta de alternativas" por parte de los consistorios que, aseguran, tienen una posición de "claro favorecimiento" al uso del vehículo privado en contra de la movilidad sostenible.
Lo que Carnero se llevó
En Valladolid, una de las principales arterias de la ciudad ha dejado de ser lo que era. En un Paseo de Isabel la Católica, antes teñido del verde asfalto del que constituía el mayor —y más usado— carril bici de la ciudad, los coches vuelven a ser el eje central de la panorámica pucelana.
El equipo de gobierno local, encabezado por el alcalde Jesús Julio Carnero, decidió eliminar todo resquicio de su predecesor, el ahora ministro de Transportes Óscar Puente, y dejar a Valladolid sin una "alternativa real" a las casi 2.000 personas que circulaban por esta vía a diario.
Así lo piensa Giovanni Olcese, miembro de la Asamblea Ciclista de Valladolid, que asegura que, desde el Ayuntamiento, han optado por una "política en pro del coche privado". "Se favorece al conductor a costa de sacrificar lo que queremos los vecinos. Sin duda, esto se podría haber hecho de otra manera".
El carril bici del paseo Isabel la Católica. Sin sentido, sin razón pic.twitter.com/uojtPkCeHY
— Fernando (@fcuacal) February 15, 2025
Se refiere al proyecto —ya en marcha— de redirigir la vía ciclista hacia el parque de Las Moreras, sacrificando las zonas verdes que por él se sucedían. Según Olcese, es todo un "sinsentido", ya que se va a tratar de "un carril bici sin la más mínima calidad y completamente inconexo con el resto de vías de la ciudad".
Explica, va a ser "físicamente imposible utilizarlo", por lo que "la gente no tendrá más remedio que circular por la carretera". Pero no se trata del único ejemplo. El asambleísta alude al barrio de Las Delicias, que ha quedado "completamente incomunicado" del centro de la ciudad.
Pero estas políticas en contra de las bicicletas no quedan ahí. Ya no solo se trata de eliminar aquellas vías que ya estaban construidas, apunta, sino de quitar cualquier perspectiva a futuro. "Se están cayendo proyectos, y con Isabel La Católica, son ya cuatro kilómetros y medio menos de carriles", sentencia.
Para Olcese, esto se trata de una "privación de derechos y libertades hacia la masa ciclista". "Desde el Ayuntamiento se escudan en la existencia de carriles mixtos, pero también son usados por vehículos y no constituyen una alternativa segura", añade.
Almeida baja la inversión
200 kilómetros separan Valladolid de Madrid, pero, en lo que a bicicletas se refiere, parecen ir juntas de la mano. Según Miguel de Andrés, presidente de la asociación local Pedalibre, "no existe una trama lo suficientemente densa".
"Lo que hizo el Ayuntamiento en 2020 fue crear un tramo de 12 kilómetros de carril bici, pero en seis tramos totalmente inconexos", explica. Además, subraya, la inversión en la red ciclista por parte del consistorio es "muy bajita".
"Si vemos los presupuestos municipales, apenas hay 233 proyectos. Esos son muy pocos. Además, hay propuestas ciudadanas que son canalizados a través de los presupuestos participativos que no se atienden nunca. Este año había en torno a 100 propuestas que contaban con un voto lo suficientemente importante como para ser tenidas en cuenta, y en la fase de evaluación el Ayuntamiento ha eliminado todas sin atender ningún criterio", afirma De Andrés.
Sin embargo, lo que más preocupa en el grueso de esta asociación es "que no hay una perspectiva de futuro". "Parece que no hay una voluntad de que las cosas cambien. Es cierto que se ha renovado el pavimento de alguna infraestructura o que se ha establecido una pequeña conexión con el anillo verde desde Vallecas, pero es algo irrelevante a la hora de promover un cambio de movilidad real", evalúa.
Aunque quiere destacar "el desarrollo importante" que ha supuesto el proyecto de BiciMAD, para De Andrés se torna "insuficiente", ya que cuenta con "algunas limitaciones importantes".
"Su mantenimiento es deficiente, las ruedas no tienen dibujo, no se pueden usar como bicicletas de carga, no están permitidas para menores de 14 años... Al final son una opción, pero no es accesible para todo el mundo, porque no tiene en cuenta ni el sexo, ni la edad, ni las capacidades o discapacidades de las personas", apunta.
En Palma "duele verlo"
Cruzando el mar Mediterráneo, llegando hasta Palma de Mallorca, la cosa tampoco está mejor. Alegando un conflicto peatón vs. ciclista, el equipo de movilidad del actual alcalde, Jaime Martínez Llabrés, apostó por eliminar el carril bici de la calle Blanquerna, y mostró su negativa a seguir con el proyecto de uno nuevo en la zona de Avenidas.
Sebastián Salom, miembro de la asociación Biciutat de Mallorca (BcdM), cuenta que "no habría que haber eliminado ese carril bici", ya que, según marca la normativa, "existe una limitación de velocidad de la bicicleta a 10 kilómetros por hora", por lo que el conflicto con el peatón "no era grave". Además, de acuerdo con lo que se vive en los otros dos municipios mencionados, desde el Ayuntamiento "no dan ninguna alternativa a esta situación".
"Aunque hay cosas que se están haciendo bien, la red cíclica que existe no sirve. Hay una desconexión total del entramado, que se hace evidente en los alrededores de Palma. La vía que circula cerca del aeropuerto de verdad que duele verla. Es una infraestructura, como todas, pagada por todos los contribuyentes, y el resultado es un carril bici que cada dos kilómetros acaba sin posibilidad de seguir, para luego volver a empezar en varios tramos separados", se apena Salom.
Aunque desde BcdM se exigieron responsabilidades, desde la plataforma afirman que 'se pasan la pelota' de unos a otros. "Es de delito. En este caso, ¿saben ustedes que responden los responsables políticos cuando se denuncia? Que eso no pertenece al Ajuntament de Palma, sino al Consell Insular (parte del recorrido es Palma y parte Marratxí)... y así el uno por el otro la casa sin barrer", sentencia el portavoz.
Además, asegura que, "durante los últimos días", han sido "gravemente atacados". "El consistorio ha sacado una ordenanza cívica que toca muchísimo, tanto a los vehículos de movilidad personal, como a las bicicletas. Nos ponen restricciones sin que haya una normativa estatal previa, y obviamente hemos presentado alegaciones. Al final han eliminado cualquier referencia a la bici, pero a los patinetes se los quieren cargar. Así que, en cuanto a la movilidad sostenible se refiere, la situación está muy mal", finaliza.