En España podemos presumir de ser uno de los países con más horas de luz solar al día, lo que nos aporta grandes beneficios, anímicos y saludables, pero también otros altamente perjudiciales. La radiación ultravioleta cada vez preocupa más a los expertos en salud, puesto que los daños que puede causar en nuestra piel, pueden llegar a incluso mortales.
Limitar la cantidad de tiempo que estamos expuestos al sol es lo más recomendable a cualquier edad e independientemente del tono de piel que tengamos. Especialmente, entre las 12 y las 16 horas, hay que evitar en la medida de lo posible estar directamente bajo el sol, tal y como advierten los expertos.
Una seria recomendación que no todos tienen en cuenta e incluso se jactan de saltarse, acuñando un nuevo (y preocupante término) que, insensatamente, se ha vuelto viral. Se trata del 'callo solar', que trata de convencer a la población de que cuanto más tomes el sol, más resistente se hace tu piel a los rayos UV.
No estando ni tan siquiera reconocido científicamente, lo que más preocupa del 'callo solar' es que es justo lo contrario a lo que dice ser: cuanto mayor es la exposición al sol, más grande es la quemadura que la piel sufre y, por tanto, aumenta el porcentaje de posibilidades de que aparezca un cáncer de piel.
Tan solo en nuestro país, cada año se diagnostican 20.000 cánceres de piel, un dato que ha aumentado hasta un 40% en los últimos cuatro años. Los melanomas y carcinomas, dos tipos de esta enfermedad, son las más comunes pero, con apariciones sin sentido como el 'callo solar', pueden ser muchas más.
Los peligros del 'callo solar'
Las 'fake news' con respecto al sol son muy recurrentes cada año. Del mismo modo que hace unos años se puso de moda hacerse 'tatuajes solares', tapando zonas del cuerpo con un diseño para que el sol quemara esa parte, causando una lesión en la piel, este año aparece el 'callo solar'.
Es muy frecuente pensar que el sol no te está perjudicando, puesto que sus efectos no lo vas a ver en un año, ni en cinco o diez. Los estragos de una frecuente exposición al sol, sin protección solar, se empiezan a notar a partir de los 15 o 20 años, cuando los daños ya son irremediables.
Lo que se incita con el 'callo solar' es altamente perjudicial por este mismo motivo. Tomar el sol en exceso, sin utilizar una protección solar adecuada o no protegerse de los rayos solares en las horas más perjudiciales, nos acarreará fatales consecuencias en un tiempo no tan lejano.
Al broncearse la piel, lo que está haciendo es proteger a las células de los rayos UV y que estos no consigan dañarlas. Por tanto, estar moreno no es saludable en ninguna situación, tan solo es una medida de autoprotección de nuestro organismo.
El sol, cada vez más peligroso
La radiación emitida por el sol cada vez es más potente. Estos están compuestos por diferentes tipos de rayos, la ultravioleta la que más filtra la capa de ozono, especialmente su modelo C, el más cancerígeno y perjudicial para la salud humana.
Sin embargo, la capa de ozono se ha reducido entre un 0,5% y un 1% a nivel global, por lo que la radiación solar tipo C en la tierra ha aumentado considerablemente en los últimos años.
Por mucho 'callo solar' del que se hable últimamente, no podemos olvidarnos que los rayos UV son el principal enemigo de nuestra piel y organismo. Así de tajante se muestra el jefe de servicio y director de la Unidad de Gestión Clínica de Dermatología del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla: "La radiación solar es idéntica
que la radiación que emitía Chernóbil cuando estaba radioactivo”.
Evidentemente, las lesiones en la piel, en forma de enfermedades y envejecimiento, vienen causadas por más motivos, sin embargo, la exposición a la radiación ultravioleta es el factor principal de estas fatales consecuencias.
Echarse protección solar no es una alternativa. La mejor medicina para prevenir los daños causados por el sol es utilizar una crema protectora que las evite, además de evitar estar bajo el sol durante largos periodos de tiempo y, por supuesto, realizarse revisiones periódicas de la piel, especialmente de los lunares, para obtener un diagnóstico precoz.