Hace un mes, Marjane Satrapi fue reconocida con el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2024. La autora iraní residente en Francia y nacida en 1969 recibe un reconocimiento que no es solo a su labor como ilustradora y dibujante de cómics, o le habría sido otorgado el de las Artes. Es también homenaje a su trayectoria como activista por los derechos de la mujeres en Irán, y su denuncia de la situación que vivió en primera persona, siendo niña, durante la Revolución Islámica.
Satrapi es la autora de Persépolis, aclamada novela gráfica publicada en cuatro entregas entre los años 2000 y 2003 y que fue adaptada al cine en 2008. En ella cuenta su experiencia y la de su familia en Irán entre los 70 y los 80, denunciando al régimen de los ayatolás y contando, entre otras cosas, el fusilamiento de su tío. Una historia que narró exiliada en Francia, por motivos obvios, y a la que ha vuelto en otras obras como Bordados (2003) o en su trabajo como directora de cine.
Pero no es la única. Autores y autoras de diferentes partes del mundo han aprovechado la potencia de las viñetas para contar en primera persona o trasladar al lector a los lugares donde los derechos humanos han estado en juego. Esta semana, aprovechando la inauguración de la Feria del Libro en Madrid, nos atrevemos a recomendar la lectura de media docena de ellos.
[La escritora iraní Marjane Satrapi, reconocida con el premio Princesa de Asturias]
Bangui, de Didier Kassaï
El autor, nacido y vecino de Bangui, la capital de República Centroafricana, publicó en 2014 esta historieta por entregas en la que narraba cómo su vida y la de su familia y sus amigos se vieron afectadas por la Segunda Guerra Civil de su país. Un conflicto que se prolonga desde 2012 hasta casi la actualidad y que dinamitó la convivencia entre comunidades y el día de familias mixtas como la suya, un hombre cristiano casado con una musulmana. Kassaï no renuncia a hacer caricatura, pero tampoco a mostrar la dureza de la guerra.
Rupay, Luis Rossell, Alfredo Villar y Jesús Cossío
Publicado en 2009, constituye una de las denuncias más directas de la violencia política en Perú. Rupay, en quechua, significa ardor, calor o fuego, y en las viñetas arden así las historias sacadas de la Comisión de la Verdad y Reconciliación de 2001, las que quiso rescatar la memoria de las 69.000 víctimas del enfrentamiento armado entre la guerrilla de Sendero Luminoso y el ejército y gobierno peruano.
Marzi, de Marzena Sowa y Sylvain Savoia
La escritora polaca Marzena Sowa se alió en 2006 con la ilustradora Sylvain Savoia para contar sus recuerdos de la Polonia comunista de los 80 y la caída de la dictadura. Una mezcla de nostalgia por la niñez perdida y terror por las condiciones de los países al otro lado del Telón de Acero, que Sowa ha retratado en todas sus obras, como en No puedes besar a quien quieras, esta última ambientada en la URSS de Stalin.
Khalat, de Davide Coltri y Giulia Pex
El escritor y cooperante Coltri adapta su propia novela basada en hechos reales y que en 2020 la dibujante Giulia Pex trasladó a viñetas. Es la historia real de Khalat, una joven siria de origen kurdo que comienza su carrera universitaria en Damasco coincidiendo con el inicio de las revueltas de la primavera árabe en Siria. Más tarde deberá huir de su país cuando arranque la guerra, pasará por los campos de refugiados iraquíes y atravesará con su familia media Europa de forma ilegal hasta llegar a Alemania.
Sông, de Hai-Anh y Pauline Guitton
La escritora francesa de origen vietnamita Hai-Anh y la ilustradora Pauline Guitton se aliaron para contar en viñetas la historia de la madre de la primera. Una joven que huyó de Vietnam en los años 70, en plena guerra contra los EEUU, pero que antes intentó conocer a su verdadero padre. Una historia en que ningún ejército queda bien parado y en la que la autora reivindica la cultura vietnamita maltratada por todos que su madre se vio obligada a dejar atrás.
Túneles, de Rutu Modan
Modan es una prestigiosa dibujante de comics israelí que ha ganado varios premios Eisner, los Oscar del tebeo estadounidense. En sus obras refleja el día a día de su país y la violencia constante entre israelíes y palestinos, con una mirada alejada de los tópicos o la demonización de ningún bando. En Túneles, publicado en 2022, se atrevió con un pasó más allá. Mezclando una historia de aventuras dibujada con estilo caricaturesco, no dejó títere con cabeza, denunciando por igual la violencia del ISIS y la Guerra de Siria que los excesos del Ejército de Israel o el racismo de los judíos ultraortodoxos.
La pesadilla de Obi, de Chino, Tenso Tenso y Ramón Esono
Otro tebeo publicado en 2014 y ambientado en una dictadura africana, en este caso una que no nos queda tan lejos desde España. El dibujante, humorista e ilustrador Ramón Esono fue encarcelado en 2017 por el dictador Teodoro Obiang bajo falsas acusaciones por publicar esta sátira en la que se denunciaban las torturas, abusos y otras violaciones de los DDHH cometidos por el régimen. Los dos guionistas del tebeo prefirieron permanecer en el anonimato precisamente por miedo a este tipo de represalias. Una historia durísima y al mismo tiempo que arranca carcajadas.
Deogratias, de Jean-Philippe Stassen
El dibujante belga Stassen retrató en esta novela gráfica los testimonios de primera mano del genocidio ruandés de los 90. Lo hace a través de la historia de Deogratis, un joven hutu enamorado de una chica tutsi que acaba arrastrado a una espiral de violencia que no puede ni sabe detener. Una dura reflexión en la que la conclusión descorazonadora es que incluso el ser más inocente puede cometer hechos monstruosos.