El uso de cubertería de plástico es una práctica común en todo el mundo, desde eventos de empresa, cumpleaños o restaurantes de comida rápida, son una herramienta de lo más recurrida en momentos donde la comodidad y la efectividad es la clave.
Sin embargo, esta facilidad en el día a día, supone un costo ambiental significativo. La contaminación generada por los cubiertos de plástico es un problema grave que afecta a nuestro planeta, tanto en la fase de producción como en su disposición final.
Greenpeace estima que el mar alberga entre 5-50 millones de fragmentos de plástico, sin incluir los trozos que han en el fondo marino o en las playas. Las cifras indican que el 70% de estos compuestos se quedan en el fondo marino, el 15% en la columna de agua y el otro 15% en la superficie.
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Se trata de un hecho que, tal como afirma el Parlamento Europeo, no solo contamina las costas, sino que también afecta a toda la fauna y flora marina. Los animales se enredan entre los compuestos más grandes y, en el caso de los pequeños, los confunden con comida, pudiendo provocarles una intoxicación y acabar con su vida.
En este contexto, la empresa india Bakeys ha presentado una solución de lo más innovadora. Ver cubiertos biodegradables es algo cada vez más común, especialmente desde la entrada en vigor, el pasado 1 de enero, del nuevo impuesto sobre envases de plástico no reutilizables (Ley 7/2022). Sin embargo, los cubiertos comestibles no es algo tan habitual, por lo que han revolucionado por completo el mercado.
Contaminación del plástico
La producción de cubiertos de plástico es un proceso intensivo, tanto en recursos como en energía. Para fabricar estos utensilios, se utilizan derivados del petróleo, lo que contribuye a la emisión de gases de efecto invernadero y al agotamiento de recursos no renovables.
Además, la fabricación de este material involucra procesos químicos que liberan contaminantes tóxicos al medio ambiente, afectando a la calidad del aire y del agua.
Entre las principales causas para buscar una solución a esta cuestión se encuentra su proceso de desecho. Estos cubiertos terminan generalmente en vertederos o, peor aún, en los océanos.
Se estima que los plásticos pueden tardar entre 400 y 1.000 años en degradarse completamente. Durante este tiempo, el material se descompone en microplásticos que son ingeridos por la fauna marina y, ocasionalmente, pueden entrar en la cadena alimentaria humana.
En España, se estima que se producen aproximadamente 3.000 millones de cubiertos de plástico al año, consumiendo grandes cantidades de energía y recursos naturales. Además, la mayoría de estos cubiertos se utilizan una sola vez y luego se desechan, lo que contribuye significativamente a la acumulación de residuos plásticos en el medioambiente.
Cubiertos comestibles y biodegradables
En respuesta a esta problemática, la empresa india Bakeys ha desarrollado cubiertos comestibles y biodegradables, fabricados a partir de harinas orgánicas de arroz, trigo y sorgo, lo que los convierte en elementos completamente seguros para el consumo humano.
Según la empresa, la producción de hasta cien de sus cucharadas utilizan la misma cantidad de energía que la necesaria para fabricar un solo cubierto de plástico. Por lo que se trata de un proceso significativamente más eficiente en términos de recursos y energía.
A diferencia de los cubiertos de plástico, que pueden tardar siglos en degradarse, los cubiertos de Bakeys se degradan en tan solo tres a cinco días si no se consume. De esta forma, se reduce drásticamente el impacto ambientan asociado con los residuos plásticos.
Estos innovadores cubiertos ya están disponibles en países como Japón y Colombia, aunque de la mano de otras empresas, demostrando la viabilidad y aceptación en los diferentes mercados.
Beneficios ambientales y sociales
El uso de cubiertos comestibles y biodegradables tiene numerosos beneficios, tanto para el medioambiente como para la sociedad.
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Reducción de residuos plásticos. Al optar por cubiertos comestibles, se disminuye significativamente la cantidad de residuos plásticos que terminan en vertederos y océanos. Esto ayuda a reducir la contaminación y protege la vida marina.
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Ahorro de recursos naturales. La producción de cubiertos de la empresa India, consume menos recursos naturales y energía, la comparación, la producción de plásticos, lo que contribuye a la conservación de recursos y a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
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Fomento de la economía circular. Los cubiertos comestibles promueven un modelo de economía circular, en el que los productos se diseñan para ser reutilizados, reciclados o, en este caso, consumidos, lo que minimiza el desperdicio y maximiza el uso eficiente de los recursos.
La adopción de alternativas sostenibles como los cubiertos de Bakeys puede fomentar una mayor conciencia sobre la importancia de reducir el uso de plásticos desechables y adoptar prácticas más responsables con el medioambiente.