De llevar consolas al hospital a un día en Disneyland: así es la ONG que busca las sonrisas entre el cáncer infantil
Bajo un lema muy claro, esta fundación busca que todos los niños con cáncer no pierdan la sonrisa durante su tratamiento.
30 abril, 2024 01:50Imagine despertarse e ir directamente el médico, estar de consulta en consulta toda la mañana, que llegue la hora de comer y vuelva a hacerse más pruebas. Imagine que tiene que dejar de trabajar o de estudiar porque no consigue compaginar una vida 'normal' con el tratamiento médico que necesita para seguir con vida.
O si no, imagine que tiene que vivir en un hospital, que tan solo puede salir bajo autorización de un profesional y que no puede hacer aquello que tanto le gustaba. Sin duda, hablamos de una situación que a nadie le gustaría vivir. Pero ahora, imagine una última cosa, piense que tiene 5, 9 o 15 años y que esta es su vida. Complicado, ¿verdad?
Esta es la vida de los 1.500 niños que, cada año, son diagnosticados con cáncer infantil en España. Son 35.000 niños y adolescentes diagnosticados cada año en Europa y 400.000 nuevos casos de menores de 20 años en el mundo, según la Federación Española de Padres de Niños con Cáncer. Porque, aunque a veces podamos pensar que es algo que no afecta a los más pequeños, sí lo hace.
El Registro Español de Tumores Infantiles, un informe de la Sociedad Española de Hematología y Oncología Pediátricas (SEHOP), actualiza cada año estas cifras. Son más de 3 diagnósticos al día, casi 1.300 familias que tienen que enfrentarse a recibir la noticia de que su hijo tiene cáncer.
Entre todo ellos, la leucemia es la afección más frecuente entre niños y adolescentes, supone el 28% de los casos de cáncer registrados de 0 a 14 años en España y, tan solo en 2022, fueron 288 los menores diagnosticados con esta enfermedad.
Un soplo de aire fresco
Pero ahora, piense lo siguiente. Tiene 7 años, lleva un año y medio luchando contra una enfermedad que parece no irse, ni siquiera puede entender qué está ocurriendo. Los médicos hablan, pero le suena a un idioma completamente diferente, no consigue comprender por qué no puede estar en el parque jugando con otros niños o por qué no puede volver a dormir en su habitación, aquella que tanto echa de menos con sus juguetes y, sobre todo, con su escondite favorito.
Pasan los días, las semanas, y todo sigue igual, pero, una mañana, una mujer rubia se acerca a su lado y le hace una pregunta: ¿Te gustaría pasar un día en Disneyland París? Entonces, no puede ocultar su sonrisa, sus ojos incluso brillan, al borde de romper a llorar de alegría. Va a subirse a un avión por primera vez, va a poder conocer a sus personajes favoritos, va a poder disfrutar de atracciones y, lo más importante, va a salir del hospital por un día.
Esta es la situación que le plantearon a niños que sufren, o han sufrido, cáncer desde la Fundación Juegaterapia. Y allí estaban las 32 familias que escogieron esperando, llenas de ilusión y emoción, en el mostrador 790 de la Terminal 4 del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, dispuestas a darlo todo en un día lleno de sorpresas.
Con motivo de los 75 años desde que partió de la capital el primer vuelo directo de Iberia hacia París y, junto al 32º aniversario desde la apertura del Parque con más magia de Europa, ambas compañías se fusionaron para dar la oportunidad a estos chicos y sus familias de disfrutar de un día donde, lo único importante, es pasarlo bien, dejando atrás, por unos momentos, todas las preocupaciones presentes cada día.
El valor del juego
Iniciada hace 14 años, esta fundación ha basado su acción en hacer la estancia hospitalaria de los pequeños, algo donde la diversión y el juego tienen cabida. "Surge con un gesto particular de su fundadora, que es Mónica Esteban, que le donó una consola a un chico que tenía tratamientos de quimio muy largos y de muchas horas", cuenta Clara Contreras, directora del Proyecto Iria en Juegaterapia.
La propia fundación, de la mano del equipo médico del Hospital de La Paz de Madrid, ha realizado un estudio en el que han podido demostrar que los pacientes pediátricos oncológicos con mucositis post-quimiterapia, una de las secuelas más dolorosas del tratamiento, sufren menos dolor mientras disfrutan con videojuegos.
En la misma investigación, publicada en el Journal of Medical internet Research, se determinó que las consolas disminuyen en un 20% el consumo de morfina diario. Además, aumentan en un 14% del tono parasimpático, favoreciendo la recuperación fisiológica y reduciendo, en un 14%, el dolor que pueden llevar a sentir los niños.
Bajo el lema La quimio jugando se pasa volando, la fundación trata de humanizar los hospitales para que los ingresos, los tratamientos y las consecuencias posteriores, puedan ser paliadas a través del juego.
Cada día reciben donaciones de empresas y particulares, ya sean tablets, videojuegos o consolas, y ellos se encargan de donarlos a las áreas pediátricas de diferentes hospitales alrededor de España. Además, han cambiado la imagen gris de las azoteas de los centros sanitarios, para convertirlas en espacios amplios y llenos de color para que los niños puedan jugar y disfrutar aun sin salir del hospital.
Por el momento, ya han construido un jardín en la azotea del Hospital de La Paz, otro en el Hospital 12 de Octubre, un tercero en el Hospital La Fe de Valencia y otro en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid.
[La Galleta Solidaria: así es el proyecto que contribuye a la lucha contra el cáncer infantil]
Además, actualmente, se encuentran recaudando fondos para realizar un quinto en el Hospital Materno Infantil de Málaga y no tienen el objetivo de parar: "Después subiremos a otra azotea. Y a otra. Hasta que los niños ingresados puedan jugar, frente a una pantalla o bajo los rayos del sol", relatan desde la Fundación.
Desde 2010, el año de su creación, han sido más de 27.000 consolas y tablets donadas, más de 45 proyectos terminados y más 160 voluntarios en colaboración. "Hemos creado una gran familia, es un lugar en el que entras y hay alegría, confianza. Todos se conocen", concluye Contreras.