El caos en las salas de asilo de Barajas retrata la odisea de la migración por vía aérea: "En 27 años no he visto nada así"
De los 163.218 solicitantes de protección internacional que llegaron a España en 2023, muchos lo hicieron por avión para huir de conflictos.
27 enero, 2024 02:00El aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas se enfrenta a un colapso sin precedentes y copa los titulares con términos como 'chinches', 'suciedad' o 'indigna' que describen la situación que se vive en sus salas de asilo. En cuestión de semanas, estas se han convertido en el lóbrego refugio de más de 390 personas que, en busca de obtener protección internacional en España, esperan en circunstancias de saturación, hacinamiento e insalubridad en las instalaciones ante el aumento de las peticiones registradas en los últimos meses.
La situación en el aeropuerto es tan insostenible que incluso Cruz Roja ha renunciado a prestar servicio en él por un tiempo. Hasta ahora, la labor de la oenegé se ha centrado en la atención psicosocial a las personas que están alojadas como solicitantes de asilo. Se trata, explica el director de Migraciones de Cruz Roja, José Javier Sánchez, de un "trabajo centrado fundamentalmente en acompañarles en todo su proceso", suministrar los materiales básicos y atender a las vulnerabilidades a las que pueden enfrentarse los migrantes, como las "situaciones de trata".
Sin embargo, la organización ha decidido retirar sus equipos de la infraestructura de forma temporal "hasta que vuelvan a darse las condiciones mínimas para que podamos desempeñar nuestro trabajo". Desde Cruz Roja denuncian que la sobreocupación de las salas ha llegado a una situación "límite" y esperan que Interior facilite lo antes posible una atención digna a estas personas, que a día de hoy conviven entre chinches mientras se trabaja en las labores de desinfección y limpieza, como se asegura desde el Ministerio del Interior.
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Situación límite en Barajas
El colapso del aeropuerto ha obligado a habilitar hasta tres habitaciones ante la imposibilidad de dar servicio, mientras muchos solicitantes de asilo duermen en colchonetas e incluso cartones de los pasillos públicos. También ha movilizado al defensor del pueblo, Ángel Gabilondo, quien mantiene el contacto con la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, y recientemente visitó las instalaciones. "El número de personas que se encuentran a la espera de que se habilite un espacio apropiado es tan importante que se comprende las dificultades existentes para atender adecuadamente sus solicitudes", dijo.
Previamente, Gabilondo ya había visitado el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche, espacio al que Interior trató de trasladar con una orden judicial a medio centenar de solicitantes de asilo el pasado mes de diciembre. Sin embargo, el pasado 19 de enero, el Juzgado de Instrucción n.º 46 anuló la autorización del traslado, pese a que este ya se había puesto en marcha, al haber trasladado a cuatro de los 50 solicitantes al citado centro de Aluche.
Ocurrió después de que la Fiscalía y la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) pidieran la nulidad del auto tras saber que uno de los migrantes trasladados era una persona a la que el CEAR representa actualmente. "Nos enteramos de forma extraoficial, por la prensa", denuncia Elena Muñoz, coordinadora del Área Judicial de CEAR. Y añade: "Esto vulnera el procedimiento de internamiento, cuando se ingresa a una persona hay que comunicarlo inmediatamente a sus letrados; eso no ocurrió, vulnerando el derecho a la defensa" de dicha persona.
España, tercer país receptor de la UE
Lo que está ocurriendo este año en Barajas es, en palabras de Elena Muñoz, de CEAR, algo que "nunca en 27 años he visto así", pero que tampoco es un fenómeno "puntual". "Nosotros venimos advirtiendo de este aumento paulatino de las solicitudes de protección internacional desde verano, pero la situación ha terminado de estallar en diciembre", explica al respecto.
En cualquier caso, aunque las condiciones de hacinamiento e insalubridad hayan tocado techo este mes en Barajas, la migración por vía aérea no es ninguna novedad en España.
En 2023, nuestro país fue el tercero de la Unión Europea en recibir al mayor número de personas solicitantes de asilo, con Venezuela y Colombia como los principales países de origen. La Oficina de Asilo y Refugio (OAR) del Ministerio del Interior recibió 163.218 solicitudes de protección internacional el año pasado, un 37% más que en 2022 y representando la mayor cifra desde la creación de la oficina en 1992.
En realidad, el perfil del inmigrante irregular en España dista de ser el de alguien que llega en patera, aunque esta sea la estampa más fácil de fotografiar. Muchos de ellos viajan en avión y llegan a España principalmente para huir de conflictos bélicos, torturas, amenazas o situaciones de discriminación. Sin embargo, en 2022 solamente el 16,4% de las 86.977 personas cuyo expediente se resolvió obtuvo protección internacional, según el Informe 2023: Las personas refugiadas en España y Europa de CEAR.
De este modo, nuestro país quedaba hace dos años como el tercero por la cola en cuanto a reconocimiento de asilo, colocándose así solo por detrás de Chipre y Malta y quedando significativamente lejos de la media europea. Además, dejó sin resolver 877.785 solicitudes en el conjunto de los Estados miembros, cifra que aumentó respecto a 2021.
En la frontera aérea
Barajas es la principal entrada de los migrantes que llegan a España por vía aérea. En 2022, el servicio jurídico de CEAR asistió a un total de 1.508 personas, la mayoría de Venezuela (451), Colombia (238) y Turquía (183). Este último país, destacan en el informe, concentra la mayoría de las solicitudes hasta agosto de 2022, cuando se impuso a sus nacionales el visado de tránsito aeroportuario tras dos años de alto número de solicitudes.
"Esto muestra, una vez más, cómo la política de visados española volvió a ser utilizada para impedir el acceso a la protección internacional, como se hizo con Siria en 2011, Palestina en 2019, Yemen en 2020 o Haití en 2021", denuncian al respecto. Entre los datos a destacar desde la Comisión está el de aquel 49,5% de las solicitudes con asistencia letrada de CEAR en dicho aeropuerto que fueron admitidas a trámite en 2022.
Igualmente, como aseguran en el informe, en 70 ocasiones se solicitó la medida cautelar de suspensión del retorno, y en nueve solicitudes se detectaron indicios de que la persona pudiera estar viviendo un caso de trata. Ante tal escenario, la Oficina de Asilo y Refugio interviene y comunica estos indicios a la Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedad Documental, que es la encargada de la identificación formal de las potenciales víctimas.
Este mes, a raíz de la flagrante crisis migratoria en Barajas, los sindicatos policiales pidieron al ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, que tome medidas ante la "incapacidad" de los mandos del puesto fronterizo en Barajas. El Sindicato Unificado de Policía (SUP) explicaba el 15 de enero que la mayoría de los hacinados proceden de países africanos como Kenia, Senegal y ahora especialmente Marruecos, país para el que ven necesario que se empiecen a pedir visados de tránsito.
En concreto, el SUP pide que se soliciten para todas las personas que embarquen con la Royal Air Maroc desde Casablanca, ya que señalan que de esta ciudad proceden la mayoría de solicitantes de asilo. Como informó previamente Europa Press, el sindicato explica que muchos pasajeros suben a un avión desde el aeropuerto internacional Mohammed V con destino a El Salvador o Bolivia, "así como en el caso marroquí a San Pablo (Brasil)", pero antes hacen escala en Madrid.
Se trata de países que no piden visado para estos nacionales procedentes de países africanos, como tampoco existe actualmente necesidad de tener un visado de tránsito para hacer escala en la zona internacional de Barajas. En la mayoría de casos, asegura el SUP, los pasajeros se deshacen de su documentación antes de bajar del avión y acuden al puesto fronterizo a pedir protección internacional.
Más allá de Barajas
En cualquier caso, este fenómeno no es exclusivo del aeropuerto madrileño. En noviembre de 2021, 24 jóvenes procedentes de Marruecos (23) y Palestina (1) entraron en España de forma irregular a través del aeropuerto de Mallorca tras obligar a un avión a aterrizar simulando una emergencia médica. Fue una de las primeras veces en las que se habló de 'pateras aéreas'. En 2022, volvió a repetirse en El Prat de Barcelona, donde 27 personas trataron de entrar después de que una pasajera afirmara estar de parto, forzando el aterrizaje de su avión.
Aunque las Islas Canarias siguen siendo el principal destino de la inmigración ilegal que llega a España, seguidas de las rutas del Mediterráneo, la migración irregular por vía aérea es un fenómeno habitual en España. Desde el área judicial de CEAR, Elena Muñoz asegura que las medidas que se están poniendo en marcha actualmente para contraer el flujo de personas que siguen llegando a España "suponen un obstáculo más que aboca a estas personas a utilizar vías mucho más peligrosas".
Desde la Comisión Española de Ayuda al Refugiado piden soluciones "a un problema que es estructural" y que no puede solucionarse con parches. En lo que a actualidad inmediata se refiere, piden que se garanticen en Barajas unas instalaciones que cumplan "las condiciones mínimas que establece la legislación europea", subraya Muñoz.
Y concluye: "También exigimos que a los solicitantes que están ahora mismo en el aeropuerto se les faciliten citas en las comisarías provinciales y sean acogidos dentro de un sistema normalizado que garantice estos requisitos".