Los indígenas llevan el retrato más crudo de la Amazonía del cine a la COP: "Aquí es muy común la ley del silencio"
Los creadores de 'We Are Guardians' visibilizan la lucha de estos pueblos por proteger el 13% de territorios demarcados en el 'pulmón' del planeta.
5 diciembre, 2023 02:03En la 28ª Conferencia de las Partes (COP28) de Naciones Unidas sobre el cambio climático, la crisis ambiental que azota al Amazonas se debate como una cuestión de urgente prioridad. Los representantes de los casi 200 países signatarios de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, entre ellos Lula da Silva, se reúnen en Dubái, epicentro de las negociaciones sobre el clima hasta el próximo 12 de diciembre.
No son los únicos. A la ciudad de Emiratos Árabes Unidos también acuden comunicadores y activistas con una agenda paralela a la de las sesiones que involucran a los dirigentes mundiales. Si el objetivo de los primeros es dar cobertura a la edición, los segundos ejercen presión y exigen participar en la toma de decisiones, protestando en defensa de la lucha climática. Puyr Tembé es uno de los rostros a los que seguimos este año.
La brasileña, secretaria estatal de los Pueblos Indígenas de Pará y cofundadora de la Articulación Nacional de las Mujeres Indígenas Guerreras de la Ancestralidad (ANMIGA), es también una de las protagonistas de We Are Guardians (2023), documental dirigido por Edivan Guajajara y Chelsea Greene y producido por Rob Grobman.
La obra, apoyada por Leonardo DiCaprio desde la producción ejecutiva, es definida por sus creadores como "una historia de esperanza y resiliencia en medio de una crisis en desarrollo". Muestra el desafío al que se enfrentan a diario los pueblos indígenas brasileños, encargados de proteger su hogar del avance de la deforestación, el agronegocio y la minería.
Semanas antes de que tenga lugar la cumbre, los tres se sientan con EL ESPAÑOL para presentarse y hablar del documental. Edivan Guajajara es el primero en hacerlo: el director es originario de la tierra indígena Arariboia. Este territorio, ubicado en el sudeste del estado, alberga cerca de doce mil indígenas que protegen el gran pulmón verde de la devastación de árboles centenarios y la explotación de sus recursos.
Lo particular de la película, actualmente promocionándose en festivales como el Raindance Film Festival —donde ha sido premiada—, es que se enriquece desde su propia complejidad, explica su creador. Y es que un conflicto de tal envergadura no puede explicarse sin reflejar la diversidad de voces que conviven en la Amazonía.
We Are Guardians sigue a la activista Puyr Tembé y al guardia forestal indígena, Marçal Guajajara, pero también a un maderero ilegal que defiende la tala como su única opción para salir adelante. Igualmente, la película explora el papel de grandes multinacionales y compañías de la industria extractiva, y sitúa a la depuesta administración de Bolsonaro como culpable de los retrocesos en la protección de los grupos indígenas.
En la conversación con este periódico, los creadores de We Are Guardians describen al exdirigente como un ejemplo de "ecogenocidio y negacionismo" que ha hecho más profunda aún la crisis que se vive en el bioma. En contraste, "Lula [da Silva] solo lleva un año, pero ha cogido un país que está devastado, en el que faltaban políticas públicas y controles sociales, y está reconstruyéndolo", explican.
El documental fue proyectado el mes pasado en Madrid de la mano de Mighty Earth. Carlos Bravo, su portavoz, nos acompaña en la entrevista, y habla del recién aprobado Reglamento Europeo de Deforestación Importada (EUDR), cuya aplicación podría paliar el impacto de la tala masiva en el Amazonas. Desde la oenegé también piden a da Silva "que acabe con la deforestación, en coherencia con su afirmación de que Brasil no necesita talar un solo árbol para aumentar la producción agrícola".
La cuestión de las demarcaciones
A modo de contexto, desde 1998, la Constitución brasileña garantiza a los indígenas los derechos originales sobre las tierras que han ocupado tradicionalmente, que representan un 13% de la superficie del país. La demarcación garantiza a pueblos como el de los Guajajara el derecho a ocupar sus territorios ancestrales y el uso exclusivo de los recursos naturales.
Si Bolsonaro, partidario de abrir el Amazonas a la industria, prometió "no demarcar ni un centímetro", recuerda Puyr Tembé, el gobierno actual "ya ha delimitado ocho tierras indígenas y está retomando la gestión ambiental". También está llevando a cabo, destaca, acciones de "desintrusión". Desde la Secretaría General de la Presidencia de Brasil las definen como "la retirada de personas no indígenas que, al ocupar parte de las tierras aprobadas por las demarcaciones, representan una amenaza" para estas comunidades.
En cuanto al documental, Edivan Guajajara lo describe como "especial porque da visibilidad al trabajo milenario de protección que hacen nuestros pueblos indígenas". Y añade: "We Are Guardians es un mensaje de educación ambiental y lucha por la justicia social. En él enseñamos el contexto político de Brasil y la importancia de la democracia".
La cita con ENCLAVE ODS acaba derivando en una conversación sobre el peligro que acarrea ser defensor ambiental en Brasil, confirmado por Global Witness como el país con más ecologistas asesinados entre 2012 y 2021. En esos años, establecen datos recientes, la lucha climática ha llevado a un destino trágico a 342 personas.
En el Amazonas, defender la tierra puede convertirse en una sentencia de muerte. "Aquí se habla mucho de la ley del silencio", denuncia Tembé. "También hay crímenes que tienen que ver con lo agrícola, con la lucha por el territorio, contra los agricultores; contra los garimpeiros, que son buscadores ilegales de piedras preciosas; y conflictos relacionados con la madera que a veces llevan a la muerte", enumera.
"Los madereros también son víctimas"
Esta última cuestión es uno de los ejes sobre los que gira We Are Guardians. Rob Grobman expresa que "es demasiado fácil culpar a los madereros y agricultores que también están tratando de sobrevivir. Nosotros vamos más allá y tratamos de mostrar una imagen más amplia de cómo Estados Unidos y otros países en Europa, Asia, etc., tienen un impacto enorme en la situación a través de la cadena de suministro".
El productor del documental pone el foco en las grandes multinacionales que "están trayendo una destrucción a gran escala al Amazonas". Y añade que incluso "los madereros son también víctimas de las operaciones de los perpetradores. Los países fuera de Brasil tienen la responsabilidad de actuar imponiendo restricciones a la importación de productos procedentes de bosques tropicales y regiones demarcadas".
Puyr Tembé asiente a lo que dice su compañero. La brasileña fue organizadora de la III Marcha de las Mujeres Indígenas, una de las manifestaciones públicas con mayor visibilidad de estos pueblos. "Las mujeres estamos liderando la lucha por la protección del medio ambiente y nuestras comunidades en el Amazonas", asegura, poniendo como ejemplo como a la actual ministra Sonia Guajajara.
En la manifestación, las indígenas protestaron contra la imposición del denominado marco temporal, que defiende que los pueblos indígenas solo tengan derecho a que se demarquen las tierras que ocupaban en la fecha de promulgación de la Constitución. Dicha tesis fue descartada en septiembre, cuando la Corte Suprema de Brasil reconoció el derecho de los indígenas a las tierras que han ocupado "histórica, tradicionalmente y de forma permanente".
[Victoria de los indígenas en Brasil: el Supremo consagra su derecho sobre las tierras ocupadas]
El Amazonas irrumpe en la COP
En cualquier caso, las comunidades indígenas siguen enfrentándose hoy a los retos de la deforestación y piden participar más en la toma de decisiones. Edivan Guajajara, Puyr Tembé y Rob Grobman muestran estos reclamos en el documental y siguen de cerca las negociaciones de la COP, que en esta edición pone el foco en la financiación con la puesta en marcha de un fondo de pérdidas y daños climáticos.
Ahora, desde la cumbre de Dubái, Tembé celebra el lanzamiento del Programa de Recuperación de la Vegetación del Estado de Pará, que tiene como meta recuperar 5,65 millones de hectáreas antes del 2030. Esta semana también ha participado en un panel enfocado en el mercado voluntario de carbono, donde ha expuesto el papel "clave" y "activo" que tienen las comunidades indígenas en el futuro de la innovación sostenible.
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Antes de dar fin a la entrevista, la activista adelanta a este periódico: "Hemos hecho una propuesta para la COP30 de Brasil". No da más detalles, pero asegura que, si sale adelante, supondrá un avance más que significativo para las comunidades que quieren tomar partido en los procesos de negociación.
"A partir de ahora queremos sentarnos en la mesa, porque siempre nos hemos quedado en foros separados. Todo lo que se dice en estas cumbres está muy bien, pero no estamos participando de verdad, conociendo de primera mano cuáles son los recursos, las medidas, los resultados que queremos alcanzar", denuncian. Los indígenas no necesitan intermediarios: ahora pretenden llegar a estas acciones por su propia cuenta.