En España, quienes viven con algún tipo de discapacidad a menudo se enfrentan a obstáculos que dificultan su integración. Acudir a un establecimiento cuya entrada no contempla los problemas de movilidad o encontrar trabas a la hora de contratar un seguro son algunos de los más comunes. Tampoco queda lejos el rechazo en las entrevistas de trabajo por ser considerados "menos productivos" que otros empleados. Situaciones ante las que el colectivo se ha sentido, hasta ahora, desprotegido.
Lo confirma la última encuesta impulsada en esta materia desde el Ministerio de Asuntos Sociales y Agenda 2030. En ella, el 90% de los participantes coincidieron en que las personas con discapacidad no tienen las mismas oportunidades que el resto de la ciudadanía. Una situación desesperante para muchos hogares que en plena era digital no se comprende, y a la que desde iniciativas como la que promueven Human Institute junto a DXC Technology tratan de poner fin.
Construir puentes virtuales para que estos colectivos puedan integrarse con éxito en la sociedad. Ese fue el objetivo desde el que, hace unos meses, surgieron los premios Appcesibilidad. Un programa cargado de solidaridad que este año celebra su primera edición, siempre desde la misión de frenar la desigualdad y ofrecer nuevas posibilidades laborales para el colectivo.
Bajo el lema "no dejar a nadie atrás", el programa apoya el talento como motor de la transformación social y apuesta por los talentos por descubrir en el ámbito de la informática y el mundo digital. Tal como incita el nombre de Appcesibilidad, esta iniciativa ha promovido el diseño de aplicaciones que contribuyan a mejorar o facilitar el día a día de las personas con discapacidad.
Ocurre como respuesta a la suposición que ambas oenegés tuvieron desde un principio, y que han confirmado con un informe reciente al respecto, de que al entorno digital aún le quedan retos pendientes para adaptarse por completo a las necesidades de quienes viven con discapacidad.
Lo elaboraron las promotoras de la iniciativa en colaboración con la fundación Amás. En él, un 11% de los participantes encuestados aseguró que la accesibilidad de las aplicaciones no es inclusiva, y que sus limitaciones dificultan la integración de estos colectivos en riesgo de exclusión.
Entender o manejar el móvil es una de las dificultades a las que se enfrentan en su día a día. Esto, en un mundo cada vez más interconectado, puede suponer un verdadero obstáculo en la realización de muchas tareas cotidianas.
El lado más humano
Las historias que unen a personas como Carolina García (49) y Alicia Sotillo (31) sirven para confirmar la realidad de la brecha digital. La primera, profesora en derechos para las personas con discapacidad, relata cómo a lo largo de su vida "he visto compañeros con grandes dificultades a la hora de, por ejemplo, buscar direcciones, y al final tienen que acabar pidiendo ayuda al profesional. Se ponen nerviosos cuando no consiguen hacerlo".
La segunda se ha propuesto como meta profesional llegar a ser validadora de páginas web y textos de lectura fácil, desde la misión de acercar las redes y la cultura a quienes más lo necesitan. Sotillo defiende que hay muchas formas de facilitar la vida de estos colectivos, algunas tan fundamentales como indicar "si un hotel está adaptado para huéspedes en silla de ruedas, si tiene textos en braille, intérpretes de signos para personas sordas, etc.".
Un 11 en integración
Ese es, precisamente, el número de aplicaciones que las personas con discapacidad más anhelan encontrar en sus móviles, según informan desde Human Age Institute. La lista la conforman:
- Aplicaciones de empleo que reúnan consejos, perfiles profesionales para acceder a ofertas adaptadas a sus necesidades, formaciones, etc.
- Aplicaciones que permitan transformar documentos a formatos más sencillos, por ejemplo, a través del uso de voz.
- Aplicaciones de música accesible.
- Aplicaciones que faciliten el acceso en lugares públicos como restaurantes, discotecas o museos.
- Aplicaciones para viajes con ofertas aptas para el colectivo.
- Aplicaciones para entablar relaciones de amistad de forma segura, aplicando estándares de seguridad que sirvan como 'plus' de protección para ellos.
- Aplicaciones de autoescuelas en las que se realicen adaptaciones para personas con diversas discapacidades.
- Aplicaciones que faciliten la comprensión de recibos, facturas o tickets de distintos establecimientos.
- Aplicaciones para el impulso del bienestar físico, con propuestas de ejercicios específicos, planificaciones de la lista de la compra, etc.
- Aplicaciones para la accesibilidad legal, que sirvan para asesorar sobre trámites o que centralicen todas la gestiones con la administración pública.
- Aplicaciones que funcionen como un diario para incluir los estados de ánimo, cómo ha ido el día o cuáles son las citas programadas para la semana.
Con estas propuestas, informe confirma cómo la accesibilidad está más cerca de lo que parece. Para adaptar las TIC a quienes tienen necesidades especiales solo hace falta, de hecho, tener en cuenta esas limitaciones que deben ser una prioridad tanto para empresas como para las instituciones en una sociedad orientada al progreso.
El presidente de Human Age Institute, Raúl Grijalba, pone el foco en la primera, recalcando que "gracias a las nuevas tecnologías, colectivos que antes tenían un acceso limitado al mundo del empleo, ahora pueden asumir nuevos retos profesionales. El camino para reducir las desigualdades sociales pasa por facilitar la generación de empleo sostenible, inclusivo, diverso y que genere equidad y oportunidades para todos".
"Creemos que el informe ahora presentado va a inspirar a muchas personas a trabajar juntas en la creación de soluciones tecnológicas innovadoras y accesibles para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad", añade Juan Parra, a los mandos de DXC Technology en España y Portugal.
Premios que rompen brechas
Por eso, y de forma paralela a los informes, ambas oenegé siguen adelante con la celebración de los galardones Appcesibilidad. Estos van dirigidos a aquellos profesionales y estudiantes de cualquier edad que deseen darle un impulso a sus carreras profesionales y favorecer la inclusión de las personas con discapacidad.
Los candidatos pueden presentarse hasta el próximo 22 de septiembre de forma individual o por equipos (de hasta cuatro personas). Estos diseñarán aplicaciones innovadoras que ofrezcan soluciones a problemáticas actuales y, en concreto, que permitan mejorar la calidad de vida de estos colectivos en su entorno doméstico, social y formativo.