Ahorrar en el uso del agua —sobre todo en una época de sequía como la que vivimos ahora— es una preocupación que compartimos muchas personas, tanto para cuidar del medioambiente como para reducir nuestra factura mensual. Precisamente, en el cuarto de baño, donde utilizamos una gran cantidad de agua, es donde más precauciones solemos tomar.
Acciones como tomarnos duchas más cortas o simplemente utilizar el agua justa y necesaria para cepillarnos los dientes o lavarnos las manos son solo algunas de las medidas que toman miles de personas cada día para poder ahorrar agua.
Aun así, nuestro gasto diario de agua es muy importante. Según los últimos datos recogidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), cada español gasta unos 133 litros de agua al día, aunque este dato varía según los hogares y las necesidades personales.
[El asqueroso motivo por el que hay que tirar de la cadena del inodoro siempre con la tapa cerrada]
El mayor uso de agua diaria que se da en un hogar, tal y como recoge el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS por sus siglas en inglés), es para descargar el inodoro, un espacio en el que no solemos reparar cuando hablamos de ahorro de agua. Y es que, según el USGS, cada descarga consume entre 5 y 10 litros de agua, dependiendo de si se trata de un modelo nuevo o antiguo.
Este gesto tan cotidiano, el de tirar de la cadena, supone en muchas ocasiones gastar de media más de 30 litros de agua al día, lo que significa que aproximadamente una cuarta parte del gasto diario de agua se va por el retrete. Si multiplicamos estos 30 litros diarios por los 365 días del año, gastamos más de 10.000 litros de agua cada año solo con tirar de la cadena.
Por tanto, ahorrar en el agua que consumimos al utilizar el inodoro, no sólo nos permitirá ahorrar en la factura del agua, sino que también ayudará al medioambiente, especialmente en un momento tan complicado como el que vivimos ahora mismo en España.
El truco de la botella
En este afán por ahorrar, un truco se ha hecho especialmente viral en las redes sociales. Y no puede ser más sencillo y rápido. Solamente necesitaremos una botella de plástico (con una de un litro es suficiente), que se deberá rellenar de agua y, después, introducirlo dentro de la cisterna.
Con esto, reduciremos la capacidad del depósito, algo que permitirá que no se desperdicie tanta cantidad de agua cada vez que utilizamos este mecanismo de descarga. Aunque, tal y como avisan desde la Fundación Aquae, hay que tener cuidado al colocar la botella dentro del habitáculo. Poner la botella de una forma errónea podría obstruir la cisterna e interrumpir el correcto funcionamiento del mecanismo, pudiendo incluso llegar a provocar fugas de agua.
Este pequeño truco podría hacerte ahorrar muchos litros de agua al año y es especialmente efectivo para aquellos inodoros que no son de doble descarga (los que tienen dos botones y puedes elegir la cantidad de agua descargada).
Así, si conseguimos ahorrar unos 450 litros de agua al mes por hogar —la estimación que realiza Sunass, el organismo estatal peruano que presta los servicios de saneamiento—, al año serían casi 5.000 litros de agua. Con este pequeño cambio, por tanto, podremos reducir drásticamente los litros de agua que desperdiciamos cada año en nuestros hogares.