Antes de que finalice el mes de noviembre, volvemos sobre 'Movember', el movimiento surgido en 2003 y que tiene como objetivo concienciar a la población sobre los temas relacionados con la salud del hombre.
En esta ocasión, ahondamos sobre el varicocele, esa anomalía congénita que se caracteriza por una dilatación anormal de las venas testiculares, dicho de manera simple serían el equivalente de las várices de las piernas.
En muchos casos esta anomalía se puede asociarse a infertilidad y alteración en el desarrollo testicular del lado afectado durante la adolescencia.
Una de las preocupaciones de los pacientes o de los progenitores tras el diagnóstico es si el desarrollo testicular se verá afectado, o si este diagnóstico implica la infertilidad. Para tranquilidad de ambos, esto no siempre es así.
Actualmente, se desconoce la asociación exacta entre la disminución de la fertilidad masculina y el varicocele, sí sabemos que el aumento de la temperatura escrotal y el aumento de la presión dentro del testículo pueden alterar la producción de espermatozoides.
El varicocele está presente en casi el 15% de la población masculina sana, aunque este porcentaje se incrementa en el 25% de los hombres con análisis anormales del semen (seminograma) y llega a estar presente en el 40% de los hombres que presentan infertilidad.
Los síntomas
Los síntomas más habituales son hinchazón por encima del testículo, dolor testicular (orquialgia) leve o moderado y sobre todo sensación de tensión o pesadez tras pasar muchas horas de pie.
Es fácilmente detectable con una simple autoexploración, esas que desde la adolescencia son esenciales ya que pueden ayudarnos a detectar tanto el varicocele como un posible tumor testicular.
Factores que influyen
La aparición del varicocele se debe a factores anatómicos, y cerca del 90% de los mismos son unilaterales izquierdos.
Los unilaterales derechos son raros y deben ser estudiados con más profundidad para descartar enfermedades más graves, como tumores renales o en el espacio comprendido desde los riñones al testículo (espacio retroperitoneal).
Trabajos o prácticas deportivas que incrementen la presión intrabdominal pueden acentuar su aparición o crecimiento, de hecho, el varicocele voluminoso era una causa de exención del servicio militar.
Puede provocar dolor leve
Nos cuenta el doctor Encinas, que esta patología puede provocar un dolor leve o moderado que puede mejorar tras un tiempo de estar tumbado. Raramente presentan dolor severo agudo.
En caso de un dolor agudo habría que descartar una torsión testicular, lo que puede derivar en una urgencia quirúrgica que implica la intervención antes de las 6 horas de su inicio es crucial para que no se produzca un daño irreversible del testículo
La resolución del dolor tras la varicocelectomía se produce en el 48-90% de los pacientes, sobre todo en los varicoceles de mayor grado.
Infertilidad
Respecto a la infertilidad, la reparación del varicocele ha sido objeto de debate durante varias décadas. Diferentes estudios en varones con varicoceles palpables y/o visibles han demostrado que la varicocelectomía quirúrgica mejora significativamente las alteraciones en el seminograma.
Los hombres con varicocele clínico (palpable y visibles en reposo), recuento de espermatozoides bajo en el seminograma e infertilidad de otro modo inexplicable es el mejor candidato para favorecerse de la cirugía con posibilidad de lograr el embarazo espontáneo 6 y 12 meses después de la varicocelectomía.
¿Cuándo tengo que acudir al médico si presento síntomas?
Deben acudir al médico los adolescentes que presenten disminución del tamaño de uno de los testículos, se palpen un bulto por encima del testículo hacia la ingle o tengan dolor testicular reiterado.
Requieren ser evaluados los hombres adultos que noten hinchazón o aquellos que hayan tenido dificultad en la pareja para lograr un embarazo después de 6 meses sin métodos anticonceptivos.
Tratamiento de la enfermedad
Existen varias modalidades de tratamientos, pero todas están encaminadas a obliterar la luz de esas venas dilatadas. Los estudios actuales indican que la cirugía a nivel inguinal mediante ligadura de la venas usando microcirugía (varicocelectomía microquirúrgica) es la más eficaz de las diferentes técnicas, con menos complicaciones y menores tasas de recidiva.
Las técnicas radiológicas (escleroterapia y embolización) son enfoques mínimamente invasivos ampliamente utilizados, aunque con mayor recurrencia comparada con la varicocelectomía microquirurgica.
Es de interés comentar lo que denominamos varicocelectomía profiláctica en los adolescentes, ya que existe un riesgo importante de sobretratamiento, debido a que la mayoría de los adolescentes con varicocele no tendrán problemas para conseguir un embarazo más adelante.
El tratamiento profiláctico sólo se aconseja en caso de deterioro del crecimiento testicular observado durante el desarrollo puberal.
** Miguel Sánchez Encinas, experto en salud y bienestar urológico