Un cuarto de los estadounidenses que dejaron su trabajo durante la gran dimisión se arrepienten de haber tomado esa decisión. Así de claras son las conclusiones de una encuesta llevada a cabo este verano por el portal de búsqueda de empleo Joblist.
En 2021, según el Foro Económico Mundial, 50 millones de personas se fueron de las empresas en las que trabajaban en Estados Unidos. El motivo principal tras esta gran renuncia estaban las expectativas por conseguir mejores sueldos o beneficios y hacer despegar sus carreras.
Sin embargo, tal y como explica Joblist, uno de cada cuatro trabajadores se muestra "muy arrepentido". Y es que no todo es oro lo que reluce.
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A pesar de que buena parte de las personas que dejaron atrás su trabajo lo hicieron como parte del conocido como éxodo de trabajadores y como resultado de una alta cualificación que les sirvió de entrada directa a otras empresas, con mejores condiciones. Otros muchos, que se vieron atrapados en el furor de las expectativas de la gran dimisión, se han dado de bruces con la realidad.
Aunque también hay que tener en cuenta que para algunas personas la gran dimisión ha sido un ahora o nunca en su futuro laboral. Como explicaba a ENCLAVE ODS Vanessa Bohns, profesora de comportamiento organizacional en la Universidad de Cornell, la gente en EEUU, especialmente los jóvenes, "ha llegado a un punto de inflexión en sus vidas; este es el momento ideal para huir de entornos tóxicos y situaciones laborales insatisfactorias".
Los arrepentidos
Con todo, los datos arrojan una certeza: podría decirse que muchos estadounidenses se encuentran en una fase de gran arrepentimiento tras la gran dimisión. Los motivos son diversos, según Joblist, pero destacan, por ejemplo, que el 40% reconoce estar teniendo dificultades para encontrar un nuevo trabajo. Y es que muchas personas abandonaron su empleo sin una alternativa a la vista.
Por otro lado, buena parte de los encuestados –el 22%– reconocen echar de menos a sus antiguos compañeros de trabajo, mientras que el 17% asegura estar decepcionado con las funciones o condiciones de su nuevo empleo. Algunos, asegura la encuesta de Joblist, también se han dado cuenta de que su anterior puesto "tampoco estaba tan mal". Estos últimos ascienden hasta el 16%.
Tal y como refleja la encuesta de la herramienta de búsqueda de empleo estadounidense, el 42% de las personas que abandonaron su trabajo reconocen que su nueva carrera "no es lo que esperaban", pero que "volver a la empresa anterior no es una opción".
Y es que al preguntárseles por sus anteriores jefes, el 59% de los encuestados descarta por completo esa opción. Sin embargo, el 17% lo haría de buen grado y el 24% estaría abierto a sopesar esa posibilidad.
En Estados Unidos, los sectores más impactados por la gran dimisión y que, según Joblist, jamás volverían a sus puestos anteriores son los profesionales de la salud y de la educación. De ellos, el 67% reconoce "estar harto" de su antiguo empleo y rechaza frontalmente cualquier posible reincorporación.
Los afortunados
Toda historia, como una moneda, tiene su cara y su cruz. La gran dimisión no podría ser de otra forma: de ella también manan rayos de esperanza. Según un reportaje publica por Emma Goldberg en el New York Times en mayo de este año, hay quien abandonó su trabajo para embarcarse en un empleo mejor remunerado y con mejores condiciones.
Goldberg cuenta la historia, por ejemplo, de Nick Haner, de 32 años, quien en su anterior trabajo tenía que enfrentarse a los desplantes –incluso violencia– diarios de los clientes. Ahora, trabaja en remoto para una empresa tecnológica y reconoce que no siente miedo, pues "si este trabajo falla, hay 100 más ahí fuera que podría hacer".
Y es que según los datos de la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos, la mayoría de los que abandonaron su trabajo, en realidad lo que hicieron fue cambiarlo por otro. Especialmente en los sectores de la hostelería, el ocio y el retail.
Según el artículo del New York Times, aquellos que han cambiado de empleo han mejorado, de forma general, sus sueldos en un 10% cuando hablamos de ocio y hostelería, y un 7% en retail.
Por el contrario, son pocas las personas que abandonaron por completo el mercado de trabajo, como podría falsamente sugerir el nombre 'gran renuncia'. Pero de los que sí que lo hicieron, la mayoría son hombres que pertenecen a la generación del baby boom y que decidieron prejubilarse.
Según la revista Forbes, además, en Estados Unidos también se ha producido otro nuevo fenómeno derivado de la gran dimisión: el conocido como boom de las startups. Y es que en 2020 se abrieron 600.000 negocios nuevos, un 100% más que el año anterior, según el medio estadounidense.
La gran renuncia ha tenido, por tanto, sus pros y sus contras. Pero ni es oro todo lo que reluce, ni la situación es tan desesperada como podría parecer.