Descubre cuáles son los colores del reciclaje y qué se tira en cada uno: no todo el plástico va al amarillo
25 años después de iniciar los contenedores de colores, seguimos cometiendo algunos errores que pueden dificultar la tarea del reciclado.
2 octubre, 2022 01:06Hace ya 25 años que aparecieron los primeros contenedores amarillos y azules en nuestras vidas. Al mismo tiempo, en 1997, se aprobaba la Ley de Envases. Al principio, la transición fue complicada para muchas personas, pero hoy en día casi todo el mundo tiene papeleras diferentes en casa para reciclar.
De hecho, según Ecoembes, organización encargada de la gestión del reciclaje de envases en España, el 80% de los hogares españoles son recicladores activos que separan los residuos diariamente. En el año pasado, con este reciclaje, conseguimos ahorrar 1,5 millones de toneladas de materias primas, 1,67 millones de toneladas de CO₂ que no fueron emitidas a la atmósfera y redujimos el gasto de energía en 6,36 millones de MWh.
Los beneficios del reciclaje son múltiples: la fabricación de nuevos productos completamente diferentes a partir de otros ya usados; ayudamos a preservar el medioambiente al usar menos materias primas, menos agua y menos energía; y, generamos menos residuos, por lo que contribuimos a no contaminar los espacios naturales y los hábitats de la fauna tanto terrestre como acuático.
Sin embargo, aún cometemos algunos errores comunes al desechar diferentes materiales. En España, hay cinco colores diferentes para señalar los diferentes contenedores: amarillo, azul, verde, marrón y gris.
Contenedor amarillo
El contenedor amarillo es perfecto para depositar los envases, ya sean de plástico, metálicos (como las latas, las bandejas de aluminio, aerosoles, etc.) o briks de leche, de sopa o de la salsa de tomate. También se incluyen aquí los tubos dentífricos, el papel film y de aluminio, las bolsas de plástico (excepto las bolsas de basura), las bandejas de corcho blanco y las cajas de plástico de frutas, verduras o carne.
Según Ecoembes, un error común que se comete es “pensar que todos los objetos fabricados con plástico van en este contenedor”. Así, algunos objetos como los juguetes de plástico, los biberones, los chupetes, los utensilios de cocina o los cubos de plástico se deben llevar a un punto limpio.
Otros objetos que pueden causar duda y que, por tanto, no deben ir al contenedor amarillo según Ecoembes son: vasos de papel de cafeterías, papel plastificado usado en carnicerías y pescaderías, tupperwares, botes tipo Pringles, cápsulas de aluminio de café, moldes de silicona para cocinar, termos, cajas de CD y DVD, carcasas de vídeos de VHS y cintas de casete, monederos y carteras, bolígrafos, sacapuntas, mecheros, materiales de plástico de cuadros o fotografías, envases de los medicamentos o neceseres.
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Contendor azul
El azul es quizás el contenedor más claro de todos. Aquí se depositan el papel y el cartón. Algunos ejemplos serían las cajas de cartón de los zapatos, las cajas de los cereales o el papel de uso diario.
No obstante, en este contenedor también se cometen algunos errores comunes. El principal es que las servilletas y el papel de cocina usados no se deben depositar aquí, sino que irían en el contenedor orgánico. Otro error es tirar los briks al azul, aunque como ya hemos visto, deben ir al contenedor amarillo.
Contenedor marrón
El contenedor marrón es en el que se depositan los restos de alimentos, tales como pieles de frutas, espinas de pescado, cáscaras de huevo, etc. También las servilletas o papel de cocina usados. Son los conocidos como restos orgánicos y son recogidos para crear compost que se usa para fertilizante o como generador de energía.
Algunos errores comunes que señalan desde Ecoembes son tirar material no orgánico como objetos de cerámica, pañales, colillas, chicles, toallitas húmedas, arena para mascotas…
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Contenedor verde
Al contenedor verde van todos los envases de vidrio, como tarros, frascos, botellas o botellines. El error más común en este contenedor es que muchas veces se confunde vidrio y cristal.
Así, algunos de los ejemplos que no deben desecharse en este contenedor son los espejos, los vasos, las bombillas, la cerámica o las vitrocerámicas. Todos ellos deben ir al contenedor gris o al punto limpio. También hay que tener en cuenta que no se deben introducir las botellas y envases con tapas y tapones o envases con medicamentos.
Otro mito extendido es que se deben lavar los envases y botellas antes de tirarlos al contenedor. Pero, según señalan desde Ecovidrio, no tienen que ser lavados, “porque eso significaría un gasto de agua absolutamente inútil”. Tampoco hay que quitar las etiquetas.
Contenedor gris o naranja
El último contenedor es el de los restos, es decir, todo aquello que no se pueda depositar en el resto de los contenedores. Sin embargo, según Ecoembes, hay algunas cosas con las que hay que tener cuidado: pilas (que deben ir al punto limpio), móviles, ordenadores y CD (punto limpio), muebles, espejos y electrodomésticos (punto limpio) o fármacos caducados (a contenedores especiales de las farmacias).