En un mundo hiperglobalizado y en plena crisis alimentaria, los consumidores tenemos un control muy limitado sobre lo que consumimos.
Por eso, cada vez surgen más iniciativas que buscan recuperar ese control y que luchan para que la producción sea más sostenible en los tres niveles: económica, social y medioambientalmente.
Una de esas iniciativas es ¿Quién es el jefe?, una asociación de consumidores cuyo objetivo es crear colectivamente productos de alimentación más saludables, sostenibles y al alcance de todos, que además garanticen a sus productores una remuneración justa y estable a lo largo del tiempo.
Origen de la iniciativa
El proyecto tiene su origen en Francia, en 2016, cuando el sector lácteo del país sufrió una grave crisis que afectó a las exportaciones y a las llamadas cuotas lácteas. El precio de la leche era tan bajo que los productores apenas sacaban beneficio del producto que vendían, por lo que muchos se acabaron arruinando.
Para remediar esta situación, un grupo de consumidores decidió crear "Cest qui le Patron?" La marque du consommateur(¿Quién es el jefe? La marca del consumidor), una marca de leche justa que, con tan sólo un aumento de 8 céntimos en el precio del producto, consiguió salvar de la ruina a los productores ofreciéndoles una remuneración justa y digna.
Esta iniciativa, que siguió expandiéndose y comercializando otros productos además de la leche, inspiró en otros 10 países la creación de marcas con un espíritu similar y el desafío de avanzar hacia una industria alimentaria más sostenible y justa.
Los consumidores mandan
La principal seña de identidad de ¿Quién es el jefe? es que estos participan de todas las decisiones que atañen a la producción, la distribución y la venta de los alimentos, desde las especificaciones de dichos alimentos hasta el precio de venta.
[Sostenibilidad y sencillez desde el origen: la importancia de saber de dónde viene lo que comemos]
A través de cuestionarios, los socios deciden las características técnicas del producto, y, una vez definidas, se encarga su fabricación a una empresa o cooperativa asociada, con la que la asociación mantiene una relación muy estrecha.
De hecho, el diálogo directo entre consumidores y productores es otro de los puntos clave de la iniciativa. Además, a través de visitas regulares a los fabricantes, los socios comprueban que el proceso se está llevando a cabo de acuerdo a los criterios votados colectivamente.
Cuando finaliza la producción, los propios socios se encargan de presentar y hacer llegar el producto a los distribuidores. De esta manera, se recortan gastos en publicidad y en fuerzas de venta, con lo que una buena parte del beneficio puede ser destinado únicamente a pagar a los productores.
[Ésta es la compra más sostenible que puedes hacer: ecológica y saludable]
Productos sostenibles
En la iniciativa de los consumidores, la sostenibilidad ocupa un lugar muy destacado, y no sólo la social o económica, como ya hemos visto; también la medioambiental.
Ana Estrada, coordinadora de la iniciativa en España, señala que “la inteligencia colectiva siempre lleva a un impacto positivo en términos de sostenibilidad”. Y explica cómo, a través de las decisiones colectivas, contribuyen “a la mejora de las condiciones de producción y a la calidad del producto final”.
En el caso de la leche, por ejemplo, la Marca de los Consumidores apuesta por el pastoreo, y descarta el uso de organismos genéticamente modificados, lo que marca la diferencia con otros productos lácteos del mercado.
[La dieta sostenible de Alberto Garzón: menos ternera, cerdo y lácteos y más legumbres y huevos]
Además, según confiesa Estrada, "cada uno de los productos creados por la comunidad contribuyen a través de unos céntimos extra a la financiación de causas solidarias: la lucha contra el desperdicio alimenticio, el apoyo a la transición de la producción intensiva hacia campera o ecológica, la lucha contra la despoblación rural…".
Una iniciativa en crecimiento
La leche fue el primer producto creado colectivamente lanzado por ¿Quién es el jefe?, en marzo de 2019. La iniciativa fue creciendo poco a poco, y, actualmente, su catálogo incluye otros cuatro productos más: huevos, aceite de oliva, miel y naranjas.
Todos ellos pueden comprarse en Carrefour, tanto en puntos de venta físico como online, aunque está previsto que en el futuro haya más distribuidores implicados. Según cuenta Estrada, están trabajando en una aplicación que permitirá que los consumidores puedan solicitar la venta de los productos que deseen en su tienda habitual.
["Comer bien no puede ser un lujo": la cocina circular de 'les güeles' asturianas]