La pandemia ha tenido muchos efectos negativos y algunos positivos. Nos hemos dado cuenta de que nos hace falta para vivir mucho menos de lo que pensábamos.
También hemos mirado nuestro armario cuestionándonos nuestros hábitos en el consumo de ropa y muchas personas han hecho limpiezas de armario, buscando la mejor manera de reciclar.
El reciclaje de la ropa no solo se busca por convencimiento propio, sino por el nacimiento de una conciencia colectiva.
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La sociedad ha aprendido que es una necesaria respuesta para contrarrestar los millones de toneladas de gases de efecto invernadero que emite la industria cada año y que, al dar una segunda vida a la ropa, se reduce notablemente el impacto medioambiental de los textiles.
De este modo, a través del reciclaje, se recuperan y se tratan las prendas usadas, reintroduciéndolas en ciclos de producción similares.
Con estos procesos, se mitiga el despilfarro de los recursos naturales y se limita la contaminación medioambiental.
Cuando la ropa está en muy buen estado y no se usa, la mejor opción es regalársela a alguien que pueda hacer un buen uso. Piensa en quién valorará esa prenda y no la des solo por deshacerte de ella, sino piensa en alguien que la vaya a disfrutar y no la acepte solo porque suponga un compromiso.
En caso de que no encuentres la persona adecuada, puedes donarla a asociaciones que se encargan de distribuirlas a personas necesitadas o que tengan tiendas para venderlas e invertir los beneficios en sus proyectos.
La opción de la venta en plataformas también es útil. Existen algunas plataformas que fomentan la economía circular.
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En estos casos, se pueden encontrar dos formas de gestión. Aquellas webs en las que solo actúan como intermediarios y otras en las que las dejas en depósito y se encargan de venderlas por ti. Vincular el artículo sobre si hay que declarar a hacienda los beneficios de estas ventas.
Hay empresas del sector textil, como es el caso de H&M, en la que incentivan el reciclaje de ropa usada entregando a cambio descuentos o ‘vales’ para la compra en sus tiendas. En la cadena sueca, los beneficios de esta recogida de ropa usada se utilizan para proyectos sociales o de investigación sobre reciclaje.
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La filosofía del programa de esta firma se sintetiza en una triple R (RRR):
Reaprovechar:
Venta de segunda mano de la ropa que esté en condiciones de ser usada.
Reutilizar:
Esta es la técnica que todos hemos practicado. Dar una segunda vida a las prendas también puede ser convertirla en paños de cocina o transformarlas en otras piezas, como puede ser su uso para realizar colecciones de moda reciclada, que cada vez son más demandadas.
Reciclar:
Para las prendas que no puedan destinarse a ninguno de estos usos, existe otro proceso.
Los tejidos pueden ser utilizados en una segunda vida como fibras textiles o serán la materia para fabricar otros productos, como pueden ser aislantes para la industria automovilística y materiales humectantes.