Después de un largo e intenso verano toca volver al cole. Esta semana se reincorporan a la rutina escolar miles de niños y adolescentes que aún no lo han hecho. Y tras uno de los veranos más golpeados por la emergencia climática –con sus incendios y olas de calor–, toca también tomar conciencia dentro y fuera del aula.
Y es que hay muchas acciones –en su mayoría pequeñas– que se pueden poner en marcha tanto en el colegio como en casa. Porque no hay nada más motivador para los más pequeños que saber que siendo sostenibles contribuirán también a construir un futuro mejor.
Estas son algunas ideas que contribuirán a que esta vuelta al cole y este nuevo curso lectivo sean más sostenibles.
[Los tres consejos que tienes que seguir para ahorrar en la vuelta al cole]
1. Más transporte compartido
Los desplazamientos en coche para llevar a los niños al colegio son unas de las acciones más comunes para muchas familias. Y también es de las más contaminantes.
Son muchas las diferentes alternativas que existen para llegar a los centros educativos sin necesidad de coger un coche. El transporte público, el patinete o la bicicleta convencional o eléctrica, además de dar un paseo matutino, son alternativas más baratas y mucho más ecofriendly.
Si ninguna de estas opciones son viables por la distancia del centro educativo, siempre se puede optar por el car sharing. Compartir coche entre alumnos que viven en la misma zona reduciría los vehículos en circulación y, sin duda, la huella ecológica de las familias.
2. Material escolar 'eco'
Busca las etiquetas de papel con certificación forestal PEFC o FSE en las libretas y agendas. Además, en toda España existen diferentes iniciativas para reutilizar libros y apostar así no solo por el ahorro, sino también por la economía circular.
Los productos de materiales naturales como el bambú o la madera están de moda, y pueden convertirse en el mejor aliado de tus hijos. También lo están las alternativas biodegradables u orgánicas, mucho más respetuosas con el medio ambiente que que el plástico.
Estamos más que acostumbrados a usar plástico en todos los objetos para el cole, pero es que además de contaminar nuestros océanos dañando la fauna y flora marina, se fabrica con un tipo de petróleo, un combustible fósil con una elevada huella de carbono.
[¿Qué es un anfitrión sostenible? Las claves para organizar un evento con el menor impacto posible]
3. Dar una segunda vida
Ya no solo con el material escolar, la ropa, las mochilas y los estuches también pueden tener una segunda vida. La fast fashion nos enseña cambiar de equipamiento escolar cada año, pero ¿por qué no reutilizar esas mochilas y decorarlas o personalizarlas para que sean diferentes?
Así conseguiremos reutilizar objetos del pasado y darles otra vida. Los uniformes, por ejemplo, también se pueden volver a usar. Si a los niños les quedan pequeños, siempre se pueden intercambiar con otros alumnos que han dejado su ropa atrás.
Así se puede lanzar un gran mensaje: no es necesario cambiar todo nuestro equipamiento con el nuevo curso, ni estrenar todos los años. Reutilizar podría convertirse en nuestro mantra en esta vuelta al cole.
4. Táper mejor que aluminio
Por mucho que pasen los años y cambien las generaciones, la merienda del recreo permanece inmutable. Pero ¿y si le diésemos una vuelta al envoltorio de esa tan ansiada comida?
Son muchas las familias que entregan a sus hijos el bocadillo o la fruta en papel de aluminio, algo que aumenta su una huella ecológica y es totalmente evitable.
Existen alternativas sostenibles que evitarán la generación de residuos plásticos como este. Los tápers o los envoltorios de tela, ambos lavables y reutilizables, podrían convertirse en nuestro mejor aliado.
5. Más naturaleza
Trabajo en equipo, educar en el respeto al medio ambiente, promover una alimentación saludable y un consumo de productos de temporada y de proximidad, y fomentar la responsabilidad de los alumnos son algunos de los beneficios que tiene el instalar un huerto por goteo en las escuelas.
Un recurso muy valioso, según los expertos, porque los niños pueden ver todo el proceso de crecimiento de una planta, desde que es solo una semilla. Y es que el primer paso para cuidar la naturaleza es conocerla.
Por lo que las salidas a la naturaleza, al campo o al parque, son muy importantes en la etapa escolar porque los niños aprenden con la experiencia.
6. Reducir en luz, agua y calefacción
La mayoría de los centros ha llevado a cabo ya una reconversión energética en sus instalaciones, cambiando, por ejemplo, las bombillas por unas de bajo consumo. Pero hay otra parte de consumo responsable que parte de la concienciación de alumnos, docentes y trabajadores de los colegios.
Acciones como apagar las luces y cerrar las ventanas al dejar un aula vacía parecen poca cosa, pero suponen un importante aprendizaje para los más pequeños.