Cómo afecta el impacto medioambiental en nuestra vida.

Cómo afecta el impacto medioambiental en nuestra vida. iStock

Historias

La solastalgia, o cuando las amenazas a la naturaleza afectan a nuestra salud física y mental

La solastalgia es un trastorno de la ansiedad relacionado con el cambio climático y otros fenómenos extremos.

31 julio, 2022 01:36

La solastalgia es un trastorno precipitado al sentirse alejado de algunos de los componentes fundamentales de nuestra especie: la vida salvaje, la flora o la fauna. Es decir, todos aquellos elementos naturales de los que nuestra forma de vida actual nos ha desconectado.

Y es que el cambio climático también afecta a nuestra salud. La situación medioambiental no solo trae malas noticias para los campos de cultivo, los alimentos, los animales, los recursos naturales. También nos afecta a nivel físico con todo tipo de enfermedades (asma, cáncer de pulmón, hipertensión, patologías neurodegenerativas…) y tampoco da tregua a nuestra salud mental.

Ahí entra en juego la solastalgia, que resulta del aumento gradual de la temperatura de nuestro planeta y que afecta al carácter mental, aumenta el riesgo de suicidio o favorece la aparición de estados depresivos.

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Un sentimiento que, además, guarda relación con otras patologías importantes, como es el caso de la obesidad, las enfermedades respiratorias, los problemas para dormir o la falta de vitamina D, al no exponernos a los beneficios de los rayos del sol. 

El origen de esta patología se encuentra en la  desconexión de la naturaleza. Y es que la solastalgia nace de la unión de solacium o consuelo y algia o dolor. Acuñado por Glenn Albrecht, hace referencia a un sentimiento humano de aquellos que apenas tienen contacto con el entorno natural.

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Algo muy propio de nuestra era, debido sobre todo al ritmo de vida que llevamos. Aquellas personas que padecen solastalgia sienten que su ambiente habitual ha cambiado por completo, provocando angustia.

Los sentimientos pesimistas afloran por el estado del planeta, por los fenómenos extremos cada vez más recurrentes – como inundaciones, incendios forestales o sequías– que se producen sin que podamos hacer nada por remediarlo.

El miedo, además, se ve exacerbado por los efectos de la contaminación, tanto en nuestra persona como en todo lo que nos rodea. Es decir, los desastres naturales y ecológicos provocan la modificación del espacio que añoramos y por el que sentimos ese estado de ánimo tan bajo.

Cómo recuperarse de la solastalgia

Para superar el pesimismo y la angustia que genera este trastorno, la mejor idea es recuperar el contacto con la naturaleza. A medida que este aumente de manera gradual, nuestro estado anímico también mejorará.

Y es que no es casualidad que, en la mayoría de los casos, nos sintamos más tranquilos y relajados cuando estamos en un entorno natural y no en mitad del bullicio y el estrés asociado a la gran ciudad.

Una sensación a la que también se le ha puesto nombre: topofilia. Este concepto se refiere a un sentimiento que experimentan las personas hacia el lugar donde nacieron y crecieron, donde están los mejores recuerdos. Un lugar que, muchas veces, está rodeado de naturaleza.

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Las vacaciones de verano, tal vez, sean la excusa perfecta para recuperar el contacto con la naturaleza, el mar y la montaña y empezar a superar la solastalgia. Pero, no sólo podemos hacer algo por nosotros mismos para alejar esa nostalgia natural, también somos los responsables de no favorecer el progresivo deterioro del planeta con nuestras acciones.

Es por eso que, según los expertos, involucrarnos en la lucha contra el cambio climático también ayudará a nuestra batalla contra la solastalgia. Con pequeñas acciones se pueden conseguir grandes cambios y sentirse parte de la transformación puede marcar la diferencia.

Utilizar el transporte público, consumir productos de temporada o comprar en mercados locales, por ejemplo, son acciones pequeñas, pero que suman. Como también ayuda reciclar y apostar por electrodomésticos eficientes y bombillas de bajo consumo.