A pocos metros de las idílicas playas de la costa de Garraf, en Cubellas (Barcelona), se erige la fábrica de Ecogots. Joan Cristina y Elisabet Zaragoza, una pareja llena de inquietudes medioambientales y socios fundadores de la empresa, han creado el primer vaso reutilizable y 100% biodegradable de Europa.
El proyecto nació en 2017. La pareja ya tenía una empresa familiar dedicada al merchandising y después de visitar varios eventos y conciertos con los que colaboraban, se dieron cuenta de que el impacto medioambiental era enorme. “Veíamos la gran cantidad de residuos y de vasos que se perdían en el medio ambiente y pensamos, esto no puede ser”, nos comenta Zaragoza.
Así, aprovechando que estaban buscando nuevas líneas para crecer, comenzaron a buscar nuevas alternativas ecológicas a los tradicionales vasos de plástico. “Buscamos alternativas que tuvieran las mismas prestaciones, pero con materiales más sostenibles”, apunta.
La solución: arroz
La primera formulación que hicieron fue de polipropileno, un bioplástico 100% biodegradable que no deja microplásticos ni huellas en el medioambiente. Pero querían ir un poco más allá. “¿Por qué no sustituimos una parte de este plástico, que aunque sea biodegradable no deja de ser plástico, por un material que sea sostenible?”, se plantearon.
En aquel momento, tenían un proyecto conjunto con otro socio y probando y probando, llegaron a una solución que estaba muy cercana, a pocos kilómetros de Cubellas. Se trataba de las cascarillas del arroz del Delta del Ebro, un lugar con una larga tradición del cultivo de este cereal. “Fue un proceso de prueba y error hasta que obtuvimos el vaso tal y como es actualmente”, recuerda Zaragoza.
La fórmula actual es de un 60% de cascarillas de arroz y un 40% de polipropileno. Con ello, obtuvieron un vaso mucho más sostenible, pues no tenían que fabricar materia prima adicional.
Además, según nos cuenta, “la materia que se usa es un desecho natural que no se puede utilizar para nada y en vez de tener que incinerarlo, lo podemos utilizar y así emitimos menos CO2”. Con el uso de las cascarillas, la producción requiere de un menor consumo de energía y, además, se utiliza una materia prima de kilómetro 0.
El objetivo de Ecogots es crear productos que sean totalmente respetuosos con el medioambiente. Según comenta Zaragoza, en 3 años, los vasos se descomponen totalmente y sin dejar ningún tipo de residuo. “Si alguien lo tira en la calle, en un bosque o en una playa, sabemos que no va a dejar ningún tipo de residuo”, añade.
El proceso es completamente natural. A partir de los 2 años de vida del producto, se degrada por la acción del aire, la luz y la humedad. En todo caso, si llega a producir residuos, estos pueden ser ingeridos por hongos y bacterias que lo transforman en dióxido de carbono, agua y biomasa.
Un inicio difícil
Los comienzos de Ecogots no fueron nada sencillos. Terminaron la fórmula justo antes de que la covid llegara a nuestras vidas. “La pandemia nos ha hecho bastante daño, pero aún así lo hemos conseguido”, cuenta con orgullo.
Aún así, decidieron seguir adelante con ello. Con la progresiva recuperación de la vida social, un año después de la pandemia, están empezando a crecer y a tener una muy buena aceptación.
Su uso puede ser bastante amplio. En casa, puede utilizarse sin ningún problema hasta los dos años, cuando comienza a degradarse. Se puede meter al microondas, al lavavajillas e incluso al congelador (siempre y cuando esté a más de -10 grados).
También en diversos tipos de eventos y festivales, lugares donde se acumulan montañas de vasos de plástico. Ya han colaborado con grandes marcas como Central Lechera Asturiana, Montsià o el Festival de Cine de Sitges.
Después de esta primera fase y tras el creciente éxito de sus vasos personalizables y biodegradables, Cristina y Zaragoza están pensando en expandir su gama a otros productos de la casa como boles o tuppers.