Sólo siete países de Europa se mantienen en el semáforo verde del ranking de libertad de prensa publicado por Reporteros Sin Fronteras: Portugal, Islandia, Suecia, Estonia, Finlandia, Noruega y Dinamarca. Mientras que nuestros vecinos nórdicos y lusos encabezan la lista, España se hunde tres puntos hasta retroceder al puesto número 32. Obtiene su peor resultado histórico, entre otras razones por la polarización ideológica, la situación económica y la concentración medios en manos de unas pocas empresas.
Así lo ha denunciado RSF en su Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa, una tabla anual que, como elemento novedoso, este año ha sido tomado en consideración cinco nuevos indicadores. Entre las variables añadidas figuran el marco jurídico de los países estudiados, el contexto sociocultural de la nación en cuestión y su situación económica.
"Normalmente identificamos libertad de prensa, seguridad periodística, agresiones y presiones políticas como indicadores, pero no se tienen en cuenta otros elementos como el sociocultural o el contexto económico", señala Edith R. Cachera, vicepresidenta de RSF.
Precisamente este último indicador, el económico, es el que ha hecho retroceder tres puntos a España: el exceso de concentración de medios en unas pocas manos privadas, algo que se percibe especialmente en el sector audiovisual, genera una seria carencia en materia de pluralidad informativa. Además, según señala RSF, la dificultad de obtener financiación para sacar adelante un medio de comunicación no contribuye a revertir el problema.
"La alta concentración, la dificultad para crear nuevos medios de comunicación y el nivel de precariedad", señala Cachera, están detrás de ese descenso. "La precarización, que en España es crónica y afecta a una inmensa mayoría de periodistas, erosiona la libertad de prensa. Un periodista precario es mucho más vulnerable a las presiones y está más sujeto a la autocensura"
"Medios excesivamente 'foxnewsizados'"
"La esfera política no es tan responsable este año de las carencias de la libertad de prensa como lo es acaso la esfera mediática", señaló RSF en un comunicado tras la publicación del informe. "Una excesiva concentración hace muy difícil la aparición de nuevos medios alternativos, que deben luchar ferozmente contra las cabeceras más asentadas por suscriptores a su vez afectados por la situación económica".
A estas conclusiones se añade el agravante de la desinformación provocada por el auge de las fake news, la polarización mediática e ideológica y el exceso de opinión con que los medios de comunicación riegan muchas de sus informaciones. Estos tres factores han lanzado a España a la lista naranja, que corresponde a países cuya libertad de expresión es "más bien buena" pero no todo lo recomendable que se esperaría de democracias plenas.
"España es un claro ejemplo de la tendencia a las fracturas sociales que denuncia a nivel global RSF en su Clasificación, azuzadas por medios excesivamente foxnewsizados y olvidadizos con su misión de informar lejos de posicionamientos políticos", añade la organización en su nota de prensa. Lo que se traduce en que el espectáculo mediático, o 'fenómeno Fox News', consiga convertir a muchos medios en una suerte de 'circo mediático' que desinforme más que informe.
Luces y sombras
Sin embargo, este descenso "hay que tomarlo con precaución", advierte Edith R. Cachera. "Este año hemos cambiado la metodología, por lo que las oscilaciones pequeñas tienen poca relevancia. No tiene una relevancia cuantitativa muy significativa, así que lo estamos interpretando como una estabilización".
Además, aunque España haya descendido esos tres puntos, también ha mejorado en otro: es uno de los países más seguros para ejercer la profesión y se encuentra, en ese indicador, claramente por delante de Francia, Alemania o Reino Unido. "Primero, porque se ha desactivado la violencia periodística que padeció España durante el procès, que la colocó en los puestos de cabeza, y luego porque no ha sido víctima de manifestaciones masivas y agresivas de antivacunas o anti medidas restrictivas. Ha sido un año tranquilo respecto a las agresiones a periodistas".
Por otro lado, España mejora en el indicador tradicional del marco jurídico: "Las leyes coercitivas o que erosionaban la libertad de prensa, como la Ley Mordaza o los llamados 'delitos de opinión', están ahora mismo en el Congreso. Se está barajando una despenalización. Por tanto, también mejora en ese indicador y se sitúa en los 12 mejores de la UE".
Rusia, en caída libre
En el reverso de la lista se encuentran Rusia, México, Corea del Norte y China se que ocupan puestos muy bajos. Tras la invasión de Ucrania, el país liderado con puño de hierro por Vladímir Putin ha descendido tres puestos, desde el 150 al 155.
México, a pesar de haber sufrido asesinatos indiscriminados de periodistas y ser uno de los países más peligrosos para ejercer la profesión, no queda tan mal parado (puesto 127) si se tienen en cuenta el resto de indicadores. China, en el puesto 175, y Corea del Norte, en el último, el 180, cierran la lista como dos de los peores países para dedicarse a la profesión del periodismo.