En los próximos años ecomanagement será una palabra indispensable en el diccionario cinematográfico de cabecera de cualquier profesional del audiovisual. Este anglicismo recoge bajo su amplio paraguas de definiciones el de 'disciplina encargada de lograr que la huella de carbono de un rodaje sea mínima', o al menos que esté compensada. Su objetivo es cumplir con los criterios de sostenibilidad propuestos por las Naciones Unidas en sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y certificar que las normativas de cuidado del medio ambiente establecidas por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y el Ministerio de Cultura sean aplicadas en los rodajes de cine, televisión y publicidad.
Los ecomanagers, figuras representantivas del ecomanagement, son los encargados de hacer llevar a buen puerto un rodaje 'ecológico'. No existen unas pautas comunes dentro de sus tareas, aunque sí toman como referencia la Guía de Buenas Prácticas creada por la Academia de Cine. Entre sus principales contribuciones para lograr la sostenibilidad real está la de apostar por la reducción y compensación de la huella de carbono y reducir al máximo los residuos contaminantes. Son los primeros que dicen adiós a las botellas y los cubiertos de plástico.
Para ello preparan, junto al equipo de producción, un plan logístico eficaz que permita reducir al máximo el número de desplazamientos en transportes contaminantes, eliminar el uso de plástico durante el rodaje o encargar material de producción y atrezo –catering, vestuario, decorados– a fabricantes que hayan utilizado materiales reciclables, ecológicos o naturales. Son sólo algunos ejemplos de hasta qué punto el cine puede dar ejemplo a través de una buena praxis.
Para comprobar desde dentro de la industria cómo los rodajes pueden llegar a ser, en la práctica, más sostenibles, ENCLAVE ODS se desplaza hasta el set de grabación en Toledo de la película Reyes contra Santa, una comedia navideña producida por Morena Films y protagonizada Karra Elejalde y David Verdaguer.
Viaje al corazón 'verde' de Toledo
A pesar de que la jornada amaneció gris y lluviosa, el equipo de Morena Films desplegó a todo su equipo artístico y técnico frente a la puerta de Alfonso VI, uno de los lugares más emblemáticos de Toledo. Durante el descanso para la comida, Elejalde, Verdaguer y el actor Matías Janick se paseaban entre un amasijo de cables y cámaras vestidos de Reyes Magos. Antes, entre toma y toma, se resguardaban, siempre que podían, bajo las pérgolas negras que protegían el material de grabación o en el mismo pórtico en el que, minutos antes, ensayaban sus diálogos con el director Paco Caballero.
Tras la puerta de Alfonso VI descansaban cientos de decorados y piezas de orfebrería, la mayoría de cerámica. Unos grandes toldos bordados en colores dorados aguardaban a ser ocupados por el centenar de extras que, con túnicas, turbantes y sortijas, inundaba los alrededores de la zona. Para ser una comedia navideña, el despliegue logístico y humano era espectacular. A los mandos de esta baraúnda de hombres y mujeres estaba Juan Gordon, productor de la película, una de las voces con más autoridad dentro de Morena Films.
Gordon recibió a ENCLAVE ODS durante uno de los descansos del rodaje. Sentado en una de las mesas del jardín de Hacienda Del Cardenal, el productor explicó cuál es el proceso seguido por su equipo para cumplir con los principios del ecomanagement y lograr que Reyes contra Santa siga los mismos principios que películas como El Olivo, donde la productora ya buscó cumplir con los principios de sostenibilidad y huella de carbono cero.
"En Morena Films estamos intentando establecer todo un código de pautas de trabajo, de comportamiento y de criterios de cara a conseguir que los rodajes, que de por sí son contaminantes, sean lo menos nocivos posibles", señala Gordon, quien recuerda que la huella de carbono no se puede eliminar pero sí paliar y compensar: "El Ministerio de Cultura y Deporte va a empezar a exigir el año que viene que haya una certificación que demuestre que los rodajes han tenido en cuenta criterios medioambientales. Pero nosotros nos hemos adelantado antes de que sea obligatorio".
"Intentamos que los equipos que llevan a cabo estas prácticas las puedan trasladar a otros rodajes", señala Juan Gordon de Morena Films
Sobre cómo se lleva la teoría a la práctica a un rodaje 'verde', Gordon remite a ENCLAVE ODS a un dossier exclusivo desarrollado por Morena Films: "Es un protocolo muy extenso que marca unas pautas para cada uno de los departamentos y que va, a nivel general, desde la eliminación de plásticos, el uso de papel reciclado y la separación de basuras hasta la contratación de un catering en el cual nada venga plastificado o que elimine la cubertería desechable. O que, en la medida de lo posible, las luces que sean LED. Hasta que se limite el uso de cápsulas de café".
Este informe interno se divide en diferentes categorías para cada etapa de producción (preproducción y producción) y para cada uno de los departamentos técnicos. En cada uno de los epígrafes hay una serie de recomendaciones que deben ser supervisadas, fotografiadas y certificadas (para posteriormente demostrar su cumplimiento) por el ecomanager.
Éstas van desde priorizar el uso de transporte público, utilizar walkie talkies cargados con luz solar, organizar un día vegano a la semana, mantener el atrezo y los decorados para reutilizarlos en otros rodajes hasta la prohibición total de la utilización de materiales que tengan origen animal para maquillaje y peluquería o la utilización de paneles de cartón impermeabilizado como material reflectante en lugar de los famosos sticos".
Precisamente ahí entra en juego la figura fundamental del ecomanager, una profesión que se atisba como una de las más punteras dentro del sector cinematográfico del futuro: "Nosotros tenemos un ecomanager y un responsable de temas verdes para todas las producciones. Es este último quien coordina el protocolo que hemos diseñado con los ecomanagers de cada uno de los rodajes y con la empresa que nos audita".
Lamentablemente, no todas las producciones siguen estos protocolos, principalmente porque generan un encarecimiento de los rodajes. "El que algo quiere algo le cuesta", señala, orgulloso, Juan Gordon. "A nosotros nos parece que el camino debe ir por ahí, pero no sólo en cine, sino en la vida. Esto debe ser nuestro día a día. Hay un tema de formación complicado porque los equipos no están acostumbrados y requiere más trabajo y más dinero. La tendencia natural es ir a la opción más económica, pero nosotros intentamos que los equipos que llevan a cabo estas prácticas las puedan trasladar a otros rodajes".
"Hay que hacer una labor de concienciación de las personas", remata Gordon
"Hay mucho sentido común y de entendimiento de las pautas. Hay que hacer una labor de concienciación de las personas", remata Juan Gordon. "En cuanto lo explicas la gente lo compra. La implementación a veces cuesta, porque requiere mucho trabajo, pero no creo que haya nadie en contra de que consigamos que los rodajes sean un poco más verdes".
Finalmente, el productor de Morena Films señala: "El cine tiene responsabilidad en muchas áreas, y también en los contenidos. Cuando haces una película quieres contar una buena historia, que a la gente le guste, pero el impacto puede ser tan grande que hay una gran responsabilidad [...] Cuanta más repercusión puedas tener más importante es que lo que digas y cómo lo digas y hagas vayan en consonancia con ciertos criterios que hay que defender".
El cine, al fin y al cabo, es una herramienta de concienciación social muy poderosa, y no hay nada mejor que un sector tan mediático para instruir sobre la importancia de perseguir el cumplimiento de los principios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030.