"Una microgrid es un despliegue tecnológico que te permite hacer un control energético de un site o de un edificio, incluyendo la generación, el almacenamiento, el vehículo eléctrico y las cargas". Jordi García, vicepresidente de Digital Energy & Power Products de Schenider Electrics, explica así lo que son las también conocidas como islas de energía que, para muchos, se presentan como la solución energética del futuro.
El portavoz de la multinacional francesa, centrada en la transformación digital de la industria pesada y de la eléctrica, pone como ejemplo de estas microrredes la que a finales del mes pasado inauguraban en Puente la Reina (Navarra). La suya es la primera microgrid industrial de la península ibérica: una instalación solar de autoconsumo que, según la empresa, permitirá que "la generación con fuentes renovables cubra alrededor del 20% de las necesidades de la fábrica".
Es decir, por el momento, cerca de 1,1 GWh de electricidad que consuma la fábrica navarra tendrán procedencia 100% renovable y de autoconsumo. García asegura que "nos encontramos en el momento idóneo para llevar a cabo apuestas de este tipo", pues, reconoce, la tecnología ya está lo "suficientemente avanzada", el precio es "asequible" y el retorno, "atractivo".
Además, si tenemos en cuenta la necesidad de descarbonizar los sistemas productivos mundiales en general, y europeos –y, por ende, españoles– en particular, una microrred como la de Puente la Reina puede llegar a evitar 143 toneladas de CO₂ cada año.
Desde Schneider aseguran que estos datos son sencillos de calcular, a pesar de que la esta microgrid apenas lleva un mes en funcionamiento. Para ello, han considerado que se producen 1,1 GWh/año de solar renovable en su fábrica, y que el mix eléctrico español, según datos Red Eléctrica de España en 2021, tiene un factor de 0,13 toneladas de CO₂ / MWh.
"Todo esto se hace para optimizar tanto el consumo de energía como los costes energéticos o para que la instalación sea más sostenible, maximizando la utilización onsite renovable", explica García. Porque, al final del día, dice, la microgrid no es más que tecnología puesta al servicio de una mejor eficiencia energética, que tiene en cuenta diferentes factores, como la previsión meteorológica. "Por ejemplo, si los próximos días son nublados y la fotovoltaica va a producir poco, podemos, en previsión, almacenar más energía de la que almacenaríamos normalmente", indica.
Además, una microrred también permite optimizar el coste de la energía. García lo explica: "Dado que el precio de la energía se negocia en toda Europa a diario, cada día cambia, y dependiendo de la tarifa que tengamos contratada con la comercializadora vamos a pagar un precio diferente cada día y cada hora de ese día. Con una microgrid podemos jugar con la tarifa y optimizar la utilización de nuestros recursos energéticos, tanto de generación como de consumo como de almacenamiento".
Una microrred también permite optimizar el coste de la energía
Pero según el representante de Schneider, las bondades de estas islas de energía van más allá de la eficiencia. También"te permiten incrementar tu sostenibilidad porque maximiza la utilización de renovables que tienes onsite, y bajar tus costes energéticos".
Crear 'prosumidores'
Para García, tener una microgrid instalada en una fábrica o un edificio no es baladí, e implica (casi) una transformación del modelo de consumo y de producción: "Nos está empoderando como consumidores o, mejor dicho, como prosumidores de energía eléctrica, porque nosotros tenemos un mayor control sobre nuestros activos energéticos", reivindica.
Y añade: "No tenemos un agente externo que nos esté condicionando sobre cómo utilizamos nuestro activo [las placas solares], sino que lo decidimos nosotros optimizando de acuerdo a nuestras prioridades". Al final, la labor del algoritmo que controla la microgrid radica en, a través de la inteligencia artificial, "optimizar la utilización de todos los recursos energéticos de acuerdo a nuestras prioridades de negocio, lo cual nos da una autonomía y nos empodera".
Según García, además, este modelo energético a nivel industria supone un "plus" para la atracción de talento. "Una compañía que invierte en este tipo de despliegues tecnológicos es más atractiva en cuanto a talento, sobre todo joven, porque muestran una cierta inquietud hacia ser más sostenibles, más eficientes, y más competitivos", asegura.
En cuanto a costes, la microgrid supone "cerca del 10% de ahorro energético"
Y en cuanto a costes, la microgrid, según el experto, supone "cerca del 10% de ahorro energético".
Protección ante cortes eléctricos
Aunque en España no estemos acostumbrados a ello, los cortes de red son habituales en lugares como Estados Unidos o Australia, donde las microgrids están mucho más implementadas, especialmente por la antigüedad de sus redes y la implantación de renovables en estas. Con esto en mente, García asegura que "la microgrid también te permite poderte aislar de la red eléctrica" si fuese necesario.
Es más, desde Schneider explican que "si hay un corte de red y tienes una microrred aislable –que es viable a nivel tecnológico– y suficiente generación onsite o vía baterías, puedes seguir con tus operaciones, al menos críticas, mientras no estés conectado". Algo que, recuerda, podría ser necesario en un futuro, según "vaya incrementando la incorporación de renovables", ya que la red podría no tener la estabilidad "a la que estamos habituados".
Mercados de flexibilidad
Aunque tampoco funcione en España –por el momento–, las microrredes ya permiten a sus usuarios acceder a los mercados de flexibilidad. "Donde hay una microgrid, está ya la instalación preparada para estos mercados".
"Donde hay una microgrid, está ya la instalación preparada para estos mercados"
Es decir, conforme vaya incrementando la integración de renovables en el sistema sobre todo a nivel distribuido –concretamente con respecto al autoconsumo–, "el operador del sistema, que en España es Red Eléctrica, va a tener la necesidad de contar con mecanismos que llamamos de respuesta de demanda o de volcado a la red, para garantizar la estabilidad de la red eléctrica en el país", afirma el experto.
Otras islas de energía
Pero no todas las islas de energía vienen en formato microgrid. Las hay que son, literalmente, islas en medio de un océano que provee –o, más bien, proveerán– de energía a todo un país o, incluso, un continente. Ese es el caso del megaproyecto danés que ahora mismo está en fase de concurso y que pretende crear una isla artificial, a 80 kilómetros de la costa del país, que tendrá un tamaño equivalente a 18 campos de fútbol.
Con este proyecto, Dinamarca pretende ayudar a que "Europa cumpla ese objetivo de generar 300GW de energía eólica marina antes de 2050", asegura Mogens Hagelskær, director adjunto de la Agencia Danesa de Energía(ENS, por sus siglas en danés) y responsable de las Islas de Energía y de su construcción.
Ante el ambicioso objetivo europeo de descarbonizar el continente y ser neutros climáticamente a mediados de siglo, Hagelskær alerta: "Hay que apostar por la innovación". Porque, asegura, "si piensas que se va a conseguir con aerogeneradores eólicos offshore tradicionales, entonces vas por el camino equivocado".
"Hay que apostar por la innovación", explica Hagelskær
El director adjunto de la ENS recuerda que es necesario "crear infraestructura de una manera mucho más inteligente, y ahí es donde entran las islas de energía, ya sean en formato microgrid o, como en su caso, cual islote en medio del Mar del Norte. Y es que, para el danés –al igual que para García– es muy complicado proveer a las industrias la energía renovable suficiente para que se descarbonicen en los próximos años utilizando los métodos tradicionales.
"Necesitamos ser más inteligentes de lo que hemos sido hasta ahora, y las islas de energía pueden ser una buena opción tanto en cuanto a energía como para estimular otras soluciones como el hidrógeno: podemos convertir esta energía en hidrógeno y exportarlo", asegura Hagelskær.
Además, recuerda que 40 años de experiencia en el campo de la eólica avalan al proyecto danés. Y asegura: "En estas cuatro décadas hemos producido cerca de 2,5 GW de energía eólica. Con esta isla, podremos quintuplicar esa capacidad en 10 años".
Tanto las islas de energía al estilo danés como las microgrid son sólo dos de las opciones que la tecnología ofrece para descarbonizar todos los aspectos de nuestras vidas, incluyendo la industria. A lo que García recuerda: "Hay industrias hoy en día que, vía fotovoltaica o biomasa, tienen autonomía energética, y son totalmente aislables y autónomas de la red".
El camino de la transición energética ya está comenzado, ahora sólo queda valorar su impacto medioambiental y elegir el mejor método para la descarbonización industrial.