En 2020, mientras el coronavirus llegaba a nuestro país, en un aula del Cole de Celia y Pepe, una escuela especial de niños con trastornos del lenguaje, nació una gran idea. Cuatro alumnos de edades comprendidas entre los 13 y 15 años, crearon una tienda para vender un producto exclusivo: Waves Socks, calcetines solidarios diseñados por ellos mismos.
El Cole de Celia y Pepe es el proyecto principal de la Fundación Querer, una institución que vela por la investigación, educación y difusión de niños con necesidades especiales derivadas de enfermedades neurológicas. Los calcetines que diseñan los alumnos reflejan las historias de superación de cuatro chicos que, a pesar de las dificultades diarias, trabajan para derribar las barreras que suponen sus discapacidades.
Dante, Leo, Pepe y Guillermo comparten la afición por la pintura y dejan volar su imaginación para acabar plasmando dibujos que otros puedan llevar en sus pies. Concretamente, Guillermo, aunque tiene dificultades para expresarse, posee una habilidad asombrosa para esta actividad. Desde el colegio aseguran que pasa horas dibujando su forma de percibir el mundo con una precisión excelente.
Una empresa desde cero
Dentro de clase, los cuatro alumnos, junto con la logopeda Virginia Estremera, desarrollaron el proyecto Crea tu empresa, que les llevó, finalmente, a la creación de Waves Socks. Estremera asegura que esta iniciativa ayuda a los alumnos "a trabajar la compresión de acciones diarias con las que pueden encontrarse fuera del colegio". Gracias a esto, han desarrollado habilidades como la creatividad, la autoconfianza y el trabajo en equipo.
Pero este proyecto, en realidad, nació como una manera de buscar una actividad que tuviera un impacto real en sus alumnos. Y sobre todo, "conseguir que las decisiones que toman, puedan ser tomadas en cuenta", asegura Elisa Peinado, coordinadora pedagógica del centro.
El Cole de Celia y Pepe está especializado en niños con problemas de retraso en el habla y el lenguaje. El plan de estudios ha permitido que niños como Leo, de 13 años –muy sociable a pesar de que su enfermedad le impide hablar–, despierten su interés por la pintura y, con él, descubran su sueño: diseñar videojuegos.
La SEN establece que un 45% de las enfermedades raras tienen origen neurológico
Una de las mayores preocupaciones de los padres es que sus hijos no puedan conseguir un futuro digno. Por eso, esta iniciativa también se centra en el desarrollo de destrezas para la inserción laboral y la consolidación de las soft skills. "Aprendieron a diseñar una empresa, analizando la competencia, el producto, haciendo análisis DAFO, encargándose de la logística como lo haría cualquier otra persona", destaca Peinado.
Los efectos que ha tenido el proyecto en los menores han sido evidentes: se percibe desde una mejora del diálogo y la comunicación hasta un aumento en la autonomía y la responsabilidad. "Han aprendido a recibir a un cliente, a preguntar y a saber qué ofrecerle. Han desarrollado diferentes herramientas para poder resolver un problema y tomar decisiones", explica Peinado.
Tienda solidaria
La pintura y el diseño les ha abierto otras oportunidades. Las expertas explican que el proceso de creación de calcetines es sencillo porque los alumnos poseen una "imaginación desbordante". Escogen una temática y plasman sus primeros borradores que serán presentados y, posteriormente retocados, hasta que consiguen en producto final.
Para que los productos no quedaran entre ellos, tuvieron la idea de venderlos en una tienda solidaria que crearon dentro del colegio. Esto ayudó a los alumnos a aprender a manejar el dinero y relacionarse con los clientes. Sara Serrano, coordinadora terapéutica del centro, asegura que abrir la tienda les aportó motivación: "Había días que tenían que madrugar para montarla y no les importaba, venían encantados".
Los calcetines son ediciones limitadas para que, al igual que los diseñadores, el cliente pueda sentirse igual de especial. Los materiales utilizados para su creación son respetuosos con el medio ambiente y están realizados 100% en España. Ya se han hecho eco de estos calcetines empresas como Repsol o Rodilla, que han colaborado en su venta para concienciar sobre las enfermedades neurológicas de cada niño.
Visibilizar las enfermedades raras
Según la Federación Española de Enfermedades Raras (FEDER), se estima que existen hoy más de 6.000 enfermedades raras distintas. Desde Fundación Querer trabajan para demostrar el impacto que tienen estas enfermedades en las personas que las padecen y algunos no encuentran las ayudas adecuadas.
La investigación es una herramienta clave dentro de esta organización, que reivindica que sólo hay medicamentos huérfanos para tratar –no curar– 56 enfermedades raras. La ausencia de tratamiento conlleva a un sufrimiento del que lo padece y de la familia. Destacan que uno de los aspectos más característicos de estas enfermedades es el pronóstico de vida: el 35% de las muertes se producen antes de un año, el 10% de ellas ocurre entre 1 y 5 años, y el 12% entre los 5 y 15 años.
Asimismo, la Sociedad Española de Neurología (SEN) establece que un 45% de las enfermedades raras tienen un origen neurológico y aquellas que tienen otro, presentan manifestaciones neurológicas en el 50% de los casos. Por este motivo, las habilidades que trabajan Dante, Leo, Pepe y Guillermo en su aula de pintura son determinantes para poder desarrollar al máximo todo su potencial.