"Los fenómenos extremos son la nueva normalidad”, advirtió Petteri Taalas, presidente de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), durante la presentación del Informe Preliminar del Estado del clima en 2021 en la pasada cumbre del clima.

“Existen cada vez más pruebas científicas que indican que algunos de estos fenómenos llevan el sello del cambio climático causado por las actividades humanas", explicó Taalas. A lo largo del año pasado, los fenómenos meteorológicos extremos afectaron particulamente a las personas menos preparadas y en riesgo de pobreza, lo que fue agravado por la actividad antropogénica.

Las sequías recurrentes, sobre todo en África, Asia y América Latina, y las fuertes tormentas, ciclones y huracanes, han afectado considerablemente a la subsistencia y resiliencia de millones de personas. Además, tienen consecuencias en la biodiversidad y en el rendimiento agrícola y pesquero, lo que dificulta el cumplimiento de las metas establecidas por la Agenda 2030

Junto a estos fenómenos se ha mantenido una tendencia creciente hacia la aparición de temperaturas extremas y al aumento de la frecuencia de los desastres climáticos. De acuerdo con la OMM, los últimos siete años están a punto de convertirse en los más cálidos de nuestra historia

Más allá del ODS 13 (acción por el clima), el empeoramiento de los principales indicadores climáticos incide en casi todas las metas, lo que amenaza la seguridad alimentaria (ODS 2), la lucha contra la pobreza (ODS 1) y el mantenimiento de la paz (ODS 16). Así lo refleja la OMM en su último informe Indicadores climáticos y desarrollo sostenible: las interconexiones al descubierto.

En 2021, España también pudo notar la crudeza de las condiciones climáticas adversas: durante el pasado mes de enero se exprimentó, en unos pocos días, uno de los episodios más fríos de nuestra historia, la borrasca Filomena, seguido de una ola de frío extremo. Siete meses después, en agosto, se registró un récord de temperatura máxima en Montoro (Córdoba): 47,4 grados

Como en ENCLAVE ODS tenemos en cuenta esta "nueva normalidad" de fenómenos meteorológicos extremos, hemos elaborado una lista que incluye algunos objetos básicos para poder prepararse a este tipo de situaciones, en lo que puede considerarse un kit de emergencia climática:

1. Agua y purificadores

iStock-1161685377 iStock

El agua es el bien imprescindible para afrontar una situación de emergencia climática. Tanto en sequías como en tormentas extremas o heladas, el agua potable resulta vital para la supervivencia. De igual manera, hay otros elementos indispensables, como los purificadores o las pastillas potabilizadoras, que extienden las posibilidades de disponer de agua para su consumo.

2. Alimentos en conserva

iStock-1282707014 iStock

Los alimentos en conserva, envasados al vacío o liofilizados, conforman el segundo elemento de la lista. Disponer de latas y envases de alimentos de conserva, como sardinas, atún o embutidos envasados al vacío nos garantiza una subsistencia alimentaria en situaciones complejas. 

3. Botiquín y suministros de medicinas

iStock-1313083007 iStock

La nevada histórica que trajo consigo Filomena provocó que muchas personas no pudieran salir de sus casas y que incluso las farmacias permanecieran cerradas. Por ello resulta indispensable disponer de medicamentos adicionales para situaciones de emergencia, sobre todo en el caso de personas con rutinas de medicación. Es preciso contar con uno o varios botiquines que contengan elementos básicos, entre ellos las mascarillas

4. Camping gas u hornillos portátiles

iStock

Es probable que muchos no conozcan qué es un camping gas, sobre todo si nunca han practicado acampada. Básicamente es una cocina portátil muy versátil que resulta especialmente útil cuando se va la luz y no se puede utilizar la vitrocerámica o la placa de inducción. Un sustituto perfecto para cocinar sin electricidad.

Dinero en efectivo

iStock-1016651556 iStock

Acostumbrados a pagar con tarjeta o por NFC, tener en nuestra cartera dinero en metálico puede resultar muy útil, especialmente en aquellas situaciones en las que se produzca un corte generalizado del suministro eléctrico.

Velas o linternas

iStock-1071992582 iStock

Pensando otra vez en la oscuridad que acompaña a la mayoría de desastres meteorológicos, es especialmente importante tener una fuente de luz que no dependa del suministro eléctrico. Hay varias opciones: velas, linternas a pila o dinamo y focos LED. De la misma forma, se recomienda disponer de cerillas, mecheros y otras fuentes que puedan alumbrar. 

Hay muchos más objetos que pueden facilitar el mal trago que supondría vivir una situación de desastre climático, pero buena parte de ellos requieren energía eléctrica (por enchufe o pilas) para su funcionamiento, como es el caso de las baterías portátiles o las radios. Hay otras herramientas y utensilios, como las navajas, las cajas de herramientas o las palas, que son imprescindibles y que se asume que todo el mundo tiene en casa.