Naciones Unidas indica que en las ciudades viven, a día de hoy, 3.500 millones de personas, y se prevé que este número aumente a 5.000 millones en 2030. Por eso, desde la organización internacional impulsan la transformación de las urbes hacia la sostenibilidad, accesibilidad e inclusión. Y convertirlas así en entornos resilientes y seguros donde esos millones de personas puedan convivir sin ningún riesgo.
"Dentro del entorno europeo la forma de percibir las ciudades está cambiando absolutamente, incluso los modelos de gestión y desarrollo de la ciudad", explica Carlos Andrés Bastida, consultor del Banco Mundial y CEO de KnowmadCity.
Aunque nos parezca costoso ese cambio hacia ciudades con espacios más sostenibles, lo cierto es que los pequeños esfuerzos ya pueden palparse en nuestro país. "Empezamos a entender el entorno de una ciudad; son motores económicos realmente buenos", añade Bastida.
En España, tenemos el ejemplo de Málaga y su eCityMálaga en 2027, un proyecto que redefine el concepto de las ciudades y que se centra, sobre todo, en cuestiones de energía, transporte, edificación y agua.
Cambiar los modelos urbanos para despertar el atractivo de las personas y, por supuesto, trabajadores, es esencial. Y en esto Bastida es claro: "Los motores de la economía del mundo ya no son los países sino las ciudades. Estas mueven el dinero del mundo".
Además de Málaga, diferentes ciudades españolas han comenzado a redefinir su estilo de vida. Sin embargo, a nuestro país todavía le falta, como explica Bastida, "saber a dónde vamos".
Muchas veces percibimos que todas son iguales, y esto es, según el experto, porque no existen "planes estratégicos sólidos". Es decir, es necesario enfocar, en primer lugar, "a quiénes quieres que se dirija tu ciudad, qué quieres destacar de ella, para luego potenciar aquellos criterios que se consideran esenciales", añade.
Un cambio que salva vidas
Según indica Naciones Unidas, las zonas urbanas representan alrededor del 70% de las emisiones de carbono mundiales y más del 60 % del uso de recursos. Las alternativas para reducir emisiones y cambiar la movilidad está siendo una de las prioridades en las urbes de nuestro país, para evitar las 45.000 muertes prematuras que provoca la contaminación en nuestro país, según Greenpeace.
En 2018, Madrid y Barcelona estaban entre las 30 ciudades más sotenibles del mundo según el índice de Arcadis
Según la organización ecologista, es en Madrid y Barcelona donde este número de muertes es más elevado debido a "la contaminación de las partículas finas de combustibles fósiles". No obstante, la consultora Arcadis, junto con el Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-HABITAT), incluyó a Madrid y Barcelona en el Índice sobre Ciudades Sostenibles 2018, en el puesto 21º y 28º respectivamente. Ambas, dentro de las 30 ciudades más sostenibles del mundo.
Este estudio se centró en tres pilares: personas –en relación con la calidad de vida y oportunidades sociales–, planeta –teniendo en cuenta el uso energético, la contaminación y las emisiones– y beneficio –el entorno empresarial y el desempeño económico–.
Asimismo, concluye que, si sólo se hiciese referencia a factores ambientales, Barcelona y Madrid escalarían puestos, pues lo mejor valorado de ambas serían "las emisiones de CO₂, el uso energético y los incentivos al coche eléctrico".
En este análisis, las ciudades europeas se encuentran en la cabeza, ocupando 8 de las 10 primeras posiciones. Estas urbes han sido capaces de crear "cierto grado de equilibrio sostenible, no sólo debido a su legado económico, sino también a las decisiones con visión de futuro adoptadas para gestionar los efectos del crecimiento", señalan los autores.
Un cambio de espacio y movilidad
Cada vez son más los empleados que miran entre los requisitos de un trabajo, su localización y el estilo de vida que les permite desarrollar. Y, en este sentido, Bastida aclara que "cualquier ciudad que quiera atraer hoy talento internacional, necesitará tener unos espacios verdes y una ciudad amigable para con los ciudadanos".
Lo hemos visto recientemente con Madrid y la nueva Plaza de España, un espacio más verde y sostenible, donde la movilidad peatonal y el ciclismo se ha convertido en objetivo prioritario.
Los espacios verdes y públicos son indispensables para el desarrollo y transformación de la ciudad. Lugares donde la persona se convierta en el centro de la acción. A la ciudadanía le apetece cada vez menos vivir en urbes que no sean inclusivas, "donde no sea fácil criar hijos, o las personas mayores no tengan un espacio propio. Son elementos de competitividad en cuanto a calidad de vida que, ahora mismo, cualquier ciudad del mundo necesita si quiere atraer talento", explica Bastida.
En cuanto a la movilidad, destaca el aumento de vehículos como las bicicletas. Según el informe de la Asociación de Marcas y Bicicletas de España (AMBE), en colaboración con Cofidis, sobre la venta de bicicletas, en 2020 nuestro país superó "por primera vez en la historia un millón y medio de bicicletas vendidas en un solo año".
Las zonas urbanas representan alrededor del 70% de las emisiones de carbono mundiales y más del 60% del uso de recursos
GDV Mobility es una empresa dedicada al alquiler de vehículos de movilidad sostenibles, sobre todo de bicicletas y patinetes. Su CEO Germán Agulló y su CTO Héctor Arana aseguran que el uso de ambos vehículos se ha incrementado en los últimos años, aunque todavía muchas urbes no estén completamente preparadas para ellos.
"Cada vez las ciudades cierran más los centros, con aparcamientos disuasorios en las afueras y con tendencia a hacer la última milla con vehículos de movilidad reducida, tanto bicicleta como patinete", cuentan.
No obstante, todavía queda mucho para adaptarlas a este nuevo tipo de movilidad, pues como explican estos socios alicantinos, "ahora se está pidiendo más de lo que se quiere asumir, vamos muy atrasados en cuanto a movilidad que otras ciudades de Europa".
Además, insisten en la necesidad de una cambio de hábitos y mentalidad de la ciudadanía. Debemos comenzar a habituarnos más a "aparcar el coche fuera de las zonas restringidas" y fomentar, al menos, "el uso de otros vehículos en la última milla", aseguran.
Una transformación tecnológica
La tecnología ofrece nuevas alternativas para convertir las ciudades en entornos seguros y accesibles. "Somos seres tecnológicos, sobre todo las nuevas generaciones, y estamos haciendo las ciudades para las personas que van a vivir en ellas dentro de 10, 15 o 20 años", explica Bastida.
Utilizando la tecnología, desde Climate Trade han creado el proyecto BioUrban, árboles artificiales que a través de microalgas capturan CO₂. Con él, contribuyen a reducir las emisiones en las ciudades y purifican el aire. "Un árbol de este tipo captura el mismo CO₂ que 360 árboles normales", cuenta Francisco Benedito, CEO de la empresa.
Por otro lado, actualmente, para mejorar la movilidad en las ciudades el poder reside en la trazabilidad de los datos. "Los sistemas de gestión complementarios de las urbes deben comenzar a hacerse con el móvil y cualquier ciudad que no se adapte a eso, estará fuera del circuito", enfatiza Bastida. El experto asegura que la trazabilidad en la factura de la luz, por ejemplo, al igual que se hace con las compras online, es indispensable para las nuevas generaciones.
Este consultor del Banco Mundial ejemplifica la importancia de este concepto a través de Google Maps: "Un bar que no esté dentro su base de datos, está fuera del circuito económico"; no se puede buscar su ubicación, no está en la estructura.
Datos y más datos
Pero, ¿qué hay que tener en cuenta para adaptar las ciudades? En este caso, el análisis y almacenamiento de datos es determinante. En Edosoft trabajan para generar impacto y fortalecimiento de los municipios y de las Administraciones públicas, apoyándose en la tecnología. Aplican para ello criterios basados en eficiencia, sostenibilidad, ahorro energético, desarrollo social y económico. Es decir, lo que se conoce como soluciones SMART (por sus siglas en inglés) que contribuyen a la creación de las ciudades inteligentes del futuro.
Una de las líneas de trabajo de esta empresa son las soluciones LiDAR (Light Detection and Ranging) que mapean y reconocen entornos midiendo distancias a través de un láser. "Tomar estas mediciones permite saber cómo están circulando todos los vehículos por la ciudad, durante qué horas del día, por ejemplo, y así, aportamos una información precisa", explica Juan Vera, director ejecutivo de Edosoft.
De este modo, se puede averiguar si en determinadas zonas habría que cambiar el tipo de movilidad, añadir carriles bici o más zonas peatonales. "Si queremos hacer un cambio en alguno de los elementos que afecten a la movilidad, es necesario ver el estado actual para luego poder medir si el cambio que se aplica puede estar mejorando o empeorando la situación", describe el experto.
Por otro lado, esta explotación y almacenamiento de datos también es importante para incrementar la participación ciudadana. El aumento de confianza en las Administraciones públicas es más necesario que nunca y la interacción contribuye al desarrollo de una ciudad más sostenible. En Edosoft elaboran portales web a través de los cuales la ciudadanía puede mantener un contacto más estrecho con los ayuntamientos y así, dar prioridad a las necesidades de la población.
Vera cuenta que es determinante para, por ejemplo, la elaboración de propuestas de ley: "El ayuntamiento pregunta a la ciudadanía, tiene en cuenta su criterio y luego construye la ley definitiva. También sirve para que la ciudadanía cuente a qué prefiere destinar un presupuesto".
Y es que el camino hacia las ciudades y comunidades sostenibles también necesita la participación del eslabón más bajo, que realiza pequeños cambios a través de pequeñas decisiones. Porque participar activamente en la gobernanza y la gestión de la ciudad, así como tomar nota de lo que funciona y de lo que no funciona en la comunidad, es el primer paso hacia una vida más sostenible.