El fracaso. Esa experiencia por la que todos hemos pasado en algún momento de nuestras vidas y en la que, lógicamente, lo hemos pasado mal. En el momento y posteriormente, a veces incluso sostenido en el tiempo. Un fracaso, según como lo define la RAE, es un "malogro, un suceso lastimoso, una caída, ruina…". Es decir, algo que no ha tenido el resultado que esperábamos: suspender asignaturas del colegio, no entrar en la universidad deseada, que nos deje una novia, quebrar el negocio, no conseguir el puesto u objetivos deseados, etc. A todos se nos ocurren muchos tipos de fracasos… tantos como las formas de afrontarlo y superarlos.
Podríamos decir que el fracaso forma parte de la humanidad. Pero también forma parte de la humanidad el éxito (y otra vez según la RAE: resultado feliz de un negocio, actuación, etc.). Podríamos decir que (la mayoría de veces) el éxito llega gracias a las lecciones aprendidas en situaciones en las que hemos fracasado. Esto es, se puede afirmar que sin fracaso no hay éxito.
Lo que ocurre con bastante frecuencia es que el éxito oculta lo que el fracaso enseña. En torno a este lema giró el evento del pasado 22 de septiembre que la organización Connecting Talks organizó en las instalaciones de la Escuela de Negocios IE (Madrid) asistiendo un total de 550 personas alrededor de cuatro invitados de lujo: Ismael Clemente (CEO de Merlin Properties), Toni Nadal (ex entrenador de Rafa Nadal), Marian Rojas (famosa y mediática psiquiatra) e Isabel Jiménez (presentadora de Telecinco que moderó el evento).
Los cuatro invitados aportaron su visión sobre el asunto desde perspectivas y bagajes muy diversos (psiquiatría, inmobiliario, deporte y medios), en línea con el enfoque diverso y transversal que queremos proporcionar en Connecting Talks. Así, algunas de las principales ideas que se comentaron durante el evento fueron las siguientes:
- Podríamos decir que el éxito es (en parte) saber que has hecho las cosas bien, incluso en aquellas situaciones en las que no se ha conseguido el objetivo planteado. En línea con esta afirmación: las derrotas forman parte 'del juego' (entiéndase como juego el terreno profesional, estudiantil, amoroso, deportivo, etc.), y aunque estas ocurran, hay que seguir jugando (o trabajando, estudiando, insistiendo con ese cliente que se resiste, etc.).
- El error es algo de lo que te recuperas, mientras que del fracaso te arrepientes. Es decir, un error en principio va a ser fácil de capear, corregir o revertir, mientras que el fracaso será algo más complejo y nos requerirá mayor esfuerzo, a veces incluso la ayuda de alguien. Pero hay que intentar que los fracasos no definan nuestra vida, hay que hacer un esfuerzo por aprender de ellos y superarlos cuanto antes.
- En línea con el punto anterior, con los fracasos siempre tendremos un 'run run' de fondo. La mejor solución para deshacernos de ello puede pasar por contarlo (a las personas cercanas o a alguien externo), ya que hay que reducir el tiempo del fracaso para que no se enquiste.
- Debido a que el fracaso nos ayuda a conseguir el éxito, podríamos decir que no todo fracaso es malo, más bien al revés. Puede haber un estrés bueno del que aprendamos para llegar a alcanzar algún día el éxito, aunque la recuperación del fracaso dependerá de nuestra resiliencia (según la RAE: "Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos").
De cara a dar por cerrado el evento de Connecting Talks, algunas de las conclusiones fueron que hay que preparar un carácter fuerte en niños y jóvenes para asumir el fracaso o la derrota, algo que quizás hoy en día no está tan en boga. Asimismo, que el fracaso humaniza y que llegado el caso ayuda a fortalecer la familia, eje vertebrador de la sociedad.
El evento tuvo tal acogida, que más de 600 personas no pudieron asistir por la limitación de aforo que tenía la sala. Sin embargo, desde Connecting Talks tenemos intención de continuar organizando estos eventos en Madrid y en Barcelona para que el mensaje llegue al mayor número de personas posible.
Connecting Talks, la iniciativa española dedicada a la organización de eventos para el fomento del networking (más de 65 eventos), nació en 2019 con el objetivo principal de facilitar la generación de relaciones empresariales, profesionales y personales, sirviendo al mismo tiempo para relanzar los puentes entre Barcelona y Madrid.
Los impulsores de este primer Connecting Talks of Shame, Cristina Rojas, mánager en IQVIA y fundadora de Ilussio y Eduardo Conde, sales manager de Euro-Funding y fundador de Business Padel Tour, se refieren a este evento como el primer ladrillo que quieren poner desde la organización para fomentar la humanización del fracaso en España.
***Javier Abadia de Medrano es International Transformation & Project Manager de Altamira -doValue Group.