El PP temía que Albert Rivera se convirtiera en el rival más fuerte en el debate a cuatro y sus peores pronósticos se cumplieron. El líder de Ciudadanos consiguió presentarse como una alternativa real a Mariano Rajoy en el bloque de corrupción, donde sacó de sus casillas al presidente del Gobierno en funciones indicándole que lo mejor sería que reflexionase si él debía ser la persona que liderara el futuro Ejecutivo que salga del 26J, después de haber recibido dinero negro de su partido. Pocos en su partido entienden por qué Mariano Rajoy no se preparó mejor la respuesta y se limitó a devolver el ataque acusando a Rivera de haber cobrado dinero negro y no de haber pagado con él.
Uno de los objetivos que se ha impuesto el comité electoral del PP para esta campaña electoral es recuperar gran parte del medio millón de votos que C´s obtuvo el 20D y que no se tradujeron en escaños para esta formación y que sí restaron al PP apoyos que hubieran sido vitales para conseguir más representación parlamentaria. En Génova, prepararon a su líder para defenderse de los ataques de corrupción que esperaban que llegara directamente de Pedro Sánchez. Nadie contó con que “el golpe mortal” viniera desde el atril de Rivera, que recordó a Rajoy los sobresueldos en negro que cobró de su partido. “Que le señalen a él directamente de haber cobrado en negro es algo que todavía le pone muy nervioso y no tuvo ni un sólo argumento para rebatirlo”, comentan fuentes internas del PP que se preguntan por qué Jorge Moragas, director de campaña, “no preparó al presidente más en este punto, su punto más débil”.
El día después del debate, Mariano Rajoy viajó a Andalucía, una tierra todavía en manos del PSOE y donde el PP confía superarles en votos el 26J. Tras una visita a Almería, el candidato del PP llegó a última hora del día a Granada, la ciudad a la que el PSOE arrebató la Alcaldía a los conservadores tras lanzar una moción de censura al alcalde imputado, José Torres Hurtado, con el apoyo de Ciudadanos. Todos esperaban que el presidente del Gobierno en funciones rompiera la baraja y atacara duramente contra Rivera para responder al “mordisco” que el líder naranja le propinó en el debate.
Fiel a su estilo, Rajoy no se movió ni un milímetro del guion marcado y únicamente se refirió al debate a cuatro recordando que sus tres rivales en el plató lanzaron una enmienda a la totalidad a su Ejecutivo. “Ahora la moda es hablar mal de todo lo que sucede en España. Ayer lo vimos en el debate y pregunté: ¿hay algo bueno en este país? Algo bueno habrá, aunque sea por equivocación”. El líder del PP consiguió levantar a los militantes que le acompañaban en el mirador de San Nicolás asegurando que “a todos, a los malos, los vamos a derrotar el 26J. Os pido que nos ayudéis”.
Contra el pacto de 'El Abrazo'
Rajoy dejó que fueran sus teloneros los que salieran en tromba contra Ciudadanos, a quien ahora ven como un rival capaz de arrebañar escaños no solo del PSOE, sino también del PP. El primero en atacar este martes a Rivera ha sido el vicesecretario de Organización, que arremetió contra el pacto de El Abrazo que firmó C´s con PSOE. Respecto al debate, Fernando Martínez-Maillo aseguró que “vimos que la coalición Sánchez-Rivera se mantiene a pesar de que se han convocado nuevas elecciones. Rivera atacó mucho a Rajoy, y a Sánchez ni le rozó. A veces tuve la sensación de que habían preparado juntos el debate. A Rivera le importó bastante poco la corrupción del PSOE. Tiene una manga muy ancha con los socialistas. Eso se lo tendrá que explicar a sus votantes”.
Maillo fue un paso más allá y dijo que “Rivera y C´s no son de fiar”, y recordó “la cantidad de cosas que dijeron la pasada campaña electoral y luego hicieron exactamente lo contrario”. El portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando, salió en la misma línea de ataque. Sobre Pablo Iglesias, aseguró que “vimos al de la piel de cordero que antes de las elecciones se transforma. Ahora parece Heidi con coleta”. A Sánchez lo definió como “un zombi” y a Rivera le acusó de “ser una veleta” y haber “mentido a los españoles”.
El debate fallido de investidura
Tampoco perdió su minuto de oro el ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, que arremetió contra la actitud de Sánchez y Rivera, de quienes consideró que “en ningún momento se hicieron críticas” el uno al otro. “Fue una reproducción de los dos debates fallidos de investidura. Si no había un pacto entre Sánchez y Rivera, desde luego lo parecía”, sugirió. El cabeza de lista del PP por Barcelona insistió en la idea de que “parece que el candidato de C´s es Sánchez, no Rivera, a juzgar por los hechos, no por las palabras”.