Es la viva imagen de la renovación en el Partido Popular y todos en Génova le dan la enhorabuena desde el 20-D. Pablo Casado, 34 años, ha conseguido ser el cabeza de lista más votado en su provincia, Ávila, donde se ha hecho con 46.963 votos, el 46,24% del resultado global.
En otros feudos históricos de los conservadores como Melilla (43,93%) y Lugo (42,5%) se aguantó el tipo, pero nadie superó el resultado de Ávila, la ciudad elegida por Mariano Rajoy para dar el pistoletazo de salida a la campaña electoral más reñida de la historia. Contar con casi la mitad de los apoyos en unas elecciones en que los conservadores han perdido más de tres millones y medio de votos convierte al vicesecretario de Comunicación en uno de los hombres del partido mejor posicionados de cara a disputar la presidencia del PP a Mariano Rajoy.
Nadie en Génova quiere mencionar la palabra sucesión, mucho menos después de la aparición estelar de José María Aznar en el Comité Ejecutivo Nacional que la plana mayor del partido celebraba este lunes para evaluar los resultados del 20-D. La sugerencia del presidente de Honor, que pidió un congreso abierto donde todos los militantes elijan al nuevo presidente, sentó muy mal a la dirección nacional del PP, conscientes de que si Mariano Rajoy no consigue gobernar “se tendrá que marchar”.
En esa nueva generación de políticos llamados a liderar el partidos todos miran de reojo al abogado y economista Pablo Casado, un político con idiomas, imagen fresca y curtido en los platós de televisión. Además, el vicesecretario de Comunicación tiene la gran suerte de que gusta tanto a los aznaristas como a los aguirristas, los sectores más críticos con Mariano Rajoy y su equipo. Ya lo dijo hasta el propio Aznar: “Si alguna vez me tiene que renovar alguien que me renueve Casado, que es un tipo estupendo”.
Hombre de partido, lideró las Nuevas Generaciones en Madrid desde 2005 y consiguió darle un giro hacia el ala liberal y dotarla de un carácter más ideológico. Su relación con Esperanza Aguirre fue buena desde el principio y todavía hoy, cuando la presidenta del PP de Madrid atraviesa sus horas más bajas desde que no consiguió ser alcaldesa de Madrid, mantienen “una relación estupenda”.
Jefe de gabinete de Aznar
Fue diputado en la Asamblea de Madrid con Aguirre como presidenta y, después, se convirtió en el jefe de Gabinete de José María Aznar cuando ya estaba fuera de la Moncloa. Hace un mes, cuando el expresidente del Gobierno había incendiado Génova haciendo público un durísimo comunicado en el que advertía a Mariano Rajoy de los cinco avisos que le había dado el electorado, Aznar propuso a Casado como patrono de libre designación de Faes, el think tank ligado al PP que preside.
Aunque es de Palencia, consiguió un escaño en el Congreso de los Diputados por la circunscripción de Ávila en la legislatura que acaba de terminar. Intentó acceder al Hemiciclo en las elecciones de 2008, cuando dirigió además la campaña electoral de Manuel Pizarro. Pero su nombre ocupaba un puesto demasiado discreto en las listas electorales y no obtuvo el escaño. Aznar le ayudó personalmente para que eso no volviera a suceder, y el expresidente del Gobierno pidió que fuera incluido en las listas por Ávila. Finalmente, ocupó el número dos, aprovechando la vacante que dejaba el ex ministro Ángel Acebes. Tras convertirse en uno de los cinco vicesecretarios de Mariano Rajoy, el presidente lo elevó al primer puesto para el 20-D. Una decisión que, con los resultados en la mano, parece todo un acierto.
El mejor posicionado
El entorno de Casado prefiere no abrir el melón de la sucesión y se muestra muy cauto a la hora de dar un paso al frente. “Ahora mismo lo que interesa es que Mariano Rajoy pueda formar gobierno y España vuelva a la estabilidad política”, confiesa un compañero de filas. Pese a que hay una orden de que nadie hable de la sucesión hasta que no toque, dentro del Partido Popular entienden que Mariano Rajoy “dijo que se presentaría a la reelección para acallar a Aznar”, pero todos dudan de que finalmente lo haga si no consigue la investidura. Sea como fuere, solo Aznar se atreve a hablar abiertamente sobre la carrera hacia la sucesión en la que Pablo Casado ya parte como favorito, por delante incluso que el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, o la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes.