Los pueblos de Castilla-La Mancha que hay que visitar al menos una vez en la vida

Alberto Morlanes

Nadie duda de que Castilla-La Mancha cuenta con algunos de los pueblos más bonitos de España, como reconocen los propios amantes del turismo rural y publicaciones especializadas tan reconocidas como National Geographic.

Esta Semana Santa los alojamientos rurales de las cinco provincias castellano-manchegas han estado a rebosar y quienes han apostado por venir a nuestra comunidad autónoma han podido disfrutar de sus tradiciones, gastronomía, historia, patrimonio, paisajes y parajes naturales muy variados.

Sin embargo, pese a que Castilla-La Mancha se ha consolidado en los últimos años como uno de los destinos de interior más pujantes del país, todavía hay localidades en la región que -al contrario que lo que ocurre con ciudades famosas mundialmente como Toledo o Cuenca- todavía no son conocidas por el gran público y merecen ser visitadas al menos una vez en vida.

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Campo de Criptana (Ciudad Real)

En pleno corazón de la Mancha, Campo de Criptana (Ciudad Real) es "Tierra de Gigantes" gracias a sus icónicos y quijotescos molinos de viento, algunos de los cuales conservan hoy por hoy su estructura y maquinaria original como hace casi 500 años. A sus pies, el Barrio del Albaicín mantiene la esencia manchega con sus bonitas casas de color blanco y añil en un entramado de calles estrechas y pendientes pronunciadas. En el centro del pueblo no hay que perderse el Pósito Real, un edificio histórico que hacía de banco agrícola desde el siglo XVI y que actualmente se desempeña como un importante punto de la actividad cultural de la localidad.

Tierra de Gigantes
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Sigüenza (Guadalajara)

Sigüenza está trabajando para convertirse pronto en Patrimonio de la Humanidad y tiene motivos de sobra para creer en sus posibilidades. Pasear por sus bellas callejuelas hasta llegar hasta el castillo que domina la ciudad, que hoy por hoy funciona como Parador, es retroceder en el tiempo hasta la Edad Media. La renacentista Plaza Mayor, la Casa del Doncel o la Catedral -que alberga en su interior obras de varios estilos artísticos- son solo algunas de las visitas imprescindibles para los turistas.

Ayuntamiento de Sigüenza
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Uclés (Cuenca)

Uclés es una villa conquense bimilenaria donde han dejado sus huellas celtíberos, romanos, musulmanes y cristianos. El Monasterio de Uclés, conocido como El Escorial de la Mancha por sus dimensiones y su valor, preside desde las alturas la localidad y es la joya de la corona. Los orígenes del monasterio se encuentran en el castillo de origen árabe que la Orden de Santiago convirtió en su casa madre, conformando un formidable complejo de edificaciones parte de las cuales aún se conservan en la actualidad. Bajo el reinado de Carlos I, en 1529, se inició una reforma radical que convirtió el monasterio medieval en el actual edificio. Los amantes de la naturaleza también encontrarán en los alrededores lugares muy recomendables como la Fuente Redonda, un monumento circular de unos 15 metros de diámetro, con gradas descendentes, en el cual mana el agua que surte al pueblo.

Ayuntamiento de Uclés
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Almadén (Ciudad Real)

De las milenarias minas de Almadén -declaradas por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad en 2012- ha salido un tercio del mercurio utilizado en todo el mundo. Pese a que cesaron su actividad en 2002, actualmente el Parque Minero está abierto al público y los visitantes pueden descender con las máximas garantías de seguridad a una mina subterránea a unos 50 metros de profundidad, recorrer la galería de forzados (por la que se conducía a los penados a trabajar a la mina desde la cárcel) o utilizar el tren minero para regresar hasta la superficie. Pero en Almadén, además, los turistas disfrutan de una localidad con monumentos que merecen la pena, como el Real Hospital de Mineros de San Rafael (1774), el Castillo de Retamar (siglo XII) o la bonita y peculiar plaza de toros hexagonal, que es única en el mundo.

Parque Minero de Almadén
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Consuegra (Toledo)

No existe en el mundo estampa más quijotesca que la que ofrece el cerro Calderico en Consuegra (Toledo), donde la visión de los visitantes se pierde en el infinito mirando hacia la llanura manchega entre 12 molinos de viento cargados de historia. Junto a ellos, un castillo con más de ochocientos años de antigüedad, vinculado estrechamente con la Orden de San Juan de Jerusalén.

Ayuntamiento de Consuegra
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Alcalá del Júcar (Albacete)

En el pueblo albaceteño de Alcalá del Júcar el conjunto de pequeñas viviendas blancas adheridas a la ladera del meandro que dibuja el Júcar ofrece una vista única al visitante. Mención aparte merecen las típicas casas cueva, el castillo de origen árabe que corona la localidad o el bonito puente del siglo XVIII que cruza el río. Los amantes de la aventura, además de recorrer las escarpadas y sinuosas calles de Alcalá del Júcar, podrán disfrutar de actividades en piragua o paddle surf.

Turismo Alcalá del Júcar
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Almagro (Ciudad Real)

En el centro de la provincia de Ciudad Real, en el Campo de Calatrava, Almagro es uno de los pueblos imprescindibles de Castilla-La Mancha por su belleza e historia. Desde su imponente y reconocible Plaza Mayor -ideal para descansar en alguno de sus bares y degustar las tradicionales berenjenas de Almagro- se accede al famoso Corral de Comedias, el único del mundo que se mantiene intacto y en activo desde principios del siglo XVII hasta nuestros días. Pero en Almagro, además, perduran bellos edificios históricos como la Casa Palacio Juan Jédler, el Monasterio de Calatravas, el Convento de Santa Catalina -actual Parador de Turismo- o la desacralizada Iglesia de San Agustín, que cuenta con pinturas barrocas extraordinarias.

Turismo Ciudad Real
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Valverde de los Arroyos (Guadalajara)

La pequeña localidad de Valverde de los Arroyos, enclavada en la Sierra Norte de Guadalajara, es posiblemente el mejorr exponente de los pueblos de la "Arquitectura Negra", que se distingue por el uso de mamposterías de piedra y cubiertas de pizarra. Recorrer sin prisas la plaza y las calles de Valverde, respirando el aire puro de la naturaleza, es algo que hay que hacer al menos una vez en la vida. Los fines de semana, de 12:30 a 14:30 horas, está abierto un pequeño Museo Etnográfico en el edificio de la antigua escuela y casa del maestro. En los alrededores el paisaje deja con la boca abierta y tiene su máxima expresión en la Catarata de la Chorrera,que cae sobre escalones de piedra que descienden más de 120 metros con las aguas del deshielo del Ocejón y el Campachuelo.

Turismo Castilla-La Mancha
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Liétor (Albacete)

En plena Sierra del Segura, la localidad albaceteña de Liétor se asoma desde las alturas sobre una imponente garganta del río Mundo, ofreciendo una espectacular panorámica a los turistas que se acercan hasta allí. Pero este pueblo con pasado musulmán atesora siglos de historia y un amplio patrimonio entre el que destacan la parroquia de Santiago Apóstol, el antiguo convento de frailes carmelitas de San Juan de la Cruz o la ermita de Belén (en la imagen), que luce la que es considerada como la mejor colección de pintura popular del siglo XVIII a nivel nacional. Por cierto, los más valientes pueden acceder a la cripta subterránea que se encuentra bajo el altar del convento y ver con sus propios ojos una veintena de momias que, pese a ser personas fallecidas hace 200 años, se mantienen en un magnífico estado de conservación.

Turismo Castilla-La Mancha
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Buendía (Cuenca)

La localidad conquense de Buendía, enclavada en la comarca de la Alcarria, bien merece una visita por sus calles con aroma medieval o su bonita Plaza Mayor. Pero lo que hace a este pueblo único en España es su sorprendente Ruta de las Caras, un recorrido sencillo de poco más de dos kilómetros entre pinares y a orillas del pantano de Buendía. En las piedras de arenisca, distintos artistas han esculpido -algunos de ellos durante ocho años- gigantescas caras que sorprenden a los visitantes de este museo natural que no deja indiferente a nadie.

Rutadelascaras.com