¿No sabes qué ver en Cuenca durante un par de días o durante este fin de semana? Pues te adelantamos que Cuenca está sentada sobre las hoces de los ríos Júcar y Huécar y es una de las ciudades que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por su gran riqueza monumental, así que Cuenca es una de esas ciudades españolas que merecen una visita. Desde su impresionante casco antiguo, hasta sus emblemáticas Casas Colgadas, su bonita Catedral, la cual figura entre una de las 10 catedrales más bonitas de España; la deliciosa gastronomía conquense que podrás degustar en alguno de los bares y restaurantes de esta ciudad o sus magníficos miradores.
Un lugar repleto de belleza, historia y un entorno natural increíble, en el que parecerá que el tiempo se ha parado y que has regresado directamente a la Edad Media. Así que si ya te has decidido a descubrir todos y cada uno de los rincones mágicos que esta ciudad te tiene guardados, no te pierdas esta propuesta de planes para visitar Cuenca. Toma nota.
Las 10 mejores cosas que hacer en Cuenca en un fin de semana:
Visita sus casas colgadas y cruza el famoso puente de San Pablo
Las casas colgadas de Cuenca, son sin lugar a dudas los edificios más emblemáticos de la ciudad de Cuenca y una de esas primeras visitas obligadas si planeas pasarte por esta ciudad. Unas verdaderas joyas de la arquitectura gótica popular que encontrarás encaramadas a la cornisa de la roca sobre la hoz de Huécar y las cuáles se asoman al río, desde sus balcones voladizos de madera que sobresalen sobre el acantilado.
Un conjunto de casas que fueron restauradas en el siglo XX y del que sólo tres son visitables: la Casa de la Sirena (con mesón incluído en el que degustar la tradición), las Casas del Rey, donde podrás encontrar elementos originales de construcción en su interior y por último el Museo de Arte Abstracto Español, uno de los pequeños museos más bellos.
Después de visitarlas, nada mejor que cruzar el famoso Puente de San Pablo, otro de los símbolos indiscutibles de Cuenca. En sus inicios y concretamente en el siglo XVI se trataba de un puente de piedra con el que se podía cruzar desde el convento de San Pablo a la ciudad histórica, pero con el paso de los años y su deterioro fue necesario demolerlo y en el siglo XX fue el arquitecto valenciano, José María Fuster, el encargado de construir el actual Puente de San Pablo. Así que cruzarlo será una manera perfecta de empezar tu paso por esta bella ciudad cargada de historia.
Descubre su Catedral y la Plaza Mayor
Además de sus famosas casas colgadas, Cuenca también cuenta con otro tesoro más: su catedral. Esta fue una de las primeras catedrales góticas de Castilla, junto con la de Ávila y si algo llama la atención de ella, además de su clara influencia del estilo gótico francés y sus actuales vidrieras abstractas por las que fueron sustituidas las originales, es que nunca llegó a ser terminada. En lo que respecta a su historia, la construcción de esta catedral fue ordenada por el rey Alfonso VIII después de conquistar la ciudad en el 1177 y sobre una mezquita árabe. Pero esta contó con una clara influencia francesa de la mano de su esposa, Leonor de Plantagenet.
Una catedral cuya fachada e interior son dignos de contemplar y que encontrarás en la Plaza Mayor, la zona más importante de la ciudad. Una vez allí, nada mejor que pararte a disfrutar de algún aperitivo o caña en alguno de los bares y terrazas que encontrarás en esta plaza.
Callejea por su casco antiguo
Como ya habrás podido intuir, Cuenca es una ciudad llena de historia y de lugares para ver, uno de esos lugares que no pueden faltar en tu lista es su casco antiguo. Pasear por sus calles declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1996, te trasladará a la mismísima Edad Media. Una perfecta combinación de arte e historia en la que no faltan museos, plazas, estatuas, miradores e incluso museos. Así que además de la zona de la catedral y su Plaza Mayor, no te olvides de perderte y pasear por el resto de sus calles y callejuelas.
Arco de Bezudo y los restos de la muralla de Cuenca
El Arco de Bezudo (del siglo XI) es una de las puertas que en el pasado daba acceso a la ciudad de Cuenca, una de las pocas que se conserva y que encontrarás ubicada en la parte más alta de la ciudad. Junto a ella también encontrarás algunos fragmentos de lienzos muralla y algún torreón de lo que en el pasado fue la antigua fortaleza que rodeaba a esta ciudad, una visita a unos restos conocidos popularmente como ‘el Castillo’ y que tampoco deberían faltar en tu itinerario.
Aunque para llegar a esta zona tendrás que subir una cuesta bastante pronunciada, te aseguramos que el esfuerzo tendrá su recompensa por esos restos de historia, pero también por los increíbles miradores que descubrirás en esta zona de la ciudad. El mirador del Castillo, el mirador del Kiosco del Castillo o el mirador de la Hoz, son los miradores de la parte alta de la ciudad imprescindibles. Desde ellos tendrás la mejor de las panorámicas y una bonita fusión de montaña, vegetación y roca.
Intégrate en la naturaleza recorriendo alguna ruta de senderismo
Otra buena forma de descubrir Cuenca y todo su entorno, es recorriendo alguna de las muchas rutas de senderismo que encontrarás por los alrededores de esta ciudad y por toda la provincia. Rutas perfectas para los amantes de la naturaleza, como puede ser la ruta de Los Callejones de Las Majadas (uno de los parajes más relevantes del Parque Natural de la Serranía de Cuenca), la que transcurre hasta el nacimiento del río Cuervo, la subida al Castillo de Huélamo, así como las rutas que encontrarás a ambos márgenes de los ríos Júcar y Huécar.
Disfruta de sus museos
Además del Museo de Arte Abstracto, Cuenca cuenta también con una larga lista de museos perfectos para todos los públicos, desde el Museo Paleontológico de Castilla-La Mancha al Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha, La Casa Museo Zavala, el Museo de Arte Abstracto Español o el Museo Arqueológico de Cuenca, son algunos de los imprescindibles.
Visitas guiadas nocturnas
Otra forma muy recomendable de conocer Cuenca es dejándonos guiar por alguien que conozca todas y cada una de sus calles, como puede ser un guía local que esté enamorado de su ciudad. Una ciudad que te parecerá aún más mágica de noche, así que no dudes en decantarte por hacer una visita guiada nocturna por Cuenca. Un tour nocturno de dos horas, en el que además de conocer la historia de la ciudad, también podrás descubrir algunas leyendas y curiosidades.
Descubre los ojos de la mora
No puedes irte de la ciudad sin observar los ‘Ojos de la Mora’, unos llamativos ojos pintados sobre las paredes rocosas del cerro de la Majestad que te darán la sensación de que la propia montaña esté viva y que cuentan con leyenda incluída. Un buen lugar para observarlos es desde el mirador de la Hoz de Júcar, donde también podrás disfrutar de todo el valle y entorno de naturaleza que rodea a esa montaña.
Disfruta de las gastronomía conquense
En Cuenca también podrás disfrutar de una excelente gastronomía en la que encontrarás ricas recetas que han pasado de generación en generación como: el mortuelo conquense, atascaburras, zarajos o el gazpacho pastor, entre otros. Por otro lado, las carnes de caza también son otro de los manjares más representativos de la gastronomía de Cuenca, también muy presentes en la mayoría de platos y cartas que encontrarás en los bares y restaurantes de esta ciudad.