La gastronomía manchega es conocida por su diversidad y su sabor excepcional, y entre sus muchos tesoros culinarios se encuentra el pisto, un plato tradicional que deleita el paraladar mientras ofrece numerosos beneficios para la salud.
El pisto manchego es un sofrito de tomate al que se agregan hortalizas como el pimiento, el calabacín y la berenjena, acompañado de aceite de oliva y un poco de sal. Sin duda, una receta rica en fibra y baja en calorías que recomienda incluso la prestigiosa Universidad de Harvard.
Instituciones como esta llevan años haciéndose eco de las bondades y beneficios de ciertos alimentos con todo tipo de estudios y publicaciones. Y el pisto cumple las recomendaciones sobre la dieta mediterránea que destaca Harvard.
Antioxidantes, vitamina C, potasio...
En primer lugar, se trata de un plato elaborado con aceite de oliva, que reduce del riesgo de enfermedades cardiovasculares, cáncer y mortalidad en general. Este aceite es una grasa saludable que aporta grantes beneficios nutricionales.
Asimismo, este plato cumple también con la recomendación del alto consumo de vegetales, ya que está compuesto por tomate, pimiento, calabacín y cebolla.
El tomate, uno de los ingredientes estrella de este preparado, contiene licopeno, un antioxidante que ha sido relacionado con la reducción del riesgo de ciertas enfermedades, incluido algunos tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares. Además, los pimientos aportan vitamina C en abundancia, fortaleciendo el sistema inmunológico y contribuyendo a la salud de la piel.
En cuanto a los calabacines, son bajos en calorías y ricos en potasio, un mineral esencial para el equilibrio electrolítico y el funcionamiento muscular. Por su parte, las cebollas contienen compuestos sulfurosos que se han asociado con efectos antiinflamatorios y cardiovasculares positivos.
Además, el pisto es una excelente fuente de fibra dietética gracias a los ingredientes vegetales que lo componen. Esta fibra es esencial para mantener una digestión saludable, regular los niveles de glucosa en sangre y promover la saciedad, lo que puede ser beneficioso para mantener un peso adecuado.