Los siete detenidos por formar una banda especializada en el robo de crucifijos a los que se les atribuyen acciones delictivas en 19 cementerios de la provincia de Toledo, han sido enviados a prisión por el juez que instruye el caso.
Así lo ha confirmado la delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha, Milagros Tolón, durante una rueda de prensa en Albacete donde ha dado cuenta de los detalles de una operación contra la explotación laboral.
La Guardia Civil, en el marco de la 'Operación Pasmulo', informaba de la desarticulación de esta banda el pasado fin de semana. Según la información compartida por los investigadores, cinco de los detenidos se dedicaban, de manera presunta, a llevar a cabo los robos y los otros dos eran los encargados de recepcionar el material para trocearlo, fundirlo y camuflarlo como chatarra de cobre.
No obstante, después de que se produjeran las detenciones, el Ayuntamiento de Villarrubia de Santiago denunciaba que su cementerio había sido objeto de un robo de características similares a los registrados en los otros camposantos de la provincia.
Sobre esta cuestión, Tolón ha señalado que "la investigación está en marcha" y hasta que no se esclarezca si ese último robo "fue antes o después" no se puede dar nada por sentado.