Un jurado popular conformado este viernes en la Audiencia Provincial de Ciudad Real será el encargado de determinar el destino de José Manuel Lomas, el librero jubilado de 81 años que mató al ladrón que intentó robar en su vivienda. Un juicio que ha arrancado con su abogado alegando que "actuó en legítima defensa y con un miedo insuperable".
Para la defensa, el anciano vivió "la mayor pesadilla que nadie quisiera encontrar", cuando "vio a un indocumentado con una motosierra amenazándole a las dos de la mañana". "Pónganse en su situación. Si el fallecido le hubiera llegado a atacar, José Manuel estaría muerto", ha expresado.
Tal y como informó EL ESPAÑOL – EL DIGITAL CLM, los hechos ocurrieron durante la madrugada del pasado 1 de agosto de 2021 en una zona residencial del parque forestal "La Atalaya" de Ciudad Real, cuando el acusado escuchó unos ruidos y salió de la parcela armado con una escopeta. En ese momento, descubrió a un ladrón intentando acceder a su chalet y "fruto del pánico", según su abogado, acabó con la vida del intruso propinándole dos disparos.
Tras lo ocurrido, el anciano fue detenido y acusado de un presunto delito de homicidio, para el que ahora la Fiscalía pide 12 años de cárcel y la acusación particular solicita 25. Una decisión que parte de la opinión pública ha puesto en tela de juicio durante todos estos meses, defendiendo la actuación del librero y justificando lo ocurrido bajo la causa de legítima defensa.
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Un discurso que el abogado del acusado ha expuesto durante el juicio, indicando que "la víctima fue el anciano, que no planeó ni tenía intención de matar a nadie", a diferencia del ladrón, que "había planeado todo con tal psicopatía que le daba igual si Lomas salía dañado o no".
"Cuando se encontró al hombre que entró a su casa, no tuvo otra opción. Mi representado llevaba 40 años sufriendo en casa por los atracos, robos y acosos constantes, lo que le provocó una manía persecutoria que hasta lo obligó a tapiar las puertas de la casa", ha afirmado.
Relato de la Fiscalía y la acusación particular
Por su parte, la Fiscalía cree que "la única víctima de todo es la persona que murió". "La intención de esa persona no era atacar ni matar al acusado, sino llevarse herramientas y todo lo que pudiera vender en el mercado negro", ha afirmado, reiterando que el ladrón "no se acercó" al anciano.
Por último, el letrado de la acusación particular ha manifestado que el fallecido "murió agazapado, asustado y sin ningún instrumento a mano que hiciera creer que iba a entrar a robar a esa casa".
"Solo tenía hambre, lo que le llevó la noche anterior a entrar a la casa a coger almendras, momento en el que el acusado lo amenazó con matarlo si volvía", ha expresado.
El juicio continuará el próximo lunes con la declaración del acusado ante el jurado popular, que deberá analizar detenidamente las pruebas y testimonios presentados.