El hallazgo este martes sobre las 21.00 horas de cuatro cadáveres en el interior de una vivienda del Casco Histórico de Toledo, correspondientes a tres hombres y una mujer, ha conmocionado a la ciudad.
El alcalde toledano, Carlos Velázquez, se ha desplazado hasta las inmediaciones de la Cuesta de San Leocadia, donde han sido encontrados los cuerpos, para atender a los medios de comunicación en torno a la medianoche.
"Estamos consternados por la noticia tan dolorosa que hemos sufrido en la ciudad de Toledo", ha reconocido Velázquez, que ha pedido "dejar trabajar a los profesionales" que investigan "para saber los hechos que han acontecido para tener un desenlace como el que hemos conocido".
El alcalde ha informado de que las víctimas no están identificadas "de momento" y que "es pronto" para hablar de posibles causas, aunque fuentes cercanas a la investigación han confirmado a este periódico que la hipótesis principal con la que se trabaja es una posible intoxicación por monóxido de carbono.
Velázquez ha agradecido el trabajo que está realizando la Policía Nacional, que se ha hecho cargo del caso; los bomberos del Ayuntamiento de Toledo, que han sido los primeros en acceder a la vivienda; y también de la Policía Local, que se ha personado en la zona.
Tal y como está informando este periódico, la vivienda se alquilaba por habitaciones y no presentaba un desorden significativo. Dos de los cadáveres, de entre 50 y 60 años, se encontraban en la misma habitación y los otros dos en sendas estancias diferenciadas. Ninguno de ellos presenta signos aparentes de violencia.
Fuentes conocedoras del caso han explicado a EL ESPAÑOL - EL DIGITAL CLM de que al menos el cuerpo de la mujer se encontraba en avanzado estado de descomposición.
Desde la Delegación del Gobierno se ha informado de que el descubrimiento de los cuatro cadáveres se ha producido este martes después de que una persona cercana a uno de los fallecidos haya alertado a los servicios de emergencia de que desde el pasado viernes no podía contactar con él. Según EFE, el mal olor también había alertado a los vecinos, que también avisaron a los bomberos.