La Comandancia de la Guardia Civil de Toledo ha aclarado este lunes que aún no han sido identificado los presuntos asesinos de los dos hermanos vecinos de la localidad madrileña de Fuente el Saz que fueron acribillados a balazos el 20 de diciembre en el municipio toledano de Casarrubios del Monte.
Así lo ha indicado este lunes a Europa Press la portavoz de la Comandancia, frente a las publicaciones de este fin de semana. No obstante, han recalcado que tanto las pesquisas como la línea de investigación sigue su curso y esperan que se esclarezca pronto este doble crimen que tanto ha impactado a esa localidad toledana.
Los fallecidos eran hermanos y se llamaban Antonio y José Y., de 45 y 49 años. Contaban con antecedentes por delitos relacionados con riñas tumultuarias, lesiones, reyertas y contra la seguridad vial, ninguna de gravedad. El vehículo donde aparecieron sus cadáveres pertenecía a la madre de ambos, todos pertenecientes a una familia de feriantes de etnia gitana de origen húngaro.
[Los hermanos asesinados en Casarrubios del Monte fueron tiroteados con dos armas diferentes]
Agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Toledo, que llevan la investigación, con ayuda de la Comandancia de Madrid, han analizado las pruebas, los casquillos de escopeta y pistola encontrados junto a los cadáveres y han hablado con familiares de las víctimas y de su entorno para comprobar sus enemistades.
Los investigadores descubrieron que llevaban meses siendo amenazados y hasta en las fachadas de su finca les habían amenazado de muerte con una pintada, que fue luego borrada, pero en la que podía leerse que les iban a "pegar varios tiros". Por eso, creen que el homicidio estaba planificado desde hacía varias semanas y se debió a un asunto relacionado con las drogas.
Y que, llegado el mejor momento, sus autores, creen que dos personas, tendieron una emboscada a las víctimas. Es decir, los cuatro quedaron y los asesinos se podrían haber montado en la parte de atrás del coche de los fallecidos para conducirles al lugar apartado en el que los mataron, un chalet abandonado en un camino de tierra de la carretera comarcal CM-4004.
Allí pasada la medianoche de ese miércoles un familiar de los asesinados encontró el vehículo con la luna rota y con muchos impactos de bala, al igual que la puerta del chalet. Dentro del coche hallaron el cuerpo de un hermano en el suelo, pero a un metro del vehículo al segundo, que posiblemente quiso huir.
El Juzgado número 4 de Illescas (Toledo) lleva el caso y ha decretado el secreto de las actuaciones.